Cuatro interesantes bandas sonoras compiten por el Goya a la mejor música original
- 'La piel que habito', 'Blackhthorn', 'Eva' y 'No habrá paz para los malvados'
- Alberto Iglesias, Lucio Godoy, los Galperine y Mario de Benito, los candidatos
Tres españoles con amplia experiencia en la composición musical al servicio del cine no sólo español -Alberto Iglesias, Lucio Godoy y Mario de Benito- y dos hermanos rusos afincados en París -los jóvenes y brillantes hermanos Galperine- compiten por el Goya 2012 a la mejor música original.
Son, y por ese orden, los autores de las bandas sonoras de La piel que habito (Almodóvar) , Blackthorn (Mateo Gil), No habrá paz para los malvados (Enrique Urbizu) y Eva (Kike Maíllo).
Alberto Iglesias (San Sebastián, 1955) forma equipo con Almodóvar desde La flor de mi secreto, en 1995. Sus trabajos posteriores: Hable con ella, Volver o Todo sobre mi madre, hacen que su música esté indisolublemente ligada al cine de Almodóvar.
En La piel que habito, la cuerda ha sido de nuevo la aliada de Iglesias, en este caso para reflejar los impulsos y la angustia tanto del protagonista masculino, Ledgard (Antonio Banderas) como de su presa (Elena Anaya), con repetidos in crescendo que pueden escucharse hasta en las partes más suaves.
Los analistas más concienzudos de la carrera de Alberto Iglesias han detectado un cierto giro en esta composición al haber insertado partes tecnno-trip-hop en algunas de las piezas de la banda sonora de La Piel que Habito como es el caso del pasaje El Ataque del Hombre Tigre.
Hay quien incluso ha escuchado en esta banda sonora "una mezcla entre el propio Alberto Iglesias, Faithless y el sonido que produciría el sistema nervioso (si lo hiciera) durante un ataque de ansiedad y pánico", como apunta el sitio Cromosoma X. También hay quien ha encontrado paralelismos con las bandas sonoras de Bernard Hermann para Hitchcock.
Sin duda la música (tanto la incidental como las canciones interpretadas por Concha Buika y Chris Garneau) es uno de los nervios principales de esta historia para no dormir firmada por Almodóvar.
Música, que -como dijo el propio Iglesias- "se tiene que sujetar por sí misma y al mismo tiempo tiene que tener los oídos puestos en lo que está ocurriendo en la pantalla".
Para desconectar de esta música y afrontar su siguiente trabajo (El topo), Iglesias tuvo que escuchar música hindú y de Olivier Messiaen.
La música crepuscular de Blackthorn
El compositor y productor Lucio Godoy (Intacto, Los lunes al sol) fue el elegido para ambientar musicalmente Blackthorn, el moderno y crepuscular western de Mateo Gil que recrea una nueva vida par el legendario forajido Butch Cassidy, fallecido oficialmente en 1908 en un fuego cruzado con el ejército boliviano.
Godoy ha conseguido un perfecto equilibrio en este proyecto, componiendo por un lado melodías de aroma clásico, y consiguiendo, construir una atmósfera melancólica de tonos elegíacos. A ello, se une algún toque de humor y algunas referencias a Latinoamérica.
La banda sonora fue grabada en Budapest con la Orquesta Sinfónica de Hungría y con David Gwynn, como solista para una guitarra imprescindible en esta historia, ambientada en Bolivia.
'Eva': gélido futurismo grabado en Moscú, Praga y París
La historia futurista que nos cuenta Eva, el primer largometraje de Kike Maíllo se desarrolla en un ambiente vacío, nevado, gélido, en el que el color blanco es protagonista. Para componer su música parecen pues, bien elegido los hermanos rusos Galperine. Evgeni y Sacha Galperine llegaron a Francia desde Moscú, en 1990 donde pronto se orientaron hacia la música para imagen.
Más el primero que se orientó hacia la música sinfónica y electroacústica que el segundo que se decantó por el rock y la electrónica. Una buena combinación fraternal.
Se ha dicho que la banda sonora construida por los Galperine, delicada y "toda en stacatto" preserva el film de todo sentimentalismo. Porque la atmósfera gélida no impide que Eva sea una película que habla de emociones y conflictos humanos. También están presentes en esta banda sonora esos sutiles coros ahogados -tan clásicos de las películas de suspense- que sirven para subrayar los momentos de misterio.
Para la banda sonora de Eva, los Galperine utilizaron una orquesta sinfónica de 70 músicos, más algunos solistas (piano, violín, violoncello, arpa). También instrumentos virtuales (en ordenador) pero con sonidos, precisa Evgeni a RTVE.es, "procedentes de orígenes acústicos".
Grabaron la música en Moscú en febrero de 2011, luego en Praga y más tarde con los solistas en París.
Percusión para José Coronado
Para su historia de "cine negro, febril y contemporáneo" poblada de personajes "errantes" que habitan el caos, Enrique Urbizu ha recurrido a Mario de Benito con quien ya trabajó en La caja 507. El compositor cuenta a RTVE.es que a Urbizu le gusta implicarse en todos los ámbitos de un film, también en la música. Así que comenzaron a trabajar codo a codo desde el guión, antes de que nacieran las imágenes.
De Benito ha querido potenciar la tensión que desde el principio vive el inspector Santos Trinidad (José Coronado) con "partes fuertes de percusión". Esa tensión se irá multiplicando a medida que la aventura se complica (con la caza del testigo del crimen en que se vio involucrado Santos) y nos adentramos también el turbio pasado del policía protagonista.
Mario de Benito grabó la música original con la Orquesta Filarmónica de Praga dirigida por Adam Klemens, en cuatro días. Y luego, ya sin prisas, la percusión con su propios músicos en su estudio de Madrid. Está contento con el resultado porque ha cumplido su máxima premisa: "la música tiene que ir siempre a favor de la película". El resultado: distinguido y elegante.
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