La Junta Militar egipcia decreta el fin del Estado de Emergencia en el aniversario de las revueltas
- La medida está en vigor desde el año 1981
- El final de la ley, reclamo de organizaciones y partidos durante años
- Se eliminará en todas las provincias del país salvo en casos de disturbios
Egipto levantará a partir del próximo miércoles, día en el que se cumple el primer aniversario de la marcha de Hosni Mubarak, la ley de emergencia, que ha estado en vigor en el país durante más de treina años.
Así lo ha anunciado a la nación a través de un mensaje televisado el jefe de la cúpula militar y máxima autoridad del país, Husein Tantaui, respondiendo así a una petición repetida hasta la saciedad por las organizaciones de defensa de los derechos humanos así como por los múltiples partidos políticos que han aflorado en la nueva etapa que vive el país.
La medida se aplicará en todas las provincias con la excepción de aquellas en las que se registren disturbios.
Tantaui, al mando de Egipto desde la renuncia de Mubarak, ha recordado también a los mártires y a los heridos en las protestas y afirmó que la cúpula castrense comparte las ideas de la revolución.
"El pueblo y las Fuerzas Armadas tenían el mismo objetivo, que es que Egipto se convierta en un país democrático y la nueva Asamblea del Pueblo (Cámara Baja del Parlamento) es el primer paso en este camino", ha subrayado.
En su alocución, ha afirmado que esa cámara, que quedó inaugurada el lunes, "es fruto de la revolución", ya que es la primera elegida por "la voluntad libre de los egipcios mediante elecciones transparentes".
"Confío en que la Asamblea del Pueblo será un foro libre para la democracia y una fortaleza constitucional que represente al pueblo. Este Parlamento allanará el camino para más reformas", ha agregado.
Tantatui también ha agradecido la alta participación en las recientes elecciones legislativas, en las que arrasaron los partidos islamistas, y la labor desempeñada por los distintos gobiernos que han dirigido el país en la etapa de transición.
Décadas de represión
Esta ley fue impuesta tras el asesinato del presidente egipcio Anuar al Sadat, el 6 de octubre de 1981, durante una parada militar con ocasión del aniversario de la guerra árabe-israelí de 1973.
“Nadie va a celebrar nada mañana“
Mubarak mantuvo esa norma para suspender las libertades de prensa y asociación, ampliar los poderes de los órganos de seguridad y anular los derechos civiles y políticos con la excusa de la lucha contra el terrorismo.
La medida llega a falta de un día para que se cumpla el primer aniversario de la Revolución del 25 de Enero, y con un Egipto que se debate entre aquellos que quieren celebrar sus logros y los que saldrán mañana a la plaza cairota de Tahrir al considerar que no se han cumplido las demandas del pueblo.
El portavoz del Movimiento de Jóvenes del 6 de Abril Mahmud Afifi será uno de los muchos egipcios descontentos con la deriva de la transición, gestionada por la Junta Militar, que mañana acudirá a la emblemática plaza del centro de El Cairo.
"Nadie va a celebrar nada mañana, toda la gente va a salir a continuar la revolución", ha asegurado Afifi, miembro de uno de los grupos instigadores de las protestas que acabaron con treinta años de régimen de Hosni Mubarak en febrero pasado.
Para la jornada del miércoles hay convocadas marchas que saldrán de distintos puntos del país, aunque las principales se desarrollarán en El Cairo y en Alejandría, en la costa mediterránea.
Sentimientos encontrados
Afifi ha explicado que "los egipcios saldrán para continuar con la revolución y conseguir que se cumplan sus demandas. La reivindicación principal es el traspaso del poder; la Junta Militar tiene que transferirlo inmediatamente para poder concentrarnos en el futuro".
Los jóvenes tenían grandes expectativas de que la revolución cambiara las vidas de los ciudadanos, donde en el intervalo de un año los militares han pasado de ser vistos por ellos como héroes nacionales a ser los villanos de la película.
A ello ha contribuido la represión militar de los disturbios de los últimos meses y los juicios castrenses a civiles, cuyo número se ha disparado tras el triunfo de la revolución.
Tampoco ayuda mucho la situación económica con una población empobrecida; el descenso del turismo, una de las principales fuentes de ingreso, de un 30% durante el 2011, y la desbandada de los inversores extranjeros ante el clima de inestabilidad política.
Evidentemente, los dirigentes castrenses hacen un balance diferente de la transición y consideran que están sirviendo a la patria.
Mañana "la gente estará muy feliz por el aniversario y lo celebrará porque los militares la han apoyado desde el principio", opinó el teniente general retirado Mohamed Kadry Said, analista especializado en asuntos de las Fuerzas Armadas.