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Una nieta de represaliado: "Hemos estado olvidados toda la vida y nadie nos ha ayudado"

  • Declaran cuatro testigos en el juicio contra Baltasar Garzón
  • Hasta el miércoles se escuchará a más testigos propuestos por la defensa
  • El jueves está prevista la presentación de los informes de las partes

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Declaran los testigos en el juicio contra Garzón por investigar los crímenes del franquismo

"Nadie nos ha ayudado, ni la Administración ni la Justicia. Hemos estado olvidados toda la vida". Así se ha manifestado este lunes una nieta de represaliado en el juicio a Baltasar Garzón por investigar los crímenes del franquismo, Olga Alcega, presidenta de la Asociación de Familiares de Fusilados y Desaparecidos de Navarra (AFFNA), que denunció ante el juez de la Audiencia Nacional la desaparición de más de 3.000 personas en la Comunidad Foral.

Alcega es nieta de uno de los 81 fusilados el 2 de septiembre de 1936 en Magallón (Aragón) y ha sido una de los cuatro testigos que han declarado esta jornada en el juicio del Tribunal Supremo, que dedicará otras dos jornadas más a escuchar a los familiares de desaparecidos y representantes de asociaciones de Memoria Histórica, que han sido citados por la defensa para demostrar que el juez no prevaricó.

La presidenta de AFFNA ha explicado que acudieron a la Audiencia Nacional porque "quieren y merecen" justicia después de "75 años de olvido de estas víctimas", sin el apoyo ni de la Administración, ni de la sociedad ni de la Justicia, que han "mirado para otro lado".

Aunque Alcega pudo recuperar los restos de su abuelo hace dos años tras la exhumación de una fosa -el cuerpo apareció con muchos golpes y un orificio de bala en la cabeza- y "hoy puedo decir que mi abuelo fue asesinado, pero estuvo 74 años desaparecido", quiere que la Justica aclare por qué y saber la verdad de lo ocurrido.

"He tenido un padre al que he visto sufrir día a día porque han quedado marcados para toda la vida",  ha dicho emocionada ante el tribunal la testigo, que ha añadido que su abuela "murió sin ser viuda" y que su padre nunca fue huérfano porque ningún documento oficial les reconocía esa condición.

"En España ha habido mucho miedo"

La presidenta de esta asociación navarra ha explicado que empezó a indagar en la búsqueda de su abuelo y los desaparecidos de Navarra, donde ha recordado que "no hubo frente bélico", para darles "un entierro digno", ya que están "tirados en cunetas como perros".

Además, ha lamentado que en España "ha habido mucho miedo" y lo sigue habiendo a día de hoy "en según qué zonas" respecto al franquismo. "De hecho, hoy mi madre estará sufriendo porque yo estoy aquí", ha reconocido Alcega, que ha reiterado que no tiene "afán de venganza".

Otros testigos

Tras ella ha declarado Rafael Espino, presidente de Aremehisa, Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica de Aguilar de la Frontera, nieto y familiar de un total de siete desaparecidos de 111 que desaparecieron en esta localidad cordobesa entre julio y septiembre de 1936.

Espino ha explicado que no denunciaron hasta 2008 porque hasta entonces ni siquiera habían podido extraer una partida de defunción y ha indicado que con el dinero que recibieron como subvención para exhumar nueve fosas comunes no tenían "ni para empezar" y hasta él extrajo con sus "propias manos" los restos de sus familiares".

Otros testimonios han sido los de Manuel Perona, presidente de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica de Cataluña, y Pedro Fausto Canales Bermejo, presidente de la asociación de Memoria Histórica de Valladolid. Esta última asociación presentó una denuncia en 2007 ante la Audiencia Nacional pidiendo que se reconociera la condición de desaparecidos a diez personas asesinadas en 1936 en la localidad de Pajares de Adaja (Ávila) y que se comprobara que sus restos se encontraban en la Basílica de la Santa Cruz del Valle de los Caídos.

Canales, que es hijo de desaparecido -a su padre se lo llevaron cuando tenía 2 años-, ha explicado que "desde siempre" tuvo en mente denunciar esas "desapariciones forzadas" y ha explicado que esas 10 personas suponían el "10 por ciento de la población" del municipio, por lo que cree que "merecía la pena que se aclarara en sede judicial".

Además de recuperar los restos, pretende que se investiguen estas desaparaciones de unas personas "que no cometieron ningún delito y que se las llevaron de esa manera, arrancados del seno de sus familias y que dejaron a 50 niños en la más absoluta de las pobrezas".

El jueves, último día

El martes declarará, entre otros, el presidente de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH), Emilio Silva, cuyo abuelo fue asesinado por las tropas falangistas el 16 de octubre de 1936 en Priaranza del Bierzo (León), junto con otros 13 hombres, y fue también la primera víctima desaparecida en la Guerra Civil identificada mediante el análisis del ADN.

Entre los testimonios que podrá escuchar el Supremo esta semana están también los de los representantes legales de las asociaciones que en abril de 2010 solicitaron personarse en esta causa en su condición de perjudicados por los hechos que investigó Garzón, petición que fue denegada por el instructor del caso, Luciano Varela.

El abogado de estas asociaciones testificará el miércoles y ese mismo día declarará también Joan Garcés, letrado que ejerció la acusación en la causa abierta por Garzón contra el dictador chileno Augusto Pinochet,  y que es también letrado de la nieta del presidente del Gobierno de la II República Juan Negrín.

Ambos letrados han defendido en numerosas ocasiones la competencia del juez para investigar lo que califican de crímenes de lesa humanidad y el derecho de las víctimas del franquismo a ser oídas por los tribunales.

Tras la declaración de los testigos, que tendrá lugar entre el lunes y el miércoles, está previsto que comience la prueba documental y la vista seguirá el jueves con los informes de la acusación popular de Manos Limpias, que pide 20 años de inhabilitación,  y los del fiscal y la defensa, que solicitan la absolución para Garzón.

Será después cuando el juez, acusado de prevaricación, tendrá oportunidad de dirigirse a la Sala de lo Penal del Tribunal Supremo, para reclamar su inocencia durante su turno de última palabra.

El diario estadounidense The New York Times dedicó este domingo un editorial de dura crítica al proceso abierto contra Garzón por investigar los crímenes del franquismo y apelaba abiertamente por su absolución. "Encausarle por investigar los crímenes de la era de Franco es una ofensa contra la justicia y la historia. El Tribunal Supremo español nunca debería haber admitido a trámite este caso y ahora debe absolverle", recoge el texto.