Al menos tres muertos al encallar un crucero con más de 4.000 pasajeros en Italia
- Medios locales cifran los muertos en seis, dato aún sin confirmar
- Un golpe y un gran estruendo sorprendió a los pasajeros en la cena
- En la evacuación, se percataron de la inundación del buque
- Un total de 177 españoles viajaban en el barco
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Al menos tres personas han muerto, 14 han resultado heridas y unas 70 están desaparecidas al encallar el buque crucero Costa Concordia con más de 4.200 personas a bordo en las inmediaciones de la pequeña isla de Giglio, situada en aguas de la región italiana de Toscana.
Los tres fallecidos son un ciudadano peruano y dos franceses.
Según los medios locales, el número de fallecidos sería ya de seis, cifra no confirmada por la capitanía del puerto de la pequeña isla de la Toscana. La agencia gala France Presse habla de ocho muertos y unos 30 desaparecidos, aunque las autoridades oficiales aún no lo han confirmado.
El capitán del barco advirtió que se trataba de un problema eléctrico pero los pasajeros se percataron que la nave estaba inclinada y que entraba agua en el buque. Fue entonces cuando el pánico cundió como si se tratara del Titanic. Según la agencia italiana de noticias ANSA, aún hay dificultades para evacuar a algunos pasajeros.
Se investigan las causas del accidente
Según informa Iñaki Díez, corresponsal de RNE en Roma, a primera hora de este sábado continúan las inspecciones para verificar que no hay ningún cuerpo bajo el agua y tratar de comprender las causas del accidente.
Durante veinte minutos los pasajeros apenas recibieron información, por los altavoces solo les dijeron que se trataba de un problema eléctrico. Cuando comenzó el rescate, el crucero ya estaba muy inclinado y las labores eran muy peligrosas, hasta mortales.
Uno de los pasajeros dice que ha visto algún cadáver y que estaba inflado por lo que abunda en la teoría de que las víctimas se arrojaron al mar. Los supervivientes, entre ellos ancianos y niños, se lamentan del frio.
Escenas de pánico
El crucero por el Mediterráneo salió de la ciudad costera italiana de Savona (norte) con escalas previstas en Civitavecchia (centro), Palermo (Sicilia), Cagliari (sur), Palma de Mallorca (España), Barcelona (España), Marsella (Francia) y regreso a Savona, según la nota de la compañía naviera.
Dos horas después de salir de Civitavecchia, hacia las 21.30 hora peninsular, cuando la mayoría de los pasajeros cenaban, se fue la luz y se sintió un golpe y un gran estruendo, según han relatado algunos náufragos a medios italianos.
Poco después fueron invitados a ponerse el chaleco salvavidas y a subir al puente y situarse ante las lanchas de emergencia. El capitán del barco advirtió a los pasajeros que se se trataba de un problema eléctrico pero los pasajeros se percataron que la nave se estaba inclinando y que estaba entrando agua en el buque.
Fue entonces cuando se han vivido escenas de pánico y empujones a la hora de embarcar en las lanchas salvavidas y en las patrulleras de los bomberos de Civitavecchia y de Livorno que han trasladado a los pasajeros a la isla de Giglio.
177 españoles viajaban en el crucero
Un total de 177 españoles viajaban en el crucero, según ha informado la compañía naviera "Costa Cruceros", propietaria del barco. El ministerio de Exteriores ha confirmado que todos los españoles "se encuentran bien" y que están siendo trasladados a Roma. En cambio, un grupo de españoles ha denunciado la desaparición de uno de ellos, al que perdieron la pista.
En el barco había además 17 argentinos, 10 colombianos, 10 chilenos y 46 brasileños.
Fuentes consulares han precisado que esta madrugada, pocas horas después del naufragio, un español, natural de A Coruña, ha llamado al consulado para informar de lo ocurrido y señalar que formaba parte de un grupo de doce españoles -seis parejas- que participaban en el crucero por el Mediterráneo y que todos estaban bien.
El español ha contado que no llegaron a caer al agua, que fueron rescatados desde el interior del barco y trasladados a la isla de Giglio. Allí fueron ubicados en una iglesia de la pequeña isla toscana, abierta toda la noche y que este sábado serán trasladados a un hotel de Roma.
El viajero español, que tenía la batería del móvil prácticamente agotada, según ha contado, ha agregado que en el crucero al menos unas 200 personas hablaban español, pero que desconocía cuántas eran españolas y cuántas latinoamericanas.
Alojados en una parroquia
El párroco de Giglio ha tenido que abrir las puertas de la iglesia de San Lorenzo y Massimiliano, en ausencia de otros albergues disponibles. Mujeres elegantemente vestidas con los zapatos de tacón en la mano, niños llorando y personas somnolientas tumbadas en el suelo componen el cuadro de la parroquia.
El transbordo está casi completado, pero la isla de Giglio es demasiado pequeña para hospedar a 4.200 personas. Por ello, la región de Toscana ha activado un plan de socorro para que los náufragos sean transportados al elegante puerto de Santo Stefano.
Por su parte, la compañía Costa Crociere propietaria del crucero Costa Concordia ha asegurado que todavía "no es posible definir la causa del problema ocurrido".