El primer ministro sueco propone retrasar la edad de jubilación a los 75 años

• La edad de jubilación en Suecia es 65 años, ampliable a 67
• El principal partido de la oposición lo considera "una provocación"

El primer ministro sueco, Fredrik Reinfeldt ha reavivado el debate en Europa sobre la edad de jubilación y la necesidad de ampliarla ante el aumento de la esperanza de vida. Reinfeldt cree que la jubilación debería retrasarse a los 75 años, en lugar de los 65 actuales, una propuesta que ha despertado reacciones de indignación en un país que se enorgullece de contar con un sistema de pensiones garantizado.

Reinfeldt encabeza una coalición de centro-derecha que hasta ahora ha impuesto, aunque con cautela, la reducción de algunos gastos sociales.

"La cuestión es que quien ofrece un puesto de trabajo tendrá una actitud diferente hacia alguien que tiene 55 años, si el de 55 años de edad dice: ahora estoy pensando en trabajar otros 20 años ", según cita el diario Dagens Nyheter.

Más esperanza de vida, más trabajo

"El punto de vista de la izquierda es que cuando el trabajo se vuelve muy difícil se solicite la jubilación anticipada. Yo diría que es preferible que cuando surgen las dificultades en el trabajo se adapte a algún otro tipo de empleo", ha añadido Reinfeldt.

Reinfeldt ha dicho que Suecia tiene que enfrentarse al hecho de que, para mantener los actuales niveles de bienestar, las personas que tienen una larga esperanza de vida también tendrían que trabajar más tiempo.

Sus declaraciones han tenido una amplia cobertura en los medios de comunicación locales. "Sólo hablar de elevar el límite de edad es una provocación para todos aquellos que les gustaría trabajar durante más tiempo pero no lo pueden hacer", ha dicho Tomás Eneroth, portavoz de asuntos sociales del partido opositor más importante, los socialdemócratas.

Los suecos pueden acceder a los 65 años a una pensión financiada por el Estado, para aquellos que han tenido pocos o nulos ingresos. Algunas pensiones de prejubilación se pueden solicitar a los 61 años. Las personas tienen derecho a trabajar hasta los 67 años, pero pueden prolongar su vida laboral si se ponen de acierdo con su empleador.