El régimen castrista dice que Villar "ni era disidente ni estaba en huelga de hambre"
- La Habana dice ser objeto de una intensa campaña internacional difamatoria
- Los opositores denuncian una "atmósfera de intimidación policial" en el funeral
- La esposa de Villar asegura que seguirá luchando por esta injusticia
El Gobierno de Cuba ha afirmado este viernes que Wilman Villar, fallecido este jueves por una neumonía tras 50 días en huelga de hambre en protesta por una condena de cuatro años, solo era un “recluso común”, “ni era disidente ni estaba en huelga de hambre”, según una nota divulgada en la web oficial Cubadebate.
"Cuba lamenta la muerte de cualquier ser humano; condena enérgicamente las burdas manipulaciones de nuestros enemigos, y sabrá desmontar esta nueva agresión con la verdad y la firmeza que caracteriza a nuestro pueblo", señala el Gobierno de la isla.
"Al respecto se disponen de abundantes pruebas y testimonios que demuestran que no era un 'disidente' ni estaba en huelga de hambre", agrega el comunicado.
De acuerdo con la versión oficial, Wilman Villar murió a causa de un "fallo multi-orgánico secundario a un proceso respiratorio séptico severo, que llevó al paciente a un shock por sepsis" tras recibir "todas las atenciones para este tipo de afecciones" en el hospital "Juan Bruno Zayas", uno de los "centros hospitalarios de mayor nivel en la región oriental", según el régimen.
Una "campaña difamatoria"
El Gobierno critica que desde hace varios días "agencias de prensa extranjeras, en particular de Miami "promueven una "intensa campaña internacional difamatoria, en contubernio con elementos contrarrevolucionarios internos, que presentan a Villar Mendoza como un supuesto 'disidente' que falleció tras realizar una huelga de hambre en prisión".
Según la versión del régimen cubano, Villar fue encarcelado el 25 de noviembre por delitos de desacato, atentado y resistencia que cometió al resistirse a los agentes de la PNR (Policía Nacional Revolucionaria) que acudieron supuestamente para intervenir en "un escándalo público en el que agredió y provocó lesiones en el rostro a su esposa”.
Para el régimen castrista, Villar "comenzó a vincularse con elementos contrarrevolucionarios en Santiago de Cuba, quienes le hicieron creer que su presunta pertenencia a los grupúsculos mercenarios le permitiría evadir la acción de la justicia", añade la nota.
Por su parte, la esposa de Villar y activista cubana Maritza Pelegrino reitera que fue detenido en una protesta en la localidad de Contramaestre y dice que continuará su lucha contra las injusticias en Cuba y por el respeto a los derechos humanos.
"No me puedo resignar, voy a seguir luchando para que no se comentan esas injusticias a otras personas que claman por la libertad y que claman por sus derechos", ha asegurado Pelegrino a la emisora Radio Fórmula, según Efe.
Entierro con presencia policial
La Comisión de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional (CCDHRN) denuncia que el entierro del disidente en la localidad de Contramaestre ha transcurrido en "una atmósfera de intimidación policial".
Según su portavoz, Elizardo Sánchez, solo pudieron entrar en la funeraria ocho integrantes de las “Damas de Blanco” y seis opositores pero "a la hora de salir el cortejo fúnebre la policía les bloqueó y no les permitió ir al cementerio, al que solo pudo llegar la familia". Además, el CCDHRN denuncia que se han producido “entre 50 y 70 detenciones preventivas" en las provincias de Santiago de Cuba, Guantánamo, Granma y Holguín.
La esposa del disidente cubano no pudo asistir al entierro de su esposo al sentirse indispuesta por los sedantes que había tomado. Villar es el tercer disidente cubano que muere por una huelga de hambre en la cárcel tras los casos de Pedro Luis Boitel, el 25 de mayo de 1972, y Orlando Zapata en 2010.