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Obama pide una nueva ampliación del techo de endeudamiento de 1,2 billones de dólares

  • El límite de endeudamiento se amplió el pasado verano hasta 15,2 billones
  • La deuda contraída se encuentra a menos de 100.000 millones del límite

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El presidente de EE.UU., Barack Obama, ha pedido este jueves al Congreso una nueva ampliación, de 1,2 billones de dólares, del techo de la deuda estadounidense, en una carta a los líderes de ambas cámaras del Legislativo.

"Certifico que la deuda sujeta a límite se encuentra a menos de 100.000 millones del techo establecido (...) y que es necesario un mayor endeudamiento para hacer frente a los compromisos adquiridos", indica Obama en su misiva.

Se trata de la tercera y última ampliación que el presidente puede hacer al amparo del acuerdo alcanzado el pasado verano para ampliar la deuda nacional, que actualmente está en 15,2 billones de dólares.

El Tesoro informó a finales de diciembre de que la deuda de EE.UU. se encontraba entonces a menos de 100.000 millones de dólares de su límite.

Una vez presentada la solicitud, los congresistas disponen de 15 días para responder.

Acuerdo para el endeudamiento

Las disputas del verano hicieron que la agencia Standard & Poor's rebajase en agosto por primera vez en la historia la nota de crédito de EE.UU. de AAA, la máxima posible, a AA+.

Los desacuerdos se saldaron con una ley que, para evitar la suspensión de pagos el pasado verano aumentó el techo de la deuda -que hasta ese momento era de 14,29 billones de dólares- en 2,1 billones de dólares en tres fases, a cambio de medidas para reducir 2 billones de dólares del abultado déficit de EE.UU. en los próximos diez años.

Si ocurrieran objeciones por parte del Legislativo para esta nueva ampliación, Obama las vetaría para evitar que se repita un episodio como el del pasado verano, cuando las disputas entre demócratas y republicanos sobre el techo de la deuda amenazaron con hacer entrar al país en quiebra técnica.

Cabe esperar, no obstante, que los republicanos quieran aprovechar la posibilidad de poner en entredicho la política de gasto de la Casa Blanca en pleno año electoral.

El crecimiento de la economía estadounidense se ha ralentizado. El PIB creció un 1,8% en el tercer trimestre de 2011 lo que supone dos décimas menos de la estimación inicial.