La Liga Árabe ofrece a Al Asad una solución 'a lo yemení' y Damasco la rechaza
- Pide que transfiera el poder y forme un gobierno de unidad nacional
- Un funcionario gubernamental califica el plan de "grosera injerencia"
- La oposición da la bienvenida al plan árabe para salir de la crisis
- La comisión árabe prorroga un mes la misión de observadores
La Liga Árabe ha abierto la puerta de salida al presidente sirio, Bachar al Asad, al pedirle que transfiera sus poderes al vicepresidente y forme un gobierno de unidad nacional que dirija al país hacia elecciones libres. Sin embargo, el Gobierno sirio ha rechazado esta hoja de ruta, una solución para salir de la crisis muy parecida a la que el Consejo de Cooperación del Golfo (CCG) propuso para Yemen -y que ha supuesto la renuncia "de facto" del presidente yemení, Alí Abdalá Saleh-.
Un funcionario gubernamental ha calificado de "grosera injerencia en asuntos internos" el plan de la Liga Árabe. "Siria rechaza esta decisión y considera que viola la soberanía nacional", ha apuntado en declaraciones a la televisión oficial siria.
El comunicado de la Liga Árabe, que se ha reunido este domingo en El Cairo para evaluar el informe final de su misión de observadores en Siria, propuso de forma inesperada un plan que propugna el inicio de un diálogo entre oposición y el gobierno en dos semanas, de cara a formar un ejecutivo de unidad nacional.
El propio jefe del grupo de contacto para Siria de la Liga Árabe, el ministro catarí de Asuntos Exteriores, Hamad bin Yasim bin Yaber al Zani, ha destacado en una rueda de prensa que esta hoja de ruta es "similar" a la aplicada en Yemen.
Constitución y ley electoral
El plan de la Liga Árabe pide la formación de un gobierno que deberá estar constituido en el plazo de dos meses y dirigido por una persona de consenso. Su misión sería aplicar el plan y preparar las elecciones parlamentarias y presidenciales bajo supervisión árabe e internacional.
El plan también prevé que el futuro gobierno designe una comisión que se encargue de la redacción de una nueva constitución que será aprobada en referéndum.
Una nueva ley electoral deberá elaborarse en un plazo de seis meses, tras lo cual se convocarán las elecciones presidenciales, posteriormente el referéndum constitucional y finalmente elecciones legislativas.
El plan ha contado con las reservas expresadas por Argelia, mientras que el Líbano se desvinculó desde el inicio de cualquier iniciativa.
Según el jefe de la diplomacia catarí, la Liga Árabe llevará al Consejo de Seguridad de la ONU esta hoja de ruta y pedirá formalmente a este órgano que adopte el plan como vía de solución para la crisis siria.
La oposición da la bienvenida al plan
El presidente del Consejo Nacional Sirio (CNS), la mayor organización opositora siria en el exilio, Burhan Galiun, se ha felicitado por el plan de la Liga Árabe para la crisis en Siria y ha asegurado que este es un reconocimiento de la lucha por un cambio democrático.
En una rueda de prensa en El Cairo, Galiun ha considerado que la hoja de ruta -que estipula la transferencia de poder del presidente, Bachar al Asad, a su vicepresidente y la formación de un gobierno de unidad nacional- "muestra el gran impacto que ha tenido la lucha del pueblo sirio en la opinión pública árabe e internacional".
Sin embargo, ha explicado que su grupo no aceptará negociar con el régimen sirio antes de que se produzca la renuncia de Al Asad.
"Hoy ningún sirio podría negociar con el asesino de su pueblo, Al Asad ya está quemado", ha segurado Galiun, quien ha agregado que su grupo requiere, antes de negociar, que haya garantías sobre el cumplimiento del protocolo suscrito entre Damasco y la Liga Árabe referido al cese de la violencia y al repliegue de las tropas.
"Cualquier inicio de una etapa de transición debe comenzar con el anuncio de Al Asad de su renuncia al poder, esa será la señal", ha señalado.
La misión de la Liga Árabe, prorrogada un mes
La hoja de ruta se anunció después de que los ministros examinasen el informe de la misión de observadores árabes en Siria, que será prorrogada en un mes. Sin embargo, la Liga Árabe ha vuelto a reclamar la liberación de los detenidos, el repliegue de las tropas de las ciudades, el permiso para los observadores y la prensa para moverse con libertad y la autorización a los ciudadanos de celebrar manifestaciones pacíficas.
Arabia Saudí ha decidido retirar a sus observadores en el país en conflicto debido al incumplimiento del régimen de Damasco del plan árabe para frenar el derramamiento de sangre, tal como ha anunciado el ministro su ministro de Asuntos Exteriores, Saud al Faisal.
Durante la reunión excepcional de los jefes de la diplomacia de la Liga Árabe en El Cairo, Al Faisal informó de esta decisión y pidió que se respete lo estipulado por el organismo panárabe de imponer sanciones para presionar al Gobierno sirio a cumplir con sus compromisos
Según fuentes de la Liga Árabe, la prórroga responde a la petición hecha por la misión, que ha presentado su informe sobre la situación en Siria y ha solicitado apoyo administrativo y logístico para llevar a cabo su trabajo.
Quejas de la oposición
Muchos miembros del movimiento opositor de Siria se han quejado de que los observadores no han podido frenar el derramamiento de sangre en el país, mientras el régimen mantiene su dura campaña de represión contra el levantamiento iniciado hace ya diez meses.
Los esfuerzos diplomáticos se han vuelto urgentes mientras los opositores del régimen de Al Assad y los soldados desertores son más propensos a tomar las armas y luchar contra las fuerzas del gobierno, aumentando los temores de que el conflicto esté virando hacia una guerra civil.
Rami Abdul-Rahman, director del Observatorio Sirio de los Derechos Humanos, ha dicho que las tropas del gobierno se habían retirado este domingo de Douma, uno de los suburbios más grandes de la capital del país, tras unos combates intensos con soldados desertores que se oponen al gobierno sirio.
Según Rahman, el ejército se ha replegado hacia un cuartel provincial y a un edificio de la agencia de seguridad que se encuentra en el mismo suburbio de Damasco. Los enfrentamientos estallaron después de que las tropas sirias abrieron fuego contra un funeral este sábado.
Durante la mayor parte de los meses de levantamientos en Siria, su capital Damasco, en el centro del país, ha estado bajo el control de las fuerzas leales al presidente Bashar Assad, pero sus suburbios han sido escenario de intensas manifestaciones contra del régimen.