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Hace 13.000 años había ya diferencia de clases

  • Así lo revelan restos de un poblado al sur de Siria
  • Hay dos cabañas con mayor complejidad del resto
  • Las diferencias de autoridad aparecen así 2.000 años antes de lo pensado

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Cabaña circular con muro periférico en piedra. En el poblado se documentan las primeras etapas en la evolución de la cabaña a la casa, clave en la aparición de las primeras sociedades de agricultores y ganaderos.
Cabaña circular con muro periférico en piedra. En el poblado se documentan las primeras etapas en la evolución de la cabaña a la casa, clave en la aparición de las primeras sociedades de agricultores y ganaderos.

Hace 13.000 años, las comunidades que habitaban el sur de Siria comenzaban a exhibir una diferenciación social, según los análisis del yacimiento de un antiguo poblado estudiado por un equipo de investigadores en el que ha participado el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). 

El poblado completo, denominado Qarassa 3, se compone de 12 cabañas. Dos de ellas muestran un nivel de complejidad superior al resto. Según el investigador del CSIC Juan José Ibáñez, “esta característica podría indicar una diferencia en el rol social de sus habitantes”.

Estas dos viviendas más complejas son las que están  situadas en la zona más meridional del poblado. Una de ellas presenta  divisiones internas y una pequeña plataforma interior sobreelevada, y la  otra consta de una fosa y dos plataformas exteriores asociadas a la  puerta de entrada. 

La organización de la sociedad también se plasma en el espacio

Ibáñez señala que esta estructura refleja que "hay una diferencia de funciones en el espacio, y la organización de la  sociedad también se plasma en el espacio".

Los investigadores creen que podrían pertenecer a individuos con mayor autoridad, aunque desconocen si esta autoridad era individual o colectiva. Estas diferencias de grupo aparecen unos 2.000 años antes de lo que se pensaba, hace 13.000 años, cuando aún existían los  cazadores recolectores, nómadas en proceso de sedentarismo.

Un poblado alrededor de un edificio

El resto de las cabañas se articulaba a partir de un edificio central. Se distribuían de forma cercana las unas a las otras y organizadas en forma de arco hacia un antiguo lago. De ellas se conserva la base de los muros, erigidos con piedras basálticas. 

Gracias a estas bases, se sabe que las estancias eran circulares, de entre cuatro y cinco metros de diámetro. La existencia de agujeros de poste sugiere que la cubierta y el alzado de las paredes eran de materia vegetal.

Las características del yacimiento lo incluyen dentro de la cultura natufiense, que habitó esta región hace entre 14.000 años y 9.000 años aproximadamente. El hallazgo, por tanto, asienta los rasgos de esta cultura, asociada al principio de la sedentarización. 

Ibáñez detalla: “No podemos saber con seguridad si vivían todo el año en esas cabañas o sólo durante largos periodos, pero supone un gran asentamiento frente a las comunidades nómadas”.

La sedentarización trajo consigo la aparición de la ganadería y la agricultura, y el abandono de la caza y la recolección. Según el investigador del CSIC, “no se han encontrado indicios de agricultura en el poblado, pero sí se ha comprobado una mayor explotación de los cereales ya que han aparecido más de 80 morteros excavados en la roca de los alrededores y útiles para el segado”.