2011, el peor año para la libertad de información en el mundo según Reporteros sin Fronteras
- Casi un centenar de periodistas murieron en todo el mundo
- Los regímenes amenazados por la primavera árabe recrudecen la represión
- México destaca en América Latina por las amenazas a profesionales
"Jamás los actos de censura y los ataques a la integridad física de los periodistas fueron tan numerosos como en 2011". Este es el diagnóstico de Reporteros Sin Fronteras (RSF), que ha presentado este martes en Madrid su "Informe Anual 2011" sobre la libertad de prensa en el mundo.
Los datos del documento son demoledores: 97 periodistas muertos (66 de ellos en casos en los que se ha comprobado el móvil profesional); 1.044 detenidos; 1.959 agredidos o amenazados; 71 secuestrados; 199 blogueros e internautas detenidos y 62 blogueros agredidos...
El país más peligroso del mundo para ejercer la profesión periodística sigue siendo Pakistán, seguido de cerca por México y Honduras, y es en China donde hay más reporteros encarcelados.
Por primera vez, además, RSF ha creado una lista de los diez lugares más peligrosos del planeta para la prensa: la plaza Tahrir, en El Cairo; Manama (Baréin), Abiyán (Costa de Marfil), Misrata (Libia), Veracruz (México), Khuzdar (Pakistán), Filipinas, Mogadiscio (Somalia), Dera, Homs y Damasco (Siria) y Saná (Yemen).
Tampoco los países democráticos se libran, con casos de ataques de menor o mayor importancia en España, Francia, Italia (se cita el intento de "ley mordaza" de Berlusconi) o Grecia, donde ha habido varios reporteros heridos durante las manifestaciones contra los recortes. Hungría, Turquía y Bielorrusia son casos especialmente preocupantes en Europa, según el informe. La precariedad, agudizada por la crisis económica, dificulta también la labor de los medios de comunicación.
La presentación, con la periodista de TVE Pepa Bueno como moderadora, ha contado con la presencia de Malén Aznárez, presidenta de RSF-España; Aboubakr Jamaï, fundador del semanario marroquí Le Journal Hebdomadaire, y Rosa Isela Pérez, periodista mexicana asilada en España.
Las revueltas árabes
El año de la primavera árabe ha visto también como los estados afectados por estas revueltas recurrían a la represión y al control informativo, desde Marruecos a Yemen.
Como ejemplo más actual, Siria. "En Siria hay decenas de periodistas y blogueros encarcelados, algunos torturados, aunque el número exacto no lo sabemos", ha explicado Malén Aznárez. "El control de las redes de comunicación y sociales tanto por el Gobierno como por los revolucionarios es total y no se puede decir que la información sea fiable", advierte.
Aboubakr Jamaï, periodista marroquí cuyo semanario en francés fue suprimido en 2010, ha destacado que la evolución en los países árabes es "positiva", pero conviene "no ser demasiado romántico".
En el caso marroquí, según ha explicado, algunos profesionales han tenido que abandonar la prensa en papel y crear páginas web para eludir las presiones judiciales o económicas sufridas por criticar al poder real.
México: impunidad
Otra de las caras de la represión de la libertad de prensa es la de Rosa Isela Pérez, que recibió amenazas por investigar los feminicidios de Ciudad Juárez y tuvo que pedir asilo en España.
"La libertad de expresión en México está pasando por uno de sus peores momentos. La violencia se recrudeció a partir del anuncio del gobierno federal de lucha contra el crimen organizado", explica. Pese a que el narco es el principal agresor, se han dado numerosos casos de agresiones también por parte de la Policía y elementos del Ejército.
"La pregunta es: ¿a quién acudir?. Hemos sido testigos de que quienes tenían que investigar los hechos eran los mismos que hacían las amenazas", ha declarado Rosa Isela Pérez. Once periodistas muertos y dos reporteros desaparecidos es el balance del año en el país americano.
El periodismo, más necesario que nunca
A pesar de las dificultades crecientes para ejercer la profesión, y de la también creciente influencia de las redes sociales y del redes socialesperiodismo ciudadano, los participantes han coincidido en la necesidad de que sigan existiendo periodistas.
"No creo que Facebook o Twitter o los blogs sustituyan al periodismo profesional", ha dicho Abubakr Jamaï, para quien "demasiada información mata la información: se necesita alguien para seleccionar, analizar y constrastar".
Pepa Bueno, por su parte, cree que "los periodistas hacen falta más que nunca, porque ante la diversidad de canales es necesaria la mirada del profesional".