La defensa de Assange y la Fiscalía cuestionan ante el Supremo británico su extradición
- Su abogada duda que la fiscalía sueca tenga competancias para pedirla
- La fiscal asegura que puede haber "una interpretación flexible"
- El tribunal está presidido por siete jueces en lugar de los cinco habituales
- La audiencia se prevé que dure dos días
El fundador de WikiLeaks, Julian Asange, ha recurrido este miércoles ante el Tribunal Supremo británico, máxima instancia judicial del Reino Unido, su extradición a Suecia, país que le reclama por presuntos delitos sexuales. La Fiscalía del Reino Unido y la defensa de Assange se han enfrascado este miércoles en un debate sobre la validez de la petición de extradición del informático, reclamado por Suecia.
La fiscal Clare Montgomery, en representación de las autoridades suecas, y la abogada defensora Dinah Rose han expuesto sus argumentos ante el Tribunal Supremo británico
El propio Assange se ha personado en el tribunal, situado en el centro de Londres, antes de que empezara la sesión, prevista para las 10.30 GMT, supuestamente para eludir a los medios de comunicación, y se espera que permanezca allí hasta el final de la jornada.
Durante la audiencia, que se ha iniciado este miércoles y se prolongará hasta el próximo jueves, la abogada de Assange, Dinah Rose, ha afirmado que el proceso de extradición plantea un importante interrogante legal en relación con la Fiscalía sueca, que emitió la orden de extradición, informa Efe.
Según Rose, para cumplir con principios legales fundamentales, la firma de euroórdenes debe corresponder a los jueces, que son autoridades independientes e imparciales, condiciones que no reúne la Fiscalía.
"El Parlamento considera que las órdenes europeas de arresto deben ser emitidas por tribunales o jueces y considera que las órdenes emitidas por otros organismos no pueden ser ejecutadas", ha argumentado la defensa del informático australiano, según la misma agencia.
Además, Rose ha señalado que la orden de arresto emitida suponía una "interferencia con la libertad individual". El veredicto no se espera hasta dentro de unas semanas.
Para la fiscal, hay "una interpretación flexible"
Por su parte, Montgomery ha sostenido que la definición de autoridad judicial, en el contexto de los convenios europeos de extradición, puede tener una interpretación flexible, para acomodar los diferentes sistemas judiciales de cada país.
"La decisión básica suele ser tomada siempre por alguien que es parte en el proceso", ha asegurado Montgomery, a lo que uno de los magistrados ha observado que en el Reino Unido se percibe como salvaguarda que debe ser un juez, y no un fiscal o la Policía, el que solicite la extradición.
Assange, bajo arresto domiciliario en Inglaterra desde su detención por voluntad propia el 7 de diciembre de 2010, recurrió al Supremo después de que en noviembre pasado el Tribunal Superior aprobara su entrega a Suecia, confirmando así la decisión tomada en febrero de 2011 por un tribunal inferior.
El Supremo aceptó su recurso no por detalles del caso -está acusado de tres delitos de agresión sexual y uno de violación contra dos mujeres suecas en agosto de 2010-, sino por un argumento legal.
Assange niega los delitos y rechaza la extradición
La defensa de Assange, que niega los delitos y rechaza la extradición, alega que la Fiscalía sueca que emitió la orden de arresto del experto informático no estaba legitimada para hacerlo, sino que debió haberla firmado un magistrado de un tribunal de ese país.
El Supremo quiere revisar las circunstancias de emisión de la euroorden porque es un asunto que surge constantemente en casos de extradición y que subraya la necesidad de clarificar el marco legal de las órdenes europeas de arresto.
Si el juez diera la razón a la defensa de Assange, ello tendría serias consecuencias para el sistema europeo de extradiciones.
En cambio, si diera por buena la euroorden y autorizara la extradición, el australiano sería entregado a las autoridades suecas en el plazo de diez días aunque, según apunta este martes el periódico The Guardian, podría apelar ante el Tribunal Europea de Derechos Humanos.
Assange, de 40 años, siempre ha mantenido su inocencia y al principio de su proceso judicial en el Reino Unido -luego cambió la táctica- denunció una persecución orquestada por Estados Unidos por haber revelado miles de cables diplomáticos secretos de ese país a través de WikiLeaks.
Investigación en EE.UU.
EE. UU., que actualmente juzga al informante del portal, el soldado Bradley Manning, ha abierto una investigación contra Assange y los seguidores del periodista no descartan que intenten solicitar su extradición.
El fundador de WikiLeaks, que también difundió en 2010 un vídeo en que se veía a soldados estadounidenses matando a civiles en Irak, fue detenido en Londres días después de que el 28 de noviembre de ese año cinco grandes periódicos de todo el mundo, entre ellos el The Guardian británico y El País español, publicaran la exclusiva de los cables diplomáticos.
Tras difundirse esa información, que avergonzó a multitud de Gobiernos, empresas de tarjetas de crédito como Mastercard o Visa bloquearon el acceso a fondos de Assange, lo que le obligó a suspender temporalmente las actividades del portal.
Desde su detención a finales de 2010, el antiguo pirata informático ha estado bajo arresto domiciliario en la mansión en la campiña inglesa del periodista británico Vaughan Smith, uno de sus defensores junto con el cineasta Ken Loach.
Con un futuro incierto, Julian Assange, nacido en Australia en 1971 y que tuvo una infancia errante, no piensa dejar su actividad que considera de denuncia y en marzo va a presentar una serie de programas de entrevistas en la televisión rusa a "revolucionarios" y "visionarios" para "reflejar los cambios que atraviesa el mundo".