La reestructuración de la deuda griega sigue sin cerrarse tras la cumbre extraordinaria de la UE
- Los líderes urgen otra vez a la banca y Atenas a cerrar el acuerdo esta semana
En la cumbre extraordinaria de la UE que ha cerrado el pacto para impedir en el futuro los déficits públicos, el problema más acuciante de la eurozona, la reestructuración de la deuda griega, sigue pendiente. Los líderes simplemente han “urgido” a los acreedores privados y Atenas a que lleguen a un acuerdo esta semana.
Aunque esta es una declaración que se viene oyendo repetidamente desde hace varias semanas, cuando se intensificaron las negociaciones entre el Instituto Internacional de Finanzas (IFF), la asociación de la gran banca, y el gobierno griego, sobre los detalles del acuerdo al que se comprometieron las partes en la cumbre europea de octubre: una quita voluntaria del 50% de la deuda del país.
Desde entonces, apenas se ha avanzado y ese acuerdo se revela ahora insuficiente a la luz de los nuevos datos económicos: el déficit en Grecia apenas se reduce porque los durísimos recortes impuestos por el Gobierno en coordinación con la Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional no ha hecho sino hundir al país en la recesión.
Desde hace semanas, el IFF y Grecia están negociando los detalles de la quita, fundamentalmente del interés de los nuevos bonos, que pueden suponer en la práctica una condonación mayor.
Los seguros de deuda
Pero otros inversores o especuladores pueden estar interesados en que la negociación fracase y preferir que el país declare la quita obligatoria (quiebra) para cobrar los seguros que han comprado en mercados de derivados opacos.
Y si bien los principales tenedores privados de bonos griegos son los bancos europeos, también los hay fuera del continente, por lo que el marco de negociaciones además excede a la UE.
Con todo este panorama, se esperaba no obstante que el Consejo Europeo de este lunes tomara alguna medida sobre este tema, toda vez que además en los últimos días han surgido voces que reclaman nuevos esfuerzos para ayudar a Grecia con dinero público, ante la incapacidad o insuficiencia del acuerdo con los acreedores privados.
Así, el presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, ha dicho que los líderes han pedido a las autoridades griegas y a la troika (Banco Central Europeo, Comisión Europea y FMI) “que acuerden los pasos para poner el programa en la buena dirección a finales de semana".
"Urgimos a los ministros de Finanzas a que tomen todas las acciones necesarias para aplicar el acuerdo sobre la participación del sector privado y para adoptar el nuevo programa para finales de la semana", a tiempo para lanzar el canje de bonos de deuda "a mediados de febrero", ha añadido.
Sin ese acuerdo, que Grecia negocia en paralelo a un nuevo rescate (a cambio siempre de más recortes, como rebaja de salarios), el país no podrá afrontar los vencimientos de deuda en marzo, algo que puede tener consecuencias imprevisibles para el conjunto de la zona euro.
Por otra parte, al menos oficialmente, en la cumbre no se ha tratado la idea de Alemania de imponer una tutela o mayor control sobre la economía griega, propuesta que ha aparcado por las críticas recibidas.