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Reconstruyen el canto de unos grillos de hace 165 millones de años

  • Han reproducido el canto de ejemplares de hace 165 millones de años
  • Han estudiado tanto su estructura anatómica comó los órganos estridentes
  • El sonido ha evolucionado para atraer a las hembras y evitar depredadores

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El canto de unos grillos de hace 165 millones de años

Hace 165 millones de años, el mundo estaba lleno de sonidos desconocidos, aunque algunos de los animales que ya cantaban por aquel entonces eran los grillos, algunos saltamontes y anfibios. Cantaban mediante la fricción de ciertas partes de su cuerpo, un fenómeno conocido como estridulación.

Pero, ¿cómo sonaban sus canciones? Un equipo internacional de paleontólogos ha analizado los fósiles de varios insectos de hace 165 millones de años para saber cómo cantaban y qué sonidos producían y han bautizado la nueva especie como Archaboilus musicus.

Tras analizar su morfología, los investigadores han sido capaces de reproducir las 'canciones' que emitían estos antiquísimos ejemplares y han publicado sus conclusiones en la revista PNAS.

Los científicos rescataron unos fósiles extraordinariamente conservados de ejemplares datados del Jurásico Medio. La muestra estaba tan bien conservada que las características de sus alas y los órganos estridentes se podían ver incluso con un microscopio óptico, uno de los más simples que se emplean en la investigación científica.

Las especies actuales, explica a RTVE.es Fernando Montealegre, uno de los investigadores de la Universidad de Bristol que ha participado en la investigación, "tiene alas muy asimétricas especializadas en producir ultrasonidos y frecuencias más altas que los especímenes fósiles".

Gracias a estas diferencias, "han conseguido colonizar diferentes niveles y microhábitats del bosque. Se pueden descubrir especies en la tierra, en la vegetación del sotobosque o en los árboles", señala el experto.

Sonidos altos y claros

Los paleontólogos examinaron la construcción anatómica del aparato de canto de los especímenes fósiles y lo compararon con 59 especies actuales.

Tras la investigación, llegaron a la conclusión de que estos animales produjeron 'canciones musicales' formadas por frecuencias de transmisión simples y puras.

El canto constituye un componente clave en la atracción sexual

El descubrimiento indica que el sistema de comunicación empleado por las especies actuales ya era explotado por los animales del Jurásico Medio y determina que el canto constituye un componente clave en la atracción sexual.

Cuando el macho canta, anuncia su presencia y lanza un mensaje a las hembras. Al usar un único tono, su llamadas es más alta y clara, por lo que es probable que su serenata atraiga a un mayor número de ejemplares del sexo opuesto.

Evolución del sonido

Sin embargo, esta capacidad también podría provocar que el macho se expusiera ante posibles depredadores que hubieran evolucionado su sistema auditivo para percibir estas llamadas de apareamiento y ecolocalizaran a los insectos.

Por este motivo, las especies han empleado sus mecanismos evolutivos para desarrollar ultrasonidos con los que realizar sus llamadas de apareamiento sexual que esquiven a los depredadores, algo que no se produjo hasta 100 millones de años después, posiblemente tras la aparición de los murciélagos.

La mayoría de especies actuales, matiza Montealegre, "producen frecuencias por encima de 10 kHz, y muchas de ellas pueden ser ultrasonidos. La especie extinta, Archaboilus musicus, solo usaba tonos puros y frecuencias más bajas que muchas de las especies que existen hoy en día".

Comprender cómo actuaban estos insectos del Jurásico, señalan los expertos, arroja luz sobre la potencial capacidad auditiva de otros animales y ayuda a los científicos a comprender un poco más del ambiente acústico de un mundo desaparecido.