Pyongyang distingue al difunto líder Kim Jong-il con el rango de 'generalísimo'
- Ensalzan su figura por convertir a Corea del Norte "en un estado nuclear"
- Afirman que "realizó contribuciones inmortales a la paz y la estabilidad globales"
- Se celebra así el primer cumpleaños póstumo de Kim Jong-il
Corea del Norte nombró "generalísimo" a título póstumo a Kim Jong-il y lo ensalzó por convertir a Corea del Norte "en un estado nuclear" un día antes de que el país conmemore el cumpleaños del difunto líder, informaron hoy medios estatales de Pyongyang.
Las autoridades de Corea del Norte han emitido un decreto que otorga "el título de generalísimo" al líder, fallecido repentinamente de un ataque al corazón el pasado 17 de diciembre, según divulgó la Agencia Central de Noticias (KCNA) del país comunista, en un despacho recogido por la agencia surcoreana Yonhap.
Kim Jong-il "elevó a nuestro país a un estado nuclear", afirmó la agencia estatal norcoreana en referencia a las pruebas nucleares de 2006 y 2009 que costaron a Pyongyang sanciones de la ONU.
La KCNA detalló que el difunto líder "realizó contribuciones inmortales a la paz y la estabilidad globales", y llevó al país a fabricar y lanzar satélites artificiales, en un programa cuestionado por la comunidad internacional debido a las sospechas de que encubre propósitos militares.
Corea del Norte celebra este 16 de febrero, el primer cumpleaños póstumo de Kim Jong-il, que cumpliría 70 años, en uno de los festivos más importantes del país, conocido como el "Día de la Estrella Brillante".
Desde el fallecimiento, hace casi dos meses, de Kim Jong-il, Corea del Norte experimenta la transición del poder absoluto a su hijo menor Kim Jong-un que, según informó hoy la KCNA, ha ordenado por primera vez una promoción colectiva de generales en el Ejército Popular de Corea del Norte.
El sucesor, cuya edad se estima entre 28 y 29 años, promocionó a un total de 23 generales, entre ellos Kim Yong-chol, sospechoso de haber participado en el hundimiento del buque surcoreano Cheonan en marzo de 2010.
Seúl señala a Corea del Norte como el autor de este ataque, que acabó con la vida de 46 militares surcoreanos, aunque el régimen comunista niega su implicación en el suceso.