El jurado popular comienza a deliberar si Camps y Costa son culpables o no de cohecho impropio
- El TSJCV entrega la narración de los hechos a los nueve miembros del jurado
- Con siete votos serían declarados culpables; con cinco, absueltos
El jurado del llamado "juicio de los trajes" del caso Gürtel ha comenzado este lunes por la tarde a deliberar si Francisco Camps al aceptar prendas de vestir regaladas por la trama, hechos por los cuales se enfrentan a sendas penas de 41.250 euros de multa.
El Tribunal Superior de Justicia valenciano ha entregado el objeto del veredicto a los nueve miembros que componen el jurado y les ha instruido de cómo deben pronunciarse sobre el mismo pasadas las dos de la tarde. De esta forma ha resuelto el último trámite de la vista celebrada contra el expresidente de la Generalitat y el ex secretario regional del PP.
El objeto del veredicto es una narración en párrafos separados y numerados de los hechos -diferenciando entre los que son favorables y desfavorables para los acusados- que ha sido redactado por el magistrado presidente, Juan Climent.
Antes de entregarlo al jurado, ha sido sometido a consulta esta misma mañana con las acusaciones y las defensas para que solicitaran las exclusiones e inclusiones que consideraran necesarias, tal y como establece la Ley Orgánica del Tribunal de Jurado.
Este trámite "se ha extendido más de lo previsto", porque "las cosas en este proceso nunca se ajustan a los términos temporales de previsión habitual", ha lamentado el juez, que ha pedido disculpas al jurado por un retraso de más de dos horas en la entrega.
Incomunicados hasta que tomen una decisión
A partir de las 14.30 horas, los nueve miembros del jurado quedan incomunicados hasta que adopten una decisión que requiere cinco votos para absolver a los acusados y siete para declararles culpables.
Durante este tiempo, según les ha advertido Climent, tendrán prohibido el acceso a los medios de comunicación, a internet o a su propio teléfono, entre otras cosas.
Tienen prohibido hablar con cualquier persona ajena al jurado, y si necesitan hacer algún "recado" deberán comunicárselo al secretario de la Sala.
En su deliberación, los jurados deben pronunciarse de forma individual y en voz alta obre cada uno de los párrafos que conforman el objeto del veredicto.
Cada párrafo requiere una determinación: probado o no probado, y al igual que el veredicto final, necesita de una mayoría de cinco votos si es favorable a los acusados y de siete cuando es contrarios.
Si no se alcanza la mayoría, cualquiera de los nueve miembros puede proponer una alternativa para que se vuelva a redactar el párrafo y someterlo de nuevo a votación, siempre que no suponga una alteración sustancial del mismo.
Ninguno de los ciudadanos puede negarse a votar, y si alguno insiste en abstenerse será sancionado con 450 euros -la Ley estipula aún 75.000 pesetas-, y si persiste en esta actitud reiteradamente, puede ser procesado.
El magistrado Juan Climent ha recordado a los miembros del tribunal popular que según establece la legislación española, en caso de tener dudas deben pronunciarse "en el sentido más favorable" al acusado.
Finalizada la fase de los hechos, el jurado aborda la cuestión final, la culpabilidad o inculpabilidad de los acusados, que se rige bajo el mismo criterio de siete o cinco votos.
Si no hay acuerdo se puede repetir el juicio
Si después de dos días de deliberación el jurado aún no ha alcanzado un veredicto, el magistrado puede convocarles para conocer lo que les impide llegar a un acuerdo, y si observa algún defecto en su acta de votación, devolverla para que se subsane. Tres devoluciones del acta implicarían la disolución del jurado y la repetición del juicio.
La lectura del veredicto se hace en audiencia pública, y en ella los miembros del jurado, a través su portavoz, comunican lo que han decidido sobre cada hecho, por "unanimidad" o por "mayoría", y su decisión final.
La Ley establece una serie de supuestos que permite al juez invalidar este veredicto y ordenar que se repita este proceso, como que no se haya alcanzado la mayoría en alguna de las votaciones o que sus pronunciamientos sean contradictorios.
En el caso de que Juan Climent tenga que devolver el veredicto en tres ocasiones y los citados defectos permanezcan sin subsanar, el tribunal popular será disuelto y se celebrará un nuevo juicio oral con un nuevo jurado.
No obstante, si todo sigue su cauce normal, tras la lectura del veredicto solo quedará la sentencia, que será absolutoria e inmediata si son declarados no culpables.