Carolina Herrera presenta una colección inspirada en el glamour
- La venezolana recrea la imagen de una mujer femenina y sofisticada
- Marc Jacobs firma una colección bastante fea inspirada en los cuentos
Dice Carolina Herrera que se ha inspirado en el glamour, pero en el glamour femenino y sofisticado de las mujeres de Nueva York. Su colección es, ciertamente, glamorosa y exquisita, con pocas referencias al pasado. Ni a los 40, ni a los 50, Herrera es una mujer de hoy que vive en la ciudad del cambio constante y, precisamente, allí vive también su musa.
Para el día propone conjuntos de superposiciones en marino y púrpura, dos colores que destacan en el desfile. Vemos algunos vestidos de cintas que recorren el cuerpo en distintos tonos de azul, otros sin mangas que se llevan sobre una camisa, y conjuntos de tres piezas de pantalón, jersey y top con mangas.
Estampados abstractos
Para el coctel apuesta por los estampados caleidoscopio y collage. Rojos, negros y plata recrean flores, rayas y otros dibujos abstractos que se completan con aplicaciones alocadas de tul en las faldas.
La noche, su fuerte, exhibe varias siluetas. Hay vestidos de silueta lápiz en celeste con dibujos en negro, otros en plata bordada sobre un fondo rosa y otros con un mar de rayas negras sobre blanco que se combinan con un llamativo cinturón naranja.
Herrera apuesta fuerte por el naranja
El naranja intenso colorea vestidos asimétricos que llevan faldas de gran volumen y bolsillos, marca de la casa. Menos impactantes pero igualmente llamativos son los que se adornan con rayas azules, los que llevan pedrería en el cuerpo y la falda lisa, o los negros con grandes estampados de pétalos. Un motivo que se repite en los abrigos que llevan piel de pelo largo en el bajo.
Anna Wintour y Renée Zellweger ocuparon la primera fila. La actriz, fiel a la venezolana, suele llevar sus vestidos en la alfombra roja de los Oscar.
Marc Jacbos, un cuentista
Febrero es tiempo de carnaval y Marc Jacobs ha querido celebrarlo a lo grande. Su pasarela era un gran bosque, un tanto misterioso, por el que las modelos han paseado vestidas como algunos personajes de los cuentos de los hermanos Grimm.
Destacan, por encima de todo, los sombreros gigantes que harían las delicias de la cantante de 4 Non Blondes, y también los zapatos de gran hebilla como los que llevan las brujas malvadas que protagonizan las pesadillas de los niños.
Mary Poppins, ícono de moda
La colección desprende un aire victoriano, con muchas salidas que recuerdan a Mary Poppins y su bolso, un doctor bag, en el que lleva de todo. Jacobs propone chaquetas en tweed de gran tamaño y faldas monacales por debajo de la rodilla que esconden la silueta. También pieles falsas, prendas en lana con estampados de paisleys, flores o cuadros, y bufandas XXL con enormes imperdibles.
La carta de colores es triste y pobre con púrpuras, como en Carolina Herrera, gris, negro y un verde suave, y tan solo algunas gotas de amarillo o rojo rompen la frialdad cromática.