La hija de Garzón: "Jamás nos harán bajar la cabeza"
- María Garzón ha enviado una carta a los medios de comunicación
- Contesta a los que "brindarán con champán" por la inhabilitación del juez
- Aboga por una justicia "auténtica, sin sectarismos y sin envidias"
- Carta íntegra de María Garzón (PDF)
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María Garzón Molina, hija del magistrado Baltasar Garzón, ha contestado este jueves a todos aquellos que se han alegrado por la inhabilitación de su padre y que "brindarán con champán", que ni ella ni su familia bajarán la cabeza ni derramarán una lágrima por su culpa.
"A todos ustedes les diré que jamás nos harán bajar la cabeza, que nunca derramaremos una sola lágrima por su culpa, no les daremos ese gusto", ha asegurado María Garzón en una carta enviada a los medios de comunicación después de que el Tribunal Supremo haya condenado a su padre a 11 años de inhabilitación en su carrera profesional.
La hija del magistrado dirige su misiva a todos los que "durante años han vertido insultos y mentiras" y a los que "por fin hoy han alcanzado su meta, conseguido su trofeo".
"Nos han tocado pero no hundido"
"Nos han tocado, pero no hundido, y lejos de hacernos perder la fe en esta sociedad nos han dado más fuerza para seguir luchando por un mundo en el que la Justicia sea auténtica, sin sectarismos, sin estar guiada por envidias, por acuerdos de pasillo", escribe la joven.
En su carta aboga por una Justicia que "respeta a las víctimas, que aplica la ley sin miedo a las represalias", por una "Justicia de verdad", en la que, según ella, le han enseñado a creer desde que nació.
En esa Justicia en la que, según María Garzón, le han enseñado a creer desde que nació y la que desea que su hija, "que hoy corretea ajena a todo, conozca y aprenda a querer".
A pesar de que con la sentencia a su padre, la Justicia a la que se refiere su hija ha sido, según ella, "mermada", María Garzón confía en que "este golpe" no se vuelva en contra de la sociedad "por las graves consecuencias que la jurisprudencia sembrada pueda tener".
"Ustedes hoy brindarán con champán, pero nosotros lo haremos juntos, cada noche, porque sabemos que mi padre es inocente y que nuestra conciencia SÍ está tranquila", concluye María Garzón.