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El Congreso aprueba la reforma financiera con un esfuerzo extra para sanear la banca

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El Congreso de los Diputados ha aprobado por una amplísima mayoría -303 votos a favor, 28 en contra y 6 abstenciones- la reforma financiera, que obliga a aumentar los fondos de los bancos para protegerse del riesgo inmobiliario, limita los salarios de los directivos de entidades que han recibido ayudas públicas y favorece una nueva ronda de fusiones.

El ministro de Economía, Luis de Guindos, se ha felicitado por el "amplio consenso" obtenido -gracias al apoyo del Grupo Socialista, CiU, PNV, Coalición Canaria, UPN y Foro Ciudadano- porque considera que manda un "mensaje positivo" a los mercados ante los negativos datos económicos de la eurozona publicados este miércoles por Eurostat.

De Guindos ha elevado hasta 52.000 millones de euros el saneamiento adicional que debe acometer la banca española para cubrir la pérdida de valor de sus activos inmobiliarios, al tiempo que ha advertido de un "empeoramiento" de la economía española y del mercado laboral durante este ejercicio.

El ministro se ha referido así al dato  definitivo del PIB de 2011, conocido este jueves, que  señala una caída del 0,3%. "Este descenso pone de manifiesto que no ha  habido recuperación de la economía en ningún momento desde el inicio de  la crisis", ha puntualizado, recordando que las principales instituciones financieras apuntan que el PIB español se contraerá este año un 1,5%.

"Muscúlo financiero" para recuperar el crédito

A principios de enero, De Guindos calculó que las nuevas provisiones de la banca supondrían un esfuerzo próximo a los 50.000 millones de euros, pero durante su intervención en el pleno del Congreso para defender la reforma financiera, el ministro ha señalado que las necesidades de provisión superarán esa cifra y rondarán los 52.000 millones de euros. Se trata de un esfuerzo "muy sustancial", el "más fuerte" de la Unión Europea, ha subrayado.

Esa cantidad sale de las nuevas provisiones, tanto específicas (unos 25.000 millones) como genéricas (unos 10.000 millones), más un colchón de capital adicional próximo a los 15.000 millones para aumentar las coberturas sobre suelo y promociones en curso.

De Guindos ha explicado que, a pesar de que durante la crisis las entidades españolas han aumentado sus provisiones en unos 70.000 millones de euros, el saneamiento del sector "aún no ha finalizado y permanecen dudas sobre los activos inmobiliarios" en balance. Por eso, ha justificado que ahora se exija a los bancos mayores  provisiones en un solo año para tener cubierto el suelo que tenían al  acabar 2011 en un 80 % (antes un 31 %), las promociones en obra, un 65 %  (antes un 27 %) y las viviendas terminadas, un 35 % (antes un 25 %).

"La reforma pretende lograr un sistema financiero solvente, fuerte y un gobierno corporativo de alto nivel",  ha asegurado De Guindos durante su comparecencia en el Congreso, donde  ha defendido que que el real decreto ley tiene como objetivo dotar de  "músculo financiero" a las entidades, que es el paso previo e ineludible  para vuelva a fluir el crédito.

El Congreso de los Diputados ha convalidado la reforma financiera aprobada por el Gobierno con un amplio apoyo de la oposición, ya que la norma ha recibido el voto a favor del Grupo Socialista, CiU, Coalición Canaria, UPN y Foro Ciudadano. El real decreto ley de saneamiento del sector financiero, que obligará a la banca a cubrir en unos 52.000 millones de euros más su exposición al riesgo inmobiliario, ha recibido 303 votos a favor de 337 diputados asistentes. Sólo 28 lo han rechazado y 6 se han abstenido.

El PSOE ha defendido la norma porque es "una continuidad" de la anterior reforma laboral del Ejecutivo socialista, aprobada en julio de 2010. Sin embargo, el diputado y exministro de Trabajo, Valeriano Gómez, ha alertado de que la reforma será insuficiente mientras "no se detenga el deterioro económico" y se reactive el empleo.

El escollo de las cajas de ahorro

El real-decreto, que no será tramitado como proyecto de ley por el procedimiento de urgencia, ha despertado dudas en los grupos nacionalistas, que han pedido explicaciones al Gobierno en lo referente a las cajas de ahorro y fundaciones.

La preocupación de PNV y CIU se ha referido a la introducción de un artículo que podría convertir  en meras fundaciones a las cajas que perdiesen el control de al menos  el 25% de la entidad financiera en la que se integren, algo que los nacionalistas entienden como una "laminación de competencias" de las Comunidades Autonómas.

Los nacionalistas piden que la reforma no invada competencias en lo referente a las cajas y las fundaciones

Finalmente, CIU ha respaldado la reforma y PNV se ha abstenido,  después de que el ministro se comprometiera a modificar el polémico artículo en otro decreto ley. "No ha habido la más mínima intención de invadir competencias", ha explicado De Guindos.

Tanto IU, UPyD como la mayoría de los portavoces del Grupo Mixto -Amaiur, ERE y BNG- han votado en contra de la reforma, aprobada el pasado 3 de febrero en el Consejo  el Ministros, porque no creen que vaya a servir para devolver el crédito a la economía real y consideran que es un arma de despido de empleados entidades fusionadas.

"Las cajas de ahorro se van a ver absorbidas por los grandes bancos y se a acabar con la financiación de las economías más locales", ha alertado el diputado de IU, Alberto Garzón, que ha asegurado que con esta reforma se está consiguiendo que haya menos bancos y más grandes.  "Vamos a crear monstruos con este decreto ley", ha añadido.