Urkullu dice que el Gobierno vasco les ha pedido ayuda porque tiene las "arcas vacías"
- El presidente del PNV revela que ha recibido una llamada "desesperada"
- Advierte de que la situación es "de emergencia" y hay "riesgo de quiebra inminente"
El presidente del PNV, Iñigo Urkullu, ha asegurado que su partido ha recibido una llamada "desesperada" de un consejero "de peso" del Gobierno vasco para pedir ayuda y encontrar soluciones o nuevas vías para inyectar recursos extraordinarios "a las vacías arcas gubernamentales". Algo que ha sido "rotundamente" desmentido poco después por el consejero del Interior, Rodolfo Ares.
Urkullu ha llegado a decir que la situación en Euskadi "comienza a ser de emergencia" y ha advertido del riesgo de "quiebra inminente". Ares ha acusado al líder del PNV de intentar desprestigiar al Ejecutivo de Patxi López y a Euskadi.
"Euskadi no está en quiebra", ha zanjado Ares en declaraciones a los medios durante el 38 congreso federal del PSOE, que se celebra en Sevilla, y ha negado que el Gobierno vasco haya hecho ninguna llamada angustiosa al PNV en ese sentido, como ha dicho Urkullu.
Ha acusado en esta línea a Urkullu de "manipular" la situación y ha sostenido que la coyuntura financiera del País Vasco "desde luego no es la que él describe".
Ares ha admitido que el País Vasco está pasando dificultades, como todos los gobiernos autonómicos, pero ha dejado claro que "todo el mundo conoce la situación de Euskadi", mejor que tras comunidades autónomas.
Según ha explicado, el Gobierno de López hace más de dos años y medio que lleva planteando al PNV y a otros partidos como el PP medidas para afrontar reformas sobre la fiscalidad o la lucha contra el fraude y poder tener más recursos, y "nadie puede decir cosas que no son ciertas".
Además, ha recalcado que todas las conversaciones que han tenido con los diversos partidos "se han planteado con toda transparencia y con toda claridad".
Pero nada tiene que ver esa posición política conocida -ha subrayado- con un intento del PNV y de su presidente para "desprestigiar al Gobierno y desprestigiar la solvencia de Euskadi" a través de "la manipulación".
"Urkullu está siempre más preocupado en atacar y combatir al Gobierno vasco aunque sea a través de la manipulación que en arrimar el hombro para salir de la crisis y que todas las instituciones trabajen juntas para afrontar la grave situación", ha apostillado.
En este sentido, se ha comprometido a seguir trabajando para buscar acuerdos "con todos aquellos que quieran arrimar el hombro", después de insistir en que la situación del País Vasco es complicada, como la de todas las autonomías, pero "es una comunidad solvente y, desde luego, no está en quiebra".
"Para nada, desde luego lo desmiento rotundamente", ha reiterado Ares.
Urkullu ha asegurado que su partido "tiene constancia" de que la situación económica del Gobierno vasco reviste una "extrema gravedad" por el "déficit desbocado" y la "falta de recursos" existentes, y ha afirmado que ve riesgo de "quiebra inminente".
En este sentido, se ha mostrado dispuesto a asumir "sacrificios", pero ha llamado al Ejecutivo de Patxi López a ofrecer datos reales de la situación y el déficit de su Gobierno en un "ejercicio sincero y descarnado, si es preciso", de transparencia. A su juicio, esto es necesario antes de plantear "cualquier medida de corrección y ajuste".
Tras señalar que "no casan las peticiones angustiosas de colaboración hechas en privado con posiciones públicas displicentes, contradictorias e irresponsables", ha realizado un llamamiento especial al PP, como socio preferente del PSE-EE, para que el "desvelo" jeltzale por "la crisis deficitaria" detectada en el Ejecutivo autónomo "sea compartido" con los populares para poder hacer frente a "uno de los momentos más críticos por los que ha atravesado la arquitectura institucional".
Un agujero de mil millones
El presidente del PNV ha exigido al Gobierno del lehendakari López "transparencia y realismo" ante la próxima reunión del Consejo Vasco de Finanzas y ha pedido que presente allí el "estado real de sus cuentas" y el "afloramiento de su déficit acumulado" para poder hacer frente a esta "delicadísima situación financiera".
Preguntado a cuánto podría ascender el "agujero" en las arcas del Gobierno vasco, Urkullu ha asegurado que podría alcanzar los mil millones de euros.
"La estimación que tenemos del déficit público en el Consejo Vasco de Finanzas de octubre pasado era de unos 706,5 millones de euros, con la percepción de que un 50 % más de esa cifra se haya incrementado", ha explicado Urkullu, quien ha recordado que el Ejecutivo ha llegado al límite de deuda posible.
Ante esta situación de "emergencia", el dirigente nacionalista se ha mostrado dispuesto a "arrimar el hombro", pero partiendo de un ejercicio "sincero y descarnado" de transparencia en las cuentas.
Ha exigido también al Gobierno vasco que dé a conocer el "escenario de amortizaciones previstas", así como que haga públicos a la "mayor brevedad" los datos disponibles del grado de ejecución presupuestaria del ejercicio de 2011, los compromisos plurianuales aprobados y su calendario de afección.