La NASA renuncia a Marte
- Le obliga a ello los recortes en presupuesto para 2013
- Pero sigue apostando por viajes tripulados dentro del sistema solar
- También se mantiene el dinero para diseñar naves estadounidenses
La NASA ha anunciado este lunes que renuncia a su colaboración con la Agencia Espacial Europea (ESA) en la misión robótica a Marte ExoMars, que los europeos planean llevar a cabo en el 2016.
"No vamos a seguir adelante con las oportunidades (de participar en 2016 y 2018) con ExoMars que hemos estado estudiando con la Agencia Espacial Europea", ha comentado el director de la NASA Charles Bolden en una rueda de prensa dónde también ha difundido el presupuesto de la NASA para 2013.
“Se tienen que tomar algunas decisiones duras“
En 2009, la NASA y la ESA firmaron un acuerdo para compartir los costes de una misión en dos partes a Marte, que incluía el lanzamiento de un orbitador en 2016 y dos robots exploradores en 2018. Este proyecto tenía el objetivo de buscar señales pasadas o presentes de vida en el Planeta Rojo, así como probar tecnologías necesarias para un viaje de ida y vuelta.
Recortes
El presupuesto de la NASA para el año que viene cuenta con 44,5 millones de euros menos que este año (un 0,3 por ciento menos), con recortes especialmente notables en algunas áreas de ciencia espacial y de exploración planetaria. Por el contrario, incluye algunos aumentos en desarrollo de tecnología y en misiones de exploración espacial tripulada para viajar más lejos en el Sistema Solar.
"No hay duda de que se tienen que tomar algunas decisiones duras", ha explicado Bolden. Por su parte, la subdirectora de la NASA, Lori Garver ha apuntado en un comunicado que "este presupuesto nos pone en la dirección para explorar más lejos en el espacio que nunca antes, para revelar lo desconocido e impulsar la economía nacional en los años venideros”.
La NASA invertirá en nuevas tecnologías espaciales, como comunicaciones por láser y un mecanismo que permita repostar propergol en gravedad cero, lo que mejorará la capacidad de realizar viajes tripulados más lejos y aumentará la competitividad de la industria espacial estadounidense.
El presupuesto destinado al telescopio James Webb Space, uno de los grandes proyectos de la NASA, con el que esperan reemplazar al veterano Hubble, aumentará en más de 82 millones de euros que el año precedente.
También continuará el trabajo emprendido para desarrollar un Sistema de Lanzamiento Espacial (SLS) para lanzar la cápsula Orión -todavía en pruebas- para enviar a los astronautas a destinos nunca antes alcanzados como un asteroide y Marte.
Mientras tanto, continúan los esfuerzos para remodelar el Centro Espacial Kennedy de Cabo Cañaveral (Florida) en un complejo más moderno. Desde aquí, salían los transbordadores que retiraron en julio pasado, tras 30 años de servicio.
Si bien, ahora EE.UU. recurre a las naves rusas Soyuz para viajar a la Estación Espacial Internacional, la NASA destinará casi 627 millones de euros en renovar su alianza con la empresa privada encargada de diseñar naves estadounidenses.
Bolden ha señalado que el primer vuelo comercial con astronautas no se espera antes de 2017 y la primera misión en la que se utilice la cápsula Orión para viajar más allá de la órbita terrestre no será antes de 2021.