La caída del consumo provoca un retroceso del PIB del 0,3% en el cuarto trimestre
- España creció solo un 0,7% en 2011, por la contracción de la demanda nacional
- El consumo familiar ha bajado un 1,1% de octubre a diciembre
- La remuneración de los asalariados desciende un 2,1%
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España se asoma nuevamente a la recesión económica tras registrar una caída trimestral del PIB del 0,3% de octubre a diciembre, por la bajada del consumo, el gasto público y la inversión. Una tendencia que continuará en los próximos meses con lo que la economía española entraría en recesión técnica (dos trimestres consecutivos de crecimiento negativo) en el primer trimestre de este año.
Pese a la caída del cuarto trimestre, el PIB creció un 0,3% en términos interanuales y un 0,7% en el conjunto del año 2011, tras retroceder en 2010 y 2009, según los datos de la Contabilidad Nacional publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE).
El avance del PIB interanual en un 0,3% durante el cuarto trimestre del año pasado supone el sexto crecimiento interanual consecutivo que experimenta la economía española, aunque es cinco décimas inferior al que se registró en el tercer trimestre. Según el INE, la desaceleración del crecimiento interanual de la economía se debe a la "mayor contracción" de la demanda nacional.
“No ha habido recuperación en ningún momento“
Durante el debate en el Congreso sobre la reforma financiera, el ministro de Economía, Luis de Guindos, ha valorado la contracción de la actividad en el último trimestre, lo que significa "que no ha habido recuperación de la economía española en ningún momento desde el inicio de la crisis en 2008". Añade que las previsiones para este año apuntan a un empeoramiento, "con una caída de la actividad próxima al 1,5%" y "sin duda, esta situación también se verá reflejada en los indicadores del mercado laboral".
Baja la demanda nacional
El retroceso intertrimestral del PIB español experimentado en el cuarto trimestre de 2011 puso fin a siete trimestres en signo positivo. Antes de eso, la economía española encadenó otros siete trimestres en negativo.
Según el organismo estadístico, la contribución al crecimiento agregado de la demanda nacional fue un punto y cinco décimas más negativa en el cuarto trimestre que en el tercero, situándose en -2,9 puntos.
La demanda externa aumentó un punto su aportación al PIB trimestral, desde 2,2% al 3,2%, como consecuencia del notable descenso experimentado por las importaciones (5,9%), dado que el ritmo de crecimiento interanual de las exportaciones se ha ralentizado (5,2%).
Las principales economías europeas, como Alemania, Austria y Francia, también sufrieron una ralentización del crecimiento, e incluso algunas, como Italia y Holanda entraron en recesión en el cuarto trimestre. Sólo Reino Unido aceleró su crecimiento, desde el 0,5% al 0,8%.
El empleo de la economía, medido en términos de puestos de trabajo equivalentes a tiempo completo, descendió a un ritmo del 3,3%, un punto y tres décimas superior al del tercer trimestre, lo que supone una destrucción neta de casi 570.000 puestos de trabajo en un año.
Cae el consumo familiar
El retroceso interanual de la economía española durante el cuarto trimestre fue consecuencia de la caída experimentada por el consumo familiar, frente al repunte del trimestre anterior. El principal recurso familiar, la remuneración de los asalariados, baja el 2,1%, aunque el INE dice que el comportamiento contractivo se debe también a la caída de la confianza.
El gasto en consumo final de las administraciones públicas se mantuvo en una tasa negativa del 3,6%, la misma que en el tercer trimestre.
En concreto, el consumo familiar se contrajo un 1,1% en tasa interanual, frente al avance del 0,5% del tercer trimestre, mientras que el consumo de las instituciones sin fines de lucro cayó un 0,8%, en contraste con el -0,4% del trimestre precedente.
Menos inversión
La formación bruta de capital fijo (inversión) ha acentuado su decrecimiento hasta un 6,2%, sobre todo por un peor comportamiento de la inversión en construcción, que cayó el 8,2%, mientras que la demanda de bienes de equipo se contrajo el 2,7%.
Del lado de la oferta, la actividad en la industria ha recaído (0,4%) después de seis trimestres consecutivos de crecimiento, en tanto que la construcción ha registrado una caída aún mayor que en el trimestre precedente (3,7%).
En el sector servicios y la agricultura la actividad ha seguido creciendo, aunque a menor ritmo: el 0,9% y el 0,3%, respectivamente.
En el caso de los servicios el menor ritmo de avance es para las actividades relacionadas con el turismo, mientras que las actividades profesionales y las ligadas a la información y las comunicaciones han mostrado un mayor dinamismo.