La Audiencia condena al etarra Beobide a 29 años de prisión por atentar contra la ETB
- Tendrá que pagar 5.049.094 euros a los dueños de los inmuebles dañados
- El etarra atentó contra la sede de la ETB el 31 de diciembre de 2008
La Audiencia Nacional ha condenado a veintinueve años y medio de prisión al etarra Ibai Beobide por el atentado contra la sede central de EITB en Bilbao el 31 de diciembre de 2008, que causó serios daños materiales pero ninguna víctima.
Así lo ha acordado la sección tercera de la sala de lo penal de este tribunal, que le condena por los delitos de estragos, detención ilegal con fines terroristas y robo con violencia en grado de tentativa y otro consumado a indemnizar con 5.049.094 euros a los dueños de los inmuebles que resultaron dañados; con 22.519 a los de los vehículos perjudicados.
El tribunal, compuesto por el presidente Alfonso Guevara y las magistradas Ángeles Barreiro y Clara Bayarri, también le obliga a pagar 6.000 al dueño del vehículo con el que ETA ejecutó la acción y 700 a la persona que sufrió las lesiones.
La sentencia considera probado que Beobide -conocido como "el etarra de la bici" porque circulaba en una cuando fue detenido en Guipúzcoa el 13 de febrero de 2010- fue captado por la organización terrorista a comienzos de 2008 y formo el comando "Basakatu" tras haber recibido instrucción en Francia.
Al grupo se incorporaron otras dos mujeres que la sentencia no cita -Itziar Moreno, "Leia", en paradero desconocido, y Ohiana Mardaras, "Hodei", arrestada en Francia en junio de 2009 tras sufrir un accidente de tráfico- y los tres "centraron sus objetivos" en la televisión pública vasca.
Confeccionaron un artefacto de unos 100 kilos de explosivos
Para ello, confeccionaron un artefacto con entre 80 y 100 kilos de nitrato de amonio y aluminio y sistema de iniciación eléctrico, tras lo cual lo ocultaron en una zona boscosa detrás del Consorcio de Aguas de Bilbao.
La mañana del atentado, prosigue el tribunal, los terroristas interceptaron una furgoneta en el barrio de Buiagoiti de Arrigorriaga (Vizcaya) que había sido "objeto de observaciones anteriores", y a cuya conductora le hicieron señales para que se detuviera bajo el "aviso de sacar un arma", aunque esta "hizo caso omiso y aceleró".
Sin embargo, minutos después, al paso de otra furgoneta, el comando consiguió pararla amenazando al conductor para que saliera del vehículo y poder introducirlo en la parte trasera.
Posteriormente, en una zona boscosa de Arrigorriaga, advirtieron al conductor de la furgoneta de que eran miembros de ETA, le ataron a un árbol y le amordazaron, aunque posteriormente, cuando los terroristas ya habían huido del lugar, consiguió quitarse la capucha y desatarse.
Sobre las 09:01, una de las mujeres dejó el vehículo aparcado junto al edificio de la EiTB y Beobide llamó poco después al servicio de bomberos del Ayuntamiento de Bilbao con el móvil del secuestrado para alertar de la situación de éste y de la colocación de la bomba, que explotó sobre las 11:05 horas, causando cuantiosos daños materiales y lesiones en una persona. El atentado fue reivindicado por ETA a través del diario Gara el 21 de febrero de 2009.
Los magistrados concluyen la "participación directa, material y voluntaria" de Beobide en los hechos por los restos biológicos hallados en el lugar donde fue atado el conductor de la furgoneta, cuyo testimonio también citan por estar en "concordancia" con lo que se desprendió después de la inspección ocular de esta zona.
“Participación directa, material y voluntaria de Beobide“
Además, sobre las lesiones que presentaba Beobide cuando fue detenido, el tribunal subraya que fue arrestado en "condiciones de regularidad" y prestó "voluntariamente" sus declaraciones y que "pegó varios cabezazos en el cristal blindado del coche, y una vez dentro se golpeó con la estructura metálica y se hizo una brecha", tal y como relataron los agentes que participaron en la detención.