Orbán, dispuesto a enmendar los artículo de la Constitución húngara tras el aviso de Bruselas
- La CE le ha abierto tres procedimientos sancionadores
- El primer ministro húngaro se ha mostrado conciliador y comedido en la Eurocámara
- Ha remitido una carta a Barroso en el que dice estar dispuesto a colaborar
El primer ministro de Hungría, Viktor Orbán, ha asegurado que ha remitido una respuesta a la Comisión Europea (CE) en la que muestra su voluntad de enmendar los puntos de la Constitución respecto a su compatibilidad con los valores de la Unión Europea.
Orbán participa este miércoles en el Parlamento Europeo en un debate en torno a la Carta Magna húngara y en el que también interviene el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso.
"Ya me he comunicado con Bruselas y he trasladado que no habrá problema en clarificar sus dudas", ha indicado Orban.
El presidente de la CE ha confirmado que recibió la misiva de Orbán, en la que expresa su predisposición a enmendar la legislación húngara.
Orbán, quien se ha mostrado muy comedido y breve en su intervención en el debate, ha dfeendido la reforma constitucional con el argumento de que busca dejar atrás la herencia legislativa comunista que había en el país y destacó las dificultades a las que para ello han tenido que hacer frente.
En declaraciones que publica el rotativo alemán Bild, Orbán ya anunciaba dice que está dispuesto a plegarse "a la fuerza, pero no a los argumentos" de la Unión Europea.
Tres procedimientos sancionadores
La CE anunció el pasado martes la apertura de tres procedimientos sancionadores contra Hungría por la incompatibilidad de sus polémicas reformas legislativas con el derecho de la Unión Europea.
A principios de año entró en vigor en Hungría una nueva Constitución que, según el análisis legal concluido por Bruselas, resulta "incompatible" con el Derecho comunitario, al poner en peligro la independencia del Banco Central Húngaro y de la autoridad responsable del control de datos.
Las reformas incluyen, además, el adelanto obligatorio de la edad de jubilación de los jueces de los 70 a los 62 años, una medida que en la práctica se ha traducido en una "purga" que afecta a más de 250 magistrados, y que, según Bruselas, supone una "discriminación" que vulnera las normas europeas.
Bruselas ha dado a las autoridades del país un plazo de un mes (la mitad del tiempo que normalmente se concede en estos casos) para que tomen las medidas necesarias para enmendar las leyes.
Amenaza la ayuda financiera
En el caso de que las autoridades húngaras no respondan de manera satisfactoria en el próximo mes, la Comisión les enviaría un dictámen motivado, segundo paso del procedimiento de infracción comunitario, previo a la denuncia ante el Tribunal de la UE.
No obstante, Bruselas confía en que los problemas se resuelvan a tiempo y no sea necesario recurrir a la Justicia europea.
Por otro lado, los analistas consideran que la decisión de la Comisión puede tener un impacto sobre el préstamo de entre 15.000 y 20.000 millones de euros que Hungría espera recibir del Fondo Monetario Internacional (FMI) y la Unión Europea.
La Comisión y el FMI suspendieron en diciembre las conversaciones preliminares que mantenían con Budapest por los temores a que la ley sobre el Banco Central húngaro socavara la independencia de esa entidad.
Para impulsar las conversaciones entre la Comisión y las autoridades húngaras, Orbán también se reunirá con Barroso en Bruselas el próximo 24 de enero.