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Atenas despierta entre las cenizas tras violentos disturbios contra los nuevos recortes

  • Más de 40 edificios en llamas y enfrentamientos entre policía y manifestantes
  • Hay más de un centenar de heridos, la mayoría policías, y 130 detenidos
  • El parlamento ha aprobado un difícil acuerdo para evitar la bancarrota

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El parlamento griego aprueba los ajustes para recibir el segundo rescate financiero

Cafeterías, bancos, tiendas en llamas. Mientras los políticos helenos aprobaban poco antes de esta medianoche un paquete de recortes adicionales para lograr un acuerdo con la troika (UE,FMI y BCE) y evitar la quiebra, las calles griegas se convirtieron en un polvorín de gases lacrimógenes y cócteles molotov.

Atenas ha sido el epicentro de las protestas contra el programa de ajustes y también el de los disturbios entre la policía y los manifestantes, pero los actos de violencias también se han extendiéndose a otras ciudades del país, especialmente en las islas turísticas de Corfú y Creta.

Grupos de manifestantes prendieron fuego a más 48 edificios, total o parcialmente, en las avenidas Stadiu y Aeolu de la capital, incluidos dos cines, además de a sedes bancarias y varias cafeterías de grandes marcas, sin que los bomberos diesen abasto para apagarlos, según informan los medios griegos.  Además, una comisaría de policía fue atacada y un grupo de  manifestantes intentó ocupar, sin éxito, el edificio del Ayuntamiento

El resultado ha sido más de un centenar de heridos, la mayoría policías, según informan los medios griegos. Un portavoz policial ha informado a la agencia Efe de que, por el momento, se practicaron 130 arrestos.

Al menos 60.000 personas se concentraron en las principales zonas del centro, que acogieron a jóvenes, gente de mediana edad e incluso ancianos que portaban banderas griegas y pancartas contra la troika, contra el Gobierno, el FMI y contra la canciller alemana, Angela Merkel. Los organizadores cifran el número de manifestantes en 100.000.

Comercios saqueados

Según testigos presenciales, cuando el cantante Mikis Theodorakis trató de presionar a la policía para que le permitiesen entrar en el Parlamento y, "sin que mediase provocación", los agentes apostados en torno al hemiciclo comenzaron a lanzar gases lacrimógenos a los concentrados.

Esto no es una democracia, no nos dejan ni protestar, es una dictadura

"Esto no es una democracia, no nos dejan ni protestar, es una dictadura", protestó una joven en declaraciones a Efe. "Envían a gente pagada para que cause problemas. De esta manera pueden justificar los gases lacrimógenos e impedirnos protestar frente al parlamento", denunció Jristos, de unos 40 años.

"Lo único que queremos es que los diputados nos escuchen", añadió. Cuando la policía empezó a lanzar bombas de gases lacrimógeno para dispersar a los manifestantes, se escucharon miles de gritos y posteriormente los disturbios se extendieron por las calles adyacentes con cientos de manifestantes enfrentándose a la policía con cócteles molotov y piedras.

"Este Gobierno no tiene legitimidad para firmar ese contrato con la troika. Son traidores al pueblo griego", se quejó un hombre de unos 50 años que portaba una pancarta exigiendo elecciones y pidiendo a "los pueblos del sur de Europa" que se rebelen.

Unos 150 negocios vieron también sus productos saqueados y los  propietarios se afanan desde por la mañana en limpiar los destrozos y  los cristales rotos al inicio de una semana que se prevé será un nuevo  quebradero de cabeza para las aseguradoras y un nuevo agosto para los  reponedores de lunas de escaparate.

Llegó el acuerdo

Atenas no veía un rebrote de ira igual desde hace tres años, en 2008, cuando el asesinato del joven Alexis Grigorópulos a manos de la policía desembocó en una violenta revuelta juvenil. "Por desgracia parece que estamos reviviendo lo que pasó hace unos años", se ha lamentado el alcalde de Atenas, Yorgos Kaminis, en declaraciones al canal Mega.

Por otro lado, el grupo de "hackers activistas" Anonymous bloqueó las  páginas web del primer ministro y la Policía griegos en cuanto se  conoció el resultado de la votación.

Y ese momento se produjo minutos antes de la medianoche. Tras diez horas de debate y semanas de negociaciones y ultimátums burlados los parlamentarios acordaron por una cómoda mayoría de 199 votos frente a 74 en contra, un proyecto de ley para conseguir un préstamo de 130.000 millones y evitar la bancarrota. El primer ministro Lukás Papadimos advirtio que ese recorte es la única salida del país para evitar la "bancarrota" y el "caos social".

“Vandalismo, violencia y destrucción no tiene lugar en un país democrático y no serán tolerados”, advirtió Papadimos.

Los manifestantes dicen que los ciudadanos griegos ya han asumido suficientes recortes de sueldos y aumentos de impuestos en un esfuerzo por aliviar la carga de la deuda.