Más de 200.000 personas se manifiestan en Moscú a favor y en contra de Putin
- La policía dice que los partidarios de Putin superan en número a sus detractores
- Ambos han salido a la calle para reclamar unas elecciones limpias
Más de 200.000 personas recorren las calles de Moscú y de otras ciudades de Rusia para exigir a las autoridades rusas limpieza en las elecciones presidenciales del 4 de marzo y la anulación de los resultados electorales de las parlamentarias de diciembre.
Las gélidas temperaturas, que rondan los veinte grados bajo cero en la capital, no han impedido a miles de manifestantes salir a la calle para plantarle cara al oficialismo del primer ministro y candidato a la Presidencia, Vladímir Putin.
Al mismo tiempo, cerca de 90.000 personas se congregan en una contramanifestación en Moscú para defender la candidatura a la Presidencia de Putin, según la policía de la capital rusa.
Poco más de una hora después de iniciada la marcha, los partidarios de Putin superan en número a sus detractores, según datos de los organizadores del acto opositor y la policía.
Exigen la dimisión del Kremlin
Los moscovitas marchan 2,5 kilómetros por las calles del centro de la ciudad con pancartas que exigen la dimisión del líder del partido del Kremlin, Rusia Unida (RU), y le recuerdan a las autoridades que no han olvidado las masivas falsificaciones que se registraron en todo el país en las elecciones parlamentarias de diciembre.
En diciembre, decenas de miles de personas ya salieron a las calles de prácticamente todas las ciudades para denunciar fraude electoral a favor de RU, que salió victoriosa de aquella jornada.
Muchos de los manifestantes van ataviados con abrigos de piel, calzados con "valenki" (típicas botas de lana rusas), con la cara tapada por pañuelos y bufandas para combatir el frío, mientras que algunos nacionalistas llevan máscaras integrales que impiden que se les vea la cara.
Arcos de seguridad en la marcha
A la entrada de la calle Bolshaya Yakimanka, donde los manifestantes han de atravesar arcos detectores de metal para incorporarse a la marcha, ocho puestos recogen firmas para pedir al Tribunal Supremo la anulación de los resultados de las parlamentarias y reclutan observadores para las presidenciales.
Una vez que concluya el recorrido por el centro de Moscú, algunos líderes de la oposición extraparlamentaria, entre ellos el liberal Grigori Yavlinski, de "Yábloko", y también algunos activistas de los parlamentarios Partido Comunista y Rusia Justa, se subirán a la tribuna de la plaza Bolótnaya para pronunciar su discurso.
En el mitin exigirán la dimisión del presidente de la Comisión Electoral Central (CEC), Vladímir Chúrov, la liberación de los presos políticos, la anulación de los resultados de las elecciones parlamentarias de diciembre y su repetición.
Además exigirán que Yavlinski, cuya candidatura a la Presidencia fue rechazada por el CEC al no poder éste reunir dos millones de firmas válidas, pueda concurrir a los comicios presidenciales.
La contramanifestación
No arrancó muy bien la jornada de protesta en las ciudades del Extremo Oriente y Siberia, donde la asistencia de los ciudadanos fue sensiblemente menor de la esperada por los organizadores, debido sobre todo a temperaturas cercanas a los 20 grados centígrados bajo cero.
Mientras tanto, en Poklonnaya Gora, otro punto de la capital rusa, se espera que varios miles de personas se congreguen este sábado para defender, bajo el lema "Tenemos qué perder", la candidatura de Putin, cuya más que previsible vuelta al Kremlin fue uno de los detonantes de las actuales protestas.
Curiosamente bajo el mismo lema que la oposición -Por unas elecciones limpias- más de dos mil personas se manifestaron a favor del primer ministro en la ciudad siberiana de Cheliábinsk, mientras que alrededor de un millar, según los organizadores, hicieron lo propio en otro gélido núcleo de Siberia, Kémerovo.
El propio Putin apoyó la manifestación de Moscú y dijo que a ella asistirán "las personas que expresarán con honestidad su postura antinaranja", en alusión a la Revolución Naranja de Ucrania, a los que mostró su agradecimiento.