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Un grupo rebelde mata a cinco turistas europeos en Etiopía y secuestra a otros dos

  • Las víctimas son dos alemanes, dos húngaros y un austríaco
  • El Gobierno etíope ha acusado a Eritrea de dar cobijo y armas a los pistoleros

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Cinco turistas europeos han muerto en Etiopía perpetrado supuestamente por un grupo rebelde en la región de Afar, al norte del país, y otros dos han sido secuestrados, según informan fuentes gubernamentales del país africano.

Un grupo de hombres armados, según la Televisión Nacional de Etiopía, atacó a ocho turistas occidentales en la madrugada del martes y mató a cinco de ellos, dos alemanes, dos húngaros y un austríaco. Tras el ataque, secuestraron, además, a otras cuatro personas.

"Dos de ellos eran turistas, uno era el conductor y otro un policía", ha declarado el portavoz gubernamental, Bereket Simon. Al parecer, el octavo viajero occidental logró salir ileso.

El cónsul español en Etiopía, Mikel Irifo, ha informado a la agencia Efe de que no  hay ningún español entre las víctimas del asalto. Hemos hablado con el Ministerio de Exteriores de Etiopía y al parecer no hay españoles entre las víctimas", ha afirmado Irifo, que reconoce que la situación es "muy confusa" y que está preguntando a distintas agencias de viajes para conocer si había algún ciudadano español  que hubiera visitando la zona.

Etiopía acusa a Eritrea del atentado

Irifo ha explicado que la mayoría de las embajadas recomiendan no viajar a  la zona, debido a su difícil acceso y a la presencia de grupos armados y  bandidos. De hecho, para visitar la región de Afar es preciso un permiso especial de las  autoridades regionales e ir acompañado de escolta, según el diplomático  español.

El Gobierno etíope ha acusado a Eritrea de entrenar y proporcionar armas a los pistoleros responsables del asesinato y secuestro de los viajeros occidentales. Por su parte, el Gobierno de Asmara, ha negado cualquier implicación en el atentado.

"Esto es una patética y absoluta mentira.  Eritrea no tiene nada que ver con ninguno de estos movimientos", ha firmado Girma Asmeron, representante del país en la Unión Africana.

Unas 70.000 personas murieron en la guerra fronteriza que enfrentó a Etiopía y Eritrea entre 1998 y el año 2000 y el conflicto es aún una herida abierta en el Cuerno de África.

Addis Abeba acusa de forma rutinaria a Eritrea de apoyar a los grupos separatistas etíopes y también responsabilizó a Asmara del secuestro de cinco occidentales en la región en 2007.