El Supremo rechaza las pruebas pedidas por Garzón para justificar sus cobros en Nueva York
- El instructor dice que las diligencias no tienen relevancia
- Garzón quería demostrar que en NY disponía de una sola cuenta bancaria
El magistrado instructor de la causa abierta a Baltasar Garzón en el Tribunal Supremo por los cobros que recibió mientras impartió unos cursos en Nueva York, Manuel Marchena, ha denegado al juez la práctica de las diligencias que había solicitado para justificar los cobros que recibió por dichas conferencias.
Garzón solicitó la declaración de la persona que cumplimentó el impuesto sobre el patrimonio del juez durante 2002 para demostrar que disponía en Nueva York de una única cuenta bancaria en Citibank, así como la remisión de comisión rogatoria a EEUU para reclamar al Center on Law and Security, que organizó los cursos, la documentación de las subvenciones obtenidas del Banco de Santander.
El juez también quería que se tomara a través de una comisión rogatoria a una empleada de la Universidad de Nueva York y a un traductor para aclarar el error de la página web del centro que presentaba al magistrado como la persona que gestionó y obtuvo la financiación para la realización de los cursos.
Diligencias que "poco o nada" pueden añadir
En un auto dictado el pasado día 26, antes de concluir la instrucción e imputar a Garzón un delito de cohecho impropio, Marchena considera que las diligencias solicitadas carecen de relevancia y "poco o nada" pueden añadir sobre sus ingresos.
En este sentido, explica que el testimonio de los principales responsables de las entidades que ofrecieron fondos para los cursos organizados por el querellado -ENDESA, BSCH, Telefónica y BBVA-, puso de manifiesto que no exigieron una cuenta pormenorizada de los términos en que fueron aplicadas las cantidades abonadas al Center on Law and Security y que no se exigió un expediente justificativo de cada uno de los gastos.
"Los documentos que obran en la pieza separada y a los que alude la defensa, referidos al supuesto detalle de las subvenciones obtenidas del Banco de Santander, no son tales", dice Marchena, que recuerda que se trata de una carpeta en la que se entremezclan recibos que fueron entregados por Laura Turégano, directora adjunta del Centro Rey Juan Carlos I, después de ser requerida repetidas veces por el instructor.
"A lo largo de la causa no se ha constatado obstáculo real para que el querellado, si les atribuye relevancia probatoria, pueda obtener por sí esos documentos", añade Marchena, que además cree que tampoco son pertinentes las declaraciones de los testigos que había solicitado Garzón, puesto que ya consta la "tesis oficial" de la Universidad de Nueva de York, que asegura que hubo un error en la página web.