La batalla campal en El Cairo se intensifica mientras la junta militar señala al extranjero
- Un militar y dos manifestantes fallecen en la jornada del viernes
- Los activistas queman un edificio gubernamental junto al Ministerio de Interior
- La junta militar dice que el país atraviesa su etapa más peligrosa
La batalla campal entre manifestantes y policías tras la tragedia de Port Said se ha intensificado este viernes en las calles de Egipto, donde han fallecido otros dos manifestantes y un militar, mientras el ejército ha acusado a "partes extranjeras e internas" de la escalada de la violencia.
El epicentro de los enfrentamientos se encuentra en los alrededores del Ministerio del Interior, en el centro de El Cairo, en cuyos alrededores los manifestantes han prendido fuego a la sede principal del servicio de tributos inmobiliarios.
Este importante edificio administrativo está ubicado en la esquina de las calles Mohamed Mahmud y Mansur, epicentro de los enfrentamientos, según han informado fuentes de los servicios de seguridad, que han agregado que los manifestantes han sacado armarios y escritorios de la sede para utilizarlos como barricadas.
En esa zona manifestantes con piedras y policías con gases lacrimógenos chocan tras 48 horas de disturbios, los más graves desde el pasado mes de noviembre, que ha dejado ya cinco muertos -dos de ellos en Suez
Los tres fallecidos en El Cairo este viernes son dos manifestantes que murieron a unos metros del Ministerio mientras la Policía lanzaba ráfagas de aires lacrimogenos y disparaba perdigones, mientras que la tercera víctima es un soldado atropellado por un vehículo antidisturbios.
La guerrilla urbana arrancaba esta jornada cuando un pequeño núcleo de activistas levantaba un muro de hormigón que bloquea la principal calle que conecta con el Ministerio de Interior para poder acorralar el edificio.
"Lo hemos levantado solo con nuestras manos, somos hijos de faraones", ha declarado a Reuters Abdul-Ghani Mohamed, un albañil de 32 años.
La Junta Militar culpa a partes extranjeras
Los choques amenazan con reavivar el conflicto político en el país entre los que piden la salida inmediata del poder de la junta militar, que dirige el país tras la caída de Mubarak, y los que quieren mantener el calendario actual de transición, que contempla la marcha de los militares para mediados de 2012.
En este sentido, la Junta Militar egipcia, que dirige el país desde la renuncia hace un año del expresidente Hosni Mubarak, ha considerado que el país atraviesa "la etapa más peligrosa y más importante de su historia" y ha acusado a "partes extranjeras e internas" de la escalada de la violencia.
En un comunicado difundido en su página en Facebook, la cúpula castrense ha reclamado a todas las fuerzas políticas que "asuman su papel para intervenir de manera activa y eficaz para enterrar la discordia", ante los graves disturbios que se llevan viviendo en las últimas 48 horas.
El Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas (nombre oficial de la junta militar), presidido por el mariscal Husein Tantaui, asegura que "siempre ha defendido el derecho del pueblo a la manifestación pacífica, que todas las instituciones están obligadas a escuchar".
Sin embargo, la Junta ha observado "el aumento del peligro en el marco de la propagación de rumores y la insistencia por algunas partes en amenazar las propiedades e instituciones del Estado".
Las manifestaciones estallaron después de la mayor tragedia futbolística del país, en la que murieron 74 personas, la mayoría de ellas por una estampida provocada por el enfrentamiento de los seguidores de los dos equipos que se enfrentaban.
Sin embargo, los activistas e incluso los Hermanos Musulmanes, que domina el Parlamento tras las primeras elecciones legislativas celebradas tras la caída de Hosni Mubarak, consideran que la inacción de la Policía y los militares facilitó e incluso provocó la tragedia.
Casi 1.500 heridos
Mientras, la cifra de heridos en los choques entre policía y manifestantes junto al Ministerio egipcio del Interior asciende ya a 1.482, de los cuales casi la mitad han sido trasladados a hospitales o centros sanitarios.
Según el Ministerio de Sanidad, 835 personas han sido atendidas en el lugar desde anoche, mientras que otras 647 han recibido cuidados en los hospitales de campaña instalados en la plaza Tahrir y en centros médicos de la capital.
"Todos los heridos se encuentran estables y en su mayoría van a ser dados de alta en las próximas horas", ha detallado el doctor Adel Adaui, asistente del ministro de Sanidad, a la agencia oficial Mena.
Las atenciones médicas se han centrado principalmente en casos de asfixia causada por los gases lacrimógenos que emplean las fuerzas de seguridad, además de traumatismos, fracturas y cortes, señaló el responsable.
El Ministerio de Sanidad ha enviado 45 ambulancias a la plaza Tahrir, muy cerca del epicentro de los enfrentamientos, y ha instalado cuatro unidades médicas móviles en ese mismo lugar.