La entomología forense, el estudio de los insectos asociados con cadáveres

• Esta disciplina se ha hecho muy popular a raíz de series como CSI
• Los insectos son los primeros organismos que descubren un cadáver
• Se emplea para estimar el tiempo transcurrido desde la muerte de una persona

A hombros de gigantes

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La entomología forense es una disciplina científica que se ha hecho muy popular a raíz de de series como CSI. Es el estudio de los insectos asociados con cadáveres.

Se utiliza, entre otras cuestiones, para estimar el tiempo trascurrido desde la muerte de un individuo (intervalo postmortem), la identificación de los posibles traslados del cuerpo, o las características de las zonas de procedencia.

En los últimos años se ha convertido en una herramienta muy eficaz en la lucha contra el crimen. En 'A hombros de gigantes' hemos hablado con José Luís Viejo, catedrático de Zoología de la Universidad Autónoma de Madrid.

“Hasta hace poco tiempo los gusanos solo eran una señal de putrefacción“

Hasta hace muy poco tiempo, los investigadores veían en los gusanos de los cadáveres una simple señal de putrefacción que había que limpiar de inmediato.

Pero a finales del siglo XIX, empezó a ser tenida en cuenta la entomología forense. El profesor Viejo ha explicado que los insectos son los primeros organismos que descubren un cadáver.

Pocos minutos después de la muerte

Los dípteros son capaces de localizar un cuerpo apenas unos minutos después de ocurrida la muerte, o incluso antes. Y los artrópodos aparecen en un cuerpo en descomposición en una secuencia temporal predecible, según la región y época del año.

Los entomólogos han aprendido como se produce esa visita en oleadas, pues cada estadio de la putrefacción de un cadáver atrae selectivamente a unas especies determinadas.

Más allá del tiempo que lleva muerta una persona, los insectos ofrecen información adicional. Actúan como chivatos en el contrabando de drogas, para desvelar las rutas del narcotráfico. Y en el movimiento de grupos terroristas y secuestradores.

Los insectos estrellados en la matrícula, el limpiaparabrisas o el radiador del coche permiten establecer cuál ha sido su itinerario. Y los huevos y larvas adheridos a las hojas de cannabis y otras drogas pueden hacer las veces de un sello de denominación de origen.

A HOMBROS DE GIGANTES

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