El Supremo confirma la disolución de Hammerskin por "violencia racista" y condena a sus 15 miembros
- El alto tribunal confirma la sentencia de la Audiencia de Madrid
- La defensa alega que es una "asociación chapucera" de "un grupo de amigos"
- El Supremo considera más que probado el dircurso de odio y racista
El Tribunal Supremo ha confirmado la disolución del grupo neonazi Hammerskin-España, al considerar que su fin era extender el odio y la violencia racista, y ha ratificado la las condenas de un año y medio y dos años y medio de cárcel impuestas a quince de sus miembros.
La sentencia confirma una decisión de 2009 de la Audiencia Provincial de Madrid, que en la primera resolución en la que se acordó la disolución de un grupo neonazi, ordenó el cese de todas sus actividades al estimar que había incurrido en un delito de asociación ilícita, ya que su finalidad era propagar el odio y la violencia xenófoba.
El Supremo rechaza así el recurso de los condenados e indica que "es tan patente el discurso del odio que predica Hammerskin-España que incluso el término 'odio' aparece proclamado escrito en los nudillos de la mano de uno de los recurrentes".
La sentencia, de la que ha sido ponente el magistrado Joaquín Giménez, afirma que se trata de una asociación del todo semejante a "Skin Heads Blood and Honour" (Sangre y Honor), cuya disolución fue también confirmada por el Supremo, que promueve el odio y la violencia o que incita a ello.
Interpretación del "discurso del odio"
Durante la vista celebrada el pasado mes de octubre, la Fiscalía solicitó que se ratificara la disolución de Hammerskin y que el TS clarificara su doctrina sobre la interpretación del llamado "discurso del odio".
El fiscal aludía así a una sentencia de junio de 2011, en la que el Supremo absolvió a los cuatro responsables de la librería Kalki de Barcelona y de Ediciones Nueva República y sostuvo que la difusión de ideas que justifican el genocidio nazi solo es delictiva cuando suponga una incitación indirecta a ejecutarlas.
Sin embargo, en el caso de Hammerskin, como en el de "Blood and Honour", el alto tribunal considera aplicable el artículo 515 del Código Penal, que castiga las asociaciones lícitas que promuevan la discriminación, el odio, la violencia contra las personas, grupos o asociaciones por razón de su ideología, religión o creencias, raza o nación y orientación sexual.
El grupo Hammerskin-España fue desmantelado en 2004 por la Guardia Civil en la una operación desarrollada en Madrid, Barcelona, Valencia y Guadalajara tras diversos ataques racistas en la Universidad Complutense y varias localidades madrileñas.
Desde el año 2000, la asociación había organizado conciertos en la Comunidad de Madrid de grupos neonazis como Reconquista, Batallón de Castigo y Reyerta, que se celebraron coincidiendo con la conmemoración del 20-N y en los que podían escucharse letras que defendían la supremacía de la raza blanca y promovían la discriminación.
La organización editaba las revistas "El Martillo" y "Extremo", y se financiaba a través de los conciertos de Hatecore (Rock del odio) o RAC (Rock contra el Comunismo), la venta de discos o la grabación de canciones de grupos afines.
Defensa: "grupo de amigos"
La defensa negó que se tratara de un grupo delictivo, sino de un "grupo de amigos que en plan chapucero hacen una asociación que no cumple los parámetros" para ser ilícita.
Además, alegó que no había quedado acreditado que sus fines fueran incitar a la discriminación y que el derecho a la libertad ideológica también ampara la defensa de las ideas nacional-socialistas o de extrema derecha.
El TS rechaza esos argumentos y estima probado que se trata de una asociación ilícita de ideología nacionalsocialista, que cree en la supremacía de la raza blanca y persigue extender el odio y la violencia a través de conciertos en los que intervienen grupos con canciones cuyas letras reflejan dicha ideología.
Según el Supremo, los documentos, banderas y otros efectos intervenidos "son tan explícitos en cuanto que ensalzan la doctrina nacionalsocialista, promoviendo el odio, el racismo y la xenofobia, que sobra cualquier argumentación adicional".