Un español logra fotografiar en detalle a una tribu aislada del Amazonas
- Se trata de los mashco-piro, en el sureste de Perú
- Survival denuncia que se ven acosados por la industria maderera
- En todo el mundo quedan unos 100 pueblos indígenas aislados
Un encuentro casual con una tribu del Amazonas se ha visto reflejado en las imágenes más cercanas que jamás se han tomado de ellos. Las fotografías publicadas por la ONG Survival International muestran a una familia de indígenas 'mashco-piro', del sureste de Perú, una tribu que ha tenido poco o ningún contacto con el mundo exterior.
El reportaje se publica exactamente un año después de que las imágenes aéreas de un grupo no contactado de Brasil dieran la vuelta al mundo. Estas nuevas instantáneas pretenden denunciar la situación en la que se encuentran estos poblados, acosados por la industria maderera.
Se sabe que los mashco-piros viven en el Parque Nacional de Manú, pero en los últimos meses se han recibido informaciones sobre un aumento en el número de avistamientos de sus miembros.
La ONG señala que "la tala ilegal dentro y alrededor del parque y los vuelos a baja altura de los helicópteros de los cercanos proyectos petroleros y gasísticos" pueden "haber forzado a los indígenas a desplazarse de sus hogares" por lo que insta al gobierno peruano a tomar las medidas necesarias para proteger estas tierras.
Acercarse a una de estas tribus no está exento de peligro. Los indígenas se defienden con flechas si se sienten amenazados.
El arqueólogo español Diego Cortijo logró acercarse a una distancia de 120 metros. Con un teleobjetivo retrató a los miembros de esta familia de indígenas. La ONG destaca que "son las imágenes más detalladas de indígenas no contactados que jamás se han obtenido".
Los mashco-piros son uno de los aproximadamente 100 pueblos indígenas aislados que habitan en el planeta. El director de Survival International, Stephen Corry, ha declarado que estas fotos "ofrecen pruebas aún más irrefutables de la existencia de indígenas aislados".
Por ello, insiste en que "ya no es aceptable que los gobiernos, empresas o antropólogos lo nieguen y se debería respetar el deseo de los indígenas de que los dejen en paz".