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Raúl Castro defiende el sistema de partido único, al que Cuba no renunciará

  • Lo contrario sería "legalizar los partidos del imperialismo en suelo patrio", dice
  • Además ratifica limitar los cargos públicos a un máximo de 10 años
  • Se ha clausurado la primera Conferencia Nacional del Partido Comunista

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El mandato de los cargos políticos de Cuba estará limitado a 10 años

El presidente de Cuba, Raúl Castro, ha hecho una encendida defensa del sistema de partido único de la isla frente "al juego de la demagogia y la mercantilización de la política", al clausurar la primera Conferencia Nacional del Partido Comunista (PCC).

"Renunciar al principio de un solo partido equivaldría sencillamente a legalizar al partido o los partidos del imperialismo en suelo patrio y sacrificar el arma estratégica de la unidad de los cubanos", ha afirmado el también primer secretario del PCC.

Ha denunciado que los adversarios de Cuba y hasta algunos simpatizantes exigen volver al sistema político anterior a 1959 sin tener en cuenta "la historia de permanente agresión, bloqueo económico, injerencia y cerco mediático" que ha tenido que enfrentar la Revolución.

"Nos exigen, como si se tratara de un país en condiciones normales y no una plaza sitiada, la restauración del modelo multipartidista que existió en Cuba bajo el dominio colonial de Estados Unidos", ha agregado.

Cuestiona la democracia representativa

Castro ha criticado también a quienes en los últimos meses pensaron que la Conferencia Nacional del PCC iba a suponer el "inicio del desmontaje del sistema político y social conquistado por la revolución".

También ha recordado que el sistema del partido único de la isla tiene sus raíces en el Partido Revolucionario Cubano que creó el héroe de la independencia José Martí "para fomentar la revolución" y que "puedan entrar en ella todos los cubanos de buena voluntad, todos los que amen a Cuba y la respeten".

Raúl Castro cuestionó además la vigencia y utilidad de la llamada democracia representativa "que ha devenido invariablemente en la concentración del poder político en la clase que detenta la hegemonía económica y financiera de cada nación donde las mayorías tampoco cuentan".

"Y cuando (las mayorías) se manifiestan, como pasa ahora en muchos países, son brutalmente reprimidas", ha añadido.

A su juicio, el mejor ejemplo es la democracia de Estados Unidos, "que se pretende imponer como modelo a todo el mundo", donde se alternan demócratas y republicanos "defendiendo sin grandes diferencias al gran capital al que ambos se subordinan".

El PCC cubano ha clausurado este domingo la primera Conferencia Nacional de su historia,  celebrada con el propósito de revisar los métodos de trabajo de la organización y su política de cuadros.

Limitación de los mandatos políticos

Uno de los asuntos más destacados en la agenda de este cónclave era la aprobación del límite a un máximo de dos periodos de cinco años consecutivos en los mandatos de cargos políticos y estatales, que el mandatario cubano anunció el pasado abril en el VI Congreso del partido.

Raúl Castro ha ratificado ese compromiso aunque no ha ofrecido plazos concretos sobre cuándo entrará en vigor la medida: solo ha señalado que se aplicará sin esperar a la reforma constitucional correspondiente y que su implementación será paulatina.

Un asunto que ha ocupado buena parte de su discurso fue el problema de la corrupción, "uno de los principales enemigos de la revolución, mucho más perjudicial que el multimillonario programa subversivo e injerencista del Gobierno de Estados Unidos dentro y fuera del país".

Se ha mostrado convencido de que Cuba pueda dar batalla a la corrupción para primero frenarla y luego "liquidarla sin contemplaciones" dentro de una lucha "implacable" contra ese flagelo.

Castro ha advertido de que los militantes comunistas de "doble moral" implicados en casos de corrupción, además de recibir el peso de la ley, serán expulsados del partido, una sanción que hasta ahora se reservaba a casos de traición a la patria o delitos graves.

Sobre la conferencia del PPC

Salvo el discurso de Raúl Castro, transmitido en la televisión cubana en diferido, poco o nada ha trascendido hasta el momento sobre los acuerdos concretos de la Conferencia del PCC, tras una reunión de dos días celebrada en un Palacio de las Convenciones de La Habana vedado a la prensa extranjera.

Según informa la agencia cubana Prensa Latina, se aprobó una resolución "que recoge el papel del partido en el cumplimiento" del plan de reformas económicas del país, se acordó dar prioridad a la lucha contra la corrupción y al parecer no se aprobaron nuevas incorporaciones al Comité Central, máximo órgano del partido entre congresos.

La expectación que provocó este cónclave por la posibilidad de cambios en su Comité Central -que a su vez elige al poderoso buró político donde se mantiene buena parte de la vieja guardia del régimen- quedó rebajada hace unas semanas por el propio Raúl Castro al pedir no hacerse ilusiones con una reunión sobre "cuestiones internas" del partido.

En este cónclave Castro ha insistido en esa línea al apuntar que las decisiones de la conferencia y los acuerdos del VI Congreso no son "una solución mágica" a los problemas, tras insistir en que lo único que puede derrotar a la Revolución es la "incapacidad" para reconocer y rectificar los errores.

"La generación que hizo la revolución ha tenido el privilegio histórico de poder conducir la rectificación de los errores cometidos por ella misma (...) No pensamos, a pesar de que ya no somos tan jóvenes, desaprovechar esta última oportunidad", ha añadido.