El sandinista Daniel Ortega jura su tercer mandato como presidente de Nicaragua
- Jura el cargo por segunda vez consecutiva, algo no recogido en la Constitución
- El Príncipe Felipe asiste a la ceremonia y habla de colaboración con Nicaragua
Daniel Ortega ha jurado su cargo por tercera vez como presidente de Nicaragua en una ceremonia celebrada en la Plaza de la Revolución, en el antiguo centro de Managua, a la que han asistido el titular de la Asamblea Nacional --el parlamento nicaraguense--, siete jefes de Estado o de Gobierno, y que ha contado con la ausencia de la oposición, que denuncia fraude en su reelección.
Ortega, que jura el cargo de presidente por segunda vez consecutiva, ha contado también con el apoyo de sus aliados y homólogos el presidente iraní, Mahmud Ahmadineyad, de gira en estos días por América Latina, y el presidente venezolano, Hugo Chávez. Antes de iniciar su nuevo mandato, que se prolongará hasta el año 2017, el líder sandinista se dio un efusivo apretón de manos con ellos.
Ortega, de 66 años, que cuenta con el respaldo de una abrumadora mayoría en el Congreso, inicia así un nuevo mandato en Nicaragua tras ser reelegido con una polémica candidatura en las elecciones del 6 de noviembre pasado, cuestionadas por observadores internacionales y locales y desconocidas por la oposición.
Pese a que la Constitución prohibía su candidatura, Ortega fue reelegido con el 62,4% de los votos en las elecciones generales pasadas, según los resultados oficiales, que la oposición consideró un "monstruoso e inaudito fraude".
La Constitución nicaragüense prohíbe la reelección consecutiva del presidente, sin embargo, los magistrados sandinistas de la Corte Suprema de Justicia, sin presencia de magistrados opositores, declararon en octubre de 2009 inaplicable el artículo de la Carta Magna que lo impedía y limitaba a dos su número de mandatos.
Ortega accedió al poder en 1985, tras coordinar la Junta de Gobierno de Reconstrucción Nacional de 1979 a 1984 tras la caída de la dictadura de los Somoza, y tras perder los comicios de 1990, 1996 y 2001, fue elegido por segunda vez en unas elecciones en 2006.
Ortega, que se presenta ahora como un político pragmático y moderado, muy diferente al joven comandante guerrillero y marxista de la década de 1980, prometió ante el titular del Congreso respetar la Constitución, las leyes, los derechos y libertades del pueblo, y cumplir a conciencia los deberes propios de su cargo.
El príncipe Felipe representa a España
A la ceremonia de investidura de Ortega han asistido además los presidentes Porfirio Lobo (Honduras), Álvaro Colom (Guatemala), Mauricio Funes (El Salvador), Michel Martelly (Haití), y Desiré Delano Bouterse (Surinam), entre otros invitados internacionales.
El príncipe Felipe ha acudido en representación de España en su primera visita a este país después de cinco años. Don Felipe ha anunciado que España seguirá colaborando con Nicaragua y ha entregado a Ortega una carta del Rey Don Juan Carlos en la que le desea los mejores augurios para su mandato.
Ortega ha jurado el cargo en medio de protestas de grupos opositores que consideran inconstitucional y fraudulenta su investidura. Por esa razón, en la ceremonia de investidura no han participado los 26 legisladores de la alianza de oposición Partido Liberal Independiente (PLI), la segunda más votada en los comicios pasados.
Tampoco han acudido los liberales Wilfredo Navarro y Jorge Castillo Quant, que integran la Junta Directiva del Congreso.
Ortega defiende el programa nuclear iraní
Dos de los mayores apoyos de Ortega en la ceremonia de investidura han sido los presidentes de Venezuela, Hugo chávez, e Irán, Mahmud Ahmadineyad. Precisamente sobre el programa nuclear iraní, Ortega ha dicho que Teherán es víctima de una conspiración y tiene derecho a desarrollar energía atómica.
“La conspiración contra Irán va contra la paz en el mundo“
"Se ha venido armando una verdadera conspiración contra Irán que, a final de cuentas, va contra toda la región, contra la paz en el mundo", ha señalado el presidente sandinista en su discurso.
Ortega considera que Irán sufre "amenazas" por su petróleo y no po el desarrollo de su programa nuclear y ha cuestionado que a Israel, del que aseguró sí posee armamento atómico, "no se le llama la atención".