El candidato socialista Hollande propone a los franceses dar un giro a la izquierda
- Pretende subir un 15% los impuestos a los beneficios financieros
- También elevará significativamente los impuestos a los más ricos
- Promete un banco público y más vivienda social
- Pretende desmontar la herencia de Sarkozy
El candidato socialista a las elecciones presidenciales francesas de la próxima primavera, François Hollande, favorito en las encuestas, promete una reforma fiscal que se traducirá en un aumento significativo de los impuestos para los ricos y sus ingresos de capital, y en particular para la banca.
Hollande, según el texto de las 60 propuestas que presenta públicamente este jueves y que fueron avanzadas por la prensa, reitera que rechazará el tratado europeo en negociación, cuyos principios fueron consensuados por el presidente francés, Nicolas Sarkozy, y la canciller alemana, Angela Merkel.
La renegociación de la herencia de la pareja conocida como "Merkozy" buscará "privilegiar el crecimiento y el empleo y reorientar el papel del Banco Central Europeo (BCE) en esa dirección", de acuerdo con las citas del texto publicadas por Le Parisien.
Hollande propondrá "crear euroobligaciones" y establecer una política comercial que proteja a la Unión Europea de una competencia desleal (dumping) en términos sociales y medioambientales.
Favorito de las encuestas a menos de tres meses de las elecciones, Hollande ha desgranado un programa que costará 20.000 millones de euros, que el candidato cuenta financiar con subidas de impuestos a los más ricos y a los bancos, con los que pretende recaudar 29.000 millones.
El diputado socialista ha negado que su programa aumente el endeudamiento del país y ha reiterado su compromiso de equilibrar las cuentas públicas en 2017.
El proyecto de Hollande
Cuatro días después de haber dado su primer gran mitin de campaña el pasado domingo, el aspirante socialista ha aparecido este jueves con un tono pedagógico para presentar su proyecto, destinado a recuperar la economía del país, crear empleo y afianzar los servicios públicos.
"No voy a prometer nada que no pueda aplicar", ha asegurado Hollande, que se ha comprometido a restablecer el impuesto sobre la fortuna, que grava a los más ricos del país, así como a incrementar las tasas a los bancos y a las grandes empresas.
Sin embargo, ha prometido ayudas a las pequeñas y medianas empresas, las que más empleos crean en Francia, y ha anunciado contrataciones públicas esencialmente en la educación, la seguridad y la justicia, con lo que prevé detener el incremento del paro de los últimos años.
También aumentará ciertas ayudas a los más desfavorecidos, en contraposición a la desaparición de algunas desgravaciones fiscales que afectan a los grandes capitales.
Subida del 15% para los beneficios financieros
El centro del programa del candidato socialista es su profunda reforma fiscal, que incluye varias medidas estrella dirigidas a la banca, con una subida del 15% del gravamen sobre los beneficios de las entidades financieras, a las que obligará a "separar las actividades que son útiles a la inversión y al empleo de sus operaciones especulativas".
En el terreno fiscal se trata de romper con la política de Sarkozy, al que acusa de haber favorecido a los ricos, y para eso incrementará el tipo máximo del impuesto sobre la renta del 41% actual al 45% para los que ganan más de 150.000 euros al año. Además, suprimirá exenciones fiscales de las que se benefician de nuevo los más ricos (se impondrá un límite de 10.000 euros por contribuyente y por año), lo que debe permitir aumentar la recaudación en 29.000 millones de euros.
Banca pública
Hollande tiene intención de crear un banco público de inversión y un nuevo dispositivo de ahorro desfiscalizado para la financiación de pequeñas y medianas empresas y elevar la dotación para la vivienda social. Su objetivo es la construcción durante el quinquenio presidencial de 2,5 millones de viviendas sociales, protegidas y de estudiantes.
También pretende crear 60.000 empleos en la educación y 150.000 para la inserción de jóvenes, para hacer hincapié en que ambas cuestiones serán grandes prioridades de su mandato.
El costo de sus iniciativas será de 20.000 millones de euros, de acuerdo con el cálculo del líder socialista, que espera que este año la economía francesa crezca un 0,5%, la mitad de la previsión del Gobierno, y promete llegar al "déficit cero" de las finanzas públicas en 2017, para lo cual el agujero debe disminuir al 4,5% del Producto Interior Bruto este año y al 3 % el próximo.