El 38 Congreso del PSOE decidirá a partir de este viernes quién lidera la "respuesta socialista"
- El sábado, a las 14 horas, se conocerá al nuevo secretario general
- Alfredo Pérez Rubalcaba y Carmen Chacón parten muy igualados
- Andalucía aporta uno de cada cuatro votos en el Congreso
- Zapatero se despide este viernes de la primera línea de la política
En el PSOE se avecina un cambio, lo que todavía no se sabe es si será un gran cambio y sobre todo quién lo encarnará. Del 38 Congreso federal, que se celebra en Sevilla a partir de este viernes, saldrá el nuevo secretario general del partido.
Será el sustituto de José Luis Rodríguez Zapatero, lo cual son palabras mayores teniendo en cuenta que el expresidente del Gobierno ha estado 12 años al frente del partido y casi ocho en la Moncloa. El sábado a las 14 horas se sabrá quién lidererá "La respuesta socialista"-lema del Congreso-
En Sevilla también enfilará Zapatero la despedida de la política, con un prestigio carcomido por la gestión de la crisis económica, que ha pasado factura también al partido en las tres últimas convocatorias electorales.
Alfredo Pérez Rubalcaba fue el primero en mostrar que aspiraba a liderar el partido el 29 de diciembre, una semana después lo hizo Carme Chacón, a la que se esperaba entre la militancia del PSOE. Ahora sabremos si se la esperaba para ganar. Lo que es seguro es que la necesitaban para competir.
Los delegados vuelven a tener la llave. 956 compromisarios tienen derecho a voto y aunque ambas candidaturas se ven como ganadoras, lo cierto es que el resultado es incierto, entre otras cosas porque el voto es secreto.
En la recta final pocas son las grandes delegaciones que podrían votar "en bloque". Solo País Vasco (22 delegados) y Castilla y León (45 delegados), a Rubalcaba. Cataluña (101 delegados), a Chacón.
La batalla de Andalucía
Las otras tres más grandes: Madrid (79 delegados), Valencia (87 delegados), y Andalucía (234 delegados) están completamente abiertas. Si la comunidad andaluza, con el 25% de los sufragios, se decantará mayoritariamente hacia un lado sería la clave que decantaría el Congreso.
Aunque se le adjudica predilección por Chacón, el presidente de la Junta de Andalucía y secretario general de los andaluces, José Antonio Griñán, no se ha querido pronunciar por uno u otro. Cinco de sus secretarios provinciales si han manifestado su apoyo a la exministra, dos, a Rubalcaba. Todos reconocen que no tienen la "llave" de sus delegados.
Griñán es el candidato a las próximas elecciones andaluzas del 25 de marzo. Sería difícil encajar otra derrota electoral, la primera en el que se ha llamado el 'mayor granero de votos' del PSOE. De momento, las encuestas apuntan su derrota.
Rubalcaba, la ortodoxia, Chacón, el cambio
La defensa del Gobierno en Andalucía, el elogio hacia su política ha sido uno de los mensajes comunes entre los dos candidatos. El presidente andaluz lo exigió. Y parece lógico que hicieran causa común por esta región, aunque solo fuera desde un punto de vista estratégico.
Los precandidatos han recorrido todas las federaciones para convencer de que el partido tiene que levantarse, ser oposición, aportar soluciones socialdemócratas y formarse como alternativa de gobierno.
Las sensaciones que quedan tras la campaña es que Chacón se identifica con la renovación y Rubalcaba con la solidez de la ortodoxia, por eso quizá han adjudicado al exministro el ser el candidato del aparato, una etiqueta que histórica y paradojicamente juega en contra de los que la portan. De forma inédita, Felipe González le ha dado su apoyo, aunque afirmó que "quiere mucho" a Chacón.
Duelo entre "dos estilos"
Es un duelo entre "dos estilos" ha afirmado Marcelino Iglesias, secretario de Organización del PSOE, quien considera que existe un programa que se llevó a las recientes elecciones generales y que fue validado por unanimidad por el Comité Federal. Así da a entender que no hay grandes diferencias ideológicas. También lo reconocen los candidatos, aunque se deslizan mensajes de autoafirmación.
Por el camino Chacón se ha cansado de repetir que el partido no puede caer en el "inmovilismo" y que el PSOE necesita "abrir puertas y ventanas".
Mientras Rubalcaba asegura que tiene "progama" y que hay que cambiar "pero con contenido" para hacer oposición desde las convicciones que han formado la socialdemocracia.
Debate de personas
Tras un Conferencia política el año pasado y un programa electoral votado unánimemente, se espera de este Congreso también nuevas directrices, además del "liderazgo fuerte" y la "unidad", que preconiza Iglesias.
Los candidatos y los dirigentes destacan el gran debate que se ha dado en las agrupaciones sobre una ponencia marco de más de 150 páginas, que se han traducido, según la organización, en casi dos mil enmiendas que se tendrán que votar también en el Congreso.
Pero medios de comunicación y especialistas como el sociólogo José Félix Tezanos creen que ha sido un debate muy "entre personas".
Ha sido el propio exministro de Presidencia, Ramón Jáuregui, quien afirmó este miércoles en TVE que en el Congreso no se podrá hacer un gran debate y que quizá sea necesario un congreso extraordinario o una o dos conferencias políticas para eleborar esa propuesta de PSOE del siglo XXI.
Quizás sea demasiado para tres días. Eso lo sabremos el domingo, 5 de febrero, alrededor del mediodía cuando se hayan votado conclusiones de comisiones, ponencia marco y nueva ejecutiva del PSOE.
24 horas antes habremos conocido quién liderará la oposición y la principal alternativa de gobierno. El 25 de marzo tendrá sus dos primeros exámenes electorales: Andalucía y Asturias