El estilo militar se impone en los desfiles de Nueva York

• Tommy Hilfiger invita a cazar y Jason Wu pide guerra
• Custo Barcelona juega con la lana y el estilo africano
• Victoria Beckham quiere que la tomen en serio

Ese crisol de culturas que es la Gran Manzana se refleja en la pasarela neoyorquina. Oriente y occidente se mezclan, a veces con poco acierto, para crear un menú de tendencias que, a veces, no tiene nada en común con la dieta europea.

Tommy Hilfiger da un giro en sus propuestas femeninas y utiliza la vestimenta de los cazadores - los de animales, no los de tendencias- para crear un armario de aire masculino.

Burdeos y mostaza, que invitan al almuerzo en el campo, colorean vestidos y abrigos de piel que llevan ribetes en los bolsillo y originales juegos de botones. Destacan las superposiciones de prendas y de tejidos, como los jersyes de ochos con parches acolchados de un tono distinto.

Mujeres y hombres comparten colores

Los motivos de la cacería recorren la colección, como los cinturones que se estampan sobre un fondo de pitón o se aplican, en contraste de texturas, al cuello de los vestidos de seda. Los bolsos tipo zurrón, con bandolera, rematan el look deseado.

Mujeres y hombres comparten paleta cromática. Ellos se visten de ante acolchado y de piel en burdeos, marrones y crudos. Las cazadoras llevan varias cremalleras, y los sastres, en riguroso tono crudo liso, permiten que el cuello luzca una pizca de color.

Custo Barcelona, tricotando la lana

Custo Barcelona ha presentado, una vez más, una colección para hombre y mujer. Para ellas vemos minivestidos con patchwork de tejidos. Unos con franjas de colores intensos que alegran fondos más neutros, y otros con retales de tweed en rojo y negro, detalles de lana gruesa y flecos, muchos flecos.

Custo tricota diseños tipo red que dejan ver la superposición de prendas, y algunas llevan bordados metálicos que dan un aire urbanita. Los estampados de animales salvajes intentan no combinar, y se mezclan con abrigos de pelo largo para crear un estilo que recuerda a las tribus de África.

Para los chicos se insiste en los trajes de estampado generoso, algunos con detalles en piel que envuelven cremalleras. Otros, en príncipe de Gales, llevan manchas de tonos tierra que provocan un efecto “desgastado”.

Homenaje a YSL

Femenina y original. Así es la colección de Diane Von Furstenberg que apuesta por el vestido de coctel como la prenda estrella de la colección. Llaman la atención los dúos en blanco y negro, en especial los que aportan juegos ópticos con dibujos de manos inspirado en YSL. La obra del francés también está presente en combinaciones de colores intensos tan españolas como amarillo y fucsia

Corcheas y fusas bailan sobre pentagramas para decorar blusas de corte ochentero que se llevan con pantalones de cuero al tobillo y cintura alta.

Rojos, granates, morados y un celeste intenso tiñen vestidos en diferentes largos, por encima, por debajo de la rodilla o al tobillo. La diseñadora se divierte con los cuellos y los escotes con el uso de asimetrías, aplicaciones de punto grueso, formas irregulares y el clásico palabra de honor.

Oriente y occidente

Jason Wu viaja a Oriente, y llena la pasarela de estampados y bordados con los ornamentos típicos de la cultura china Su colección se tiñe de tonos oscuros y deja un toque rojo para la noche. Vestidos de cuello mao se mezclan con abrigos que se abrochan con un cinturón de aire militar.

Este estilo guerrero se revisa también en conjuntos de pantalón pitillo y cazadora acolchada con bajo de piel de pelo largo.

Nada que ver con la guerrera urbana de Helmut Lang, aunque los dos apuestan por las prendas de abrigo con anchos cinturones. La capa cruza el charco y se hace imprescindible en los armarios de Manhattan. La casa las crea en lanas de dos colores , tipo mármol, para llevar sobre otras prendas de abrigo.

La casa crea tops de parches de piel con distintas texturas, algunas de aspecto mineral. Los estampados, de vetas o lava, impactan sobre vestidos largos con asimetrías que colocan sobre pantalones muy estrechos.

Las chaquetas tienen un corte preciso, geométrico, y se mezclan con chalecos de pelo salvaje sobre piel lisa, jerseys de punto de red y transparencias con encajes que simulan los dibujos naturales de algunas piedras preciosas.