Grecia se para contra los ajustes que exige la 'troika' a cambio de un nuevo rescate financiero
- Los sindicatos cifran el seguimiento del paro entre el 80% y el 90%
- Las centrales califican de "chantaje" las exigencias a cambio del crédito
- Los transporte solo funcionan para llevar a la gente a las manifestaciones
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Prácticamente parada. Así se encuentra Grecia este martes, día en el que transcurre la primera jornada de huelga general de este año 2012 convocada por los sindicatos en protesta por las nuevas exigencias de la troika, que incluyen una drástica reducción de los salarios, las pensiones y del gasto público, a cambio de un nuevo préstamo que evite la bancarrota del país.
"Aunque nos falta computar los datos de seguimiento de la jornada vespertina, calculamos que un 80% de los trabajadores del sector privado y un 90% de los funcionarios han secundado la huelga", ha informado a Efe un portavoz del principal sindicato del país, GSEE. No hay datos por parte del Gobierno heleno sobre la participación.
El sector marítimo, una de las industrias más potentes de Grecia, es uno de los que más han notado la huelga. También el transporte público ha seguido masivamente la convocatoria, lo que ha contribuido a parar el país. Solo los aeropuertos funcionaban con normalidad.
Los hospitales solo prestan servicios de emergencia, mientras que las escuelas han cerrado sus puertas, así como las oficinas públicas y municipales.
También algunos bancos y tiendas privadas han permanecido cerrados, aunque en estos sectores el seguimiento ha sido desigual, según diversas fuentes.
Manifestaciones contra el "chantaje" de la troika
Las asociaciones que representan a los pequeños y medianos comerciantes acusan a la troika y al Gobierno que dirige Lukás Papadimos de que con estas medidas "reducirán los estándares de vida del pueblo griego" y, de esta forma, también lo hará el consumo, poniendo en peligro sus negocios.
“Las exigencias de la troika intensificarán el círculo vicioso de la recesión“
El principal sindicato de trabajadores del sector privado, GSEE, ha denunciado las demandas de la troika como un "chantaje" que condena a Grecia a "la pobreza". Las nuevas medidas de austeridad "privarán de recursos a los servicios públicos", especialmente la sanidad y la educación, e "intensificarán el círculo vicioso de la recesión", ha criticado ADEDY, la principal unión de funcionarios del país.
Por ese motivo, y a pesar de la lluvia y el fuerte temporal que azota Grecia, unos 20.000 griegos, según datos de la policía, han participado en las manifestaciones que se han convocado en Atenas y Salónica. "¡La troika fuera de Grecia!" y "¡Abajo las medidas de la miseria!", han sido las pancartas más vistas entre los manifestantes.
Durante la concentración en la Plaza Sintagma, un grupo de manifestantes ha quemado una bandera alemana y ha intentado entrar al Parlamento, aunque se lo ha impedido la policía; que también les ha impedido quemar otra bandera nazi, informa AFP.
“Tengo 47 años y debo vivir con mi madre, a la que van a rebajar la pensión“
"Nos quieren devolver a la Edad Media de las relaciones laborales", ha dicho a Efe Dionisis, profesor de Química en una academia privada. "Tengo 47 años y debo vivir con mi madre", se ha quejado Costas, un desempleado que no encuentra trabajo ni recibe ayudas del Estado: "Además de esta situación, a mi madre le van a rebajar la pensión de 800 a 500 euros".
Los partidos que conforman el Gobierno griego -socialdemócratas, conservadores y ultraderecha- deben dar este martes una respuesta a la troika sobre las exigencias formuladas. En caso de no llegar a un acuerdo, Atenas no recibirá el crédito prometido por la Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional por valor de 130.000 millones de euros y se verá obligada a declararse en quiebra.