Rubalcaba promete un "líder fuerte", al que no quebrarán, frente a los que van de "salvadores"
- Propone "cambiar el PSOE para seguir siendo el PSOE" en el 38 Congreso
- Plantea revisar los acuerdos con la Santa Sede si siguen los retrocesos
- Vídeo del discurso íntegro de Alfredo Pérez Rubalcaba
El candidato a la Secretaría General del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, ha prometido este sábado que, si es elegido en el 38 Congreso del PSOE, será un "líder socialista fuerte" al que nadie conseguirá quebrar, en su intervención antes de las votaciones. Si gana, dice que "alumbrarán" su liderazgo dos palabras: "cambio y unidad".
Rubalcaba ha señalado que no es momento de "liderazgos personalistas" porque nunca ha creído en "salvadores", en una referencia velada a su oponente, Carme Chacón, quien por su parte ha señalado en su turno que ella no se presenta para gestionar una "travesía en el desierto" porque no es momento de "interinidades".
El exministro del Interior ha ofrecido, en un discurso con referencias a las elecciones andaluzas y asturianas como primera oportunidad para el PSOE, un "liderazgo colectivo" donde no haya "sectarismo" y donde no habrá "rubalcabismo".
En este sentido, se ha desvinculado de quienes piden apoyo a cambio de ir o no en una lista. "No lo hacen en mi nombre", ha señalado en relación a las denuncias de presiones de los últimos días en la lucha por la Secretaría General.
Ha reconocido que el PSOE "está débil" pero que "no es débil". "Nuestro partido es fuerte y un partido socialista fuerte tiene que tener un liderazgo fuerte. Y yo seré un líder socialista fuerte. A mí no me van a quebrar por lo que hemos sido, lo que somos, ni lo que vamos a hacer, no me van a hacer dar ni un solo paso atrás", ha subrayado.
El exministro socialista ha incidido en la necesidad de "cambiar el PSOE para seguir siendo el PSOE", de volver a la "unidad y coherencia" del discurso político del partido que se ha "perdido", que se ha "difuminado".
El objetivo es "recuperar la mayoría" y para ello "no hay que esperar a que cambie el viento, sino hacerlo cambiar". Rubalcaba ha señalado que el PSOE no puede dejar de ser aquello en lo que se convirtió con Felipe González: "Un partido de mayorías con vocación de Gobierno".
Rubalcaba ha reconocido errores como "no haber metido mano a los especuladores" que provocaron la crisis financiera, en alusión a la banca.
Andalucía y Asturias, "primer paso de la recuperación"
Alfredo Pérez Rubalcaba cree que las elecciones andaluzas y asturianas, del próximo 25 de marzo, "son el primer paso de la recuperación del poder socialista".
El candidato a la Secretaría General ha subrayado que "aunque han pasado pocos meses" hay votantes que apoyaron al PP que "se sienten engañados" porque no había plan para la crisis, solo un plan para llegar a la Moncloa.
Rubalcaba ha calificado el proyecto del Partido Popular de "grandísimo fraude". "Los populares se fueron del Gobierno (tras los atentados del 11M) mintiendo y han vuelto mintiendo", ha señalado el candidato en alusión a medidas como la subida de impuestos.
Plantea la revisión de los acuerdos de la Santa Sede
Lo ha dicho en un discurso, de una hora de duración, en la que ha criticado duramente algunas de las medidas de Mariano Rajoy, como el cambio de la ley del aborto o la supresión de Educación de la Ciudadanía y en el que ha anunciado que si el PP sigue "retrocediendo", el PSOE se planteará muy "seriamente" los acuerdos con la Santa Sede.
Rubalcaba ha acusado al Partido Popular de estar realizando un "ajuste ideológico": "Empiezo a ver no sin tristeza que la derecha política española es heredera de la segunda transición con la que nos amenazó Aznar".
El candidato ha amenazado con "reconsiderar" las normas de la transición democrática. "Si quieren retroceder 30 años, retrocedamos del todo. Si quieren vulnerar todos los consensos, nosotros aceptaremos el reto, y nos replantearemos nuestras posiciones".
Partido "intergeneracional" de "clases medias"
"Somos un partido, socialista, obrero y español y no tenemos que renunciar a ninguna de las cuatro cosas", ha señalado en un discurso en el que constantemente ha hablado de la necesidad de cambiar.
Ha apostado por que las federaciones tengan más peso pero sin traspasar la línea roja que separa un partido federal de una confederación de partidos. Ha pedido un partido "más feminista", "más transparente y permeable", con más peso de los militantes. Un partido de clases medias intergeneracional.
Se ha mostrado a favor de que el candidato a la Moncloa sea elegido en unas primarias "a la francesa" en la que sean no solo los militantes, sino también los simpatizantes, los que puedan votar y ha abierto la puerta a debatir si debe ser también la forma de elegir al secretario general.
Ha resaltado la "ética de la dificultad" que consiste en "hacer más cuando las cosas nos van peor". "Podemos llegar tan lejos como queramos (...) Si me dais la confianza responderé con todo mi trabajo" con un objetivo: "Cambiar el PSOE para seguir siendo el PSOE".