Ascienden a 358 los muertos en la cárcel de Honduras, 25 de ellos ya identificados

• De estos 25, ya han sido entregados 16 a sus familias
• Se han incorporado forenses de países vecinos

Continúan con dificultad la identificación de cadáveres del incendio en la cárcel

La muerte de otro hombre, Alexis Bonilla, en el Hospital Escuela de Tegucigalpa ha elevado a 358 la cifra de fallecidos por el incendio el martes en la Granja Penal de Comayagua, en el centro de Honduras, y otras dos personas están muy graves, informó hoy una fuente médica.

Los equipos de medicina forense que trabajan en la identificación de los muertos en el incendio de la cárcel, en el centro de Honduras, han reconocido hasta ahora 25 cuerpos, según informó una fuente oficial.

Una fuente del Ministerio Público indicó que hasta el viernes los identificados sumaban 25, de los que 16 "ya fueron entregados a sus familiares".

"Es muy doloroso ver a familiares angustiados esperando que les sean entregados sus seres queridos", agregó.

El incendio de la Granja Penal de Comayagua se produjo entre la medianoche del martes y la madrugada del miércoles y causó 357 muertos por el fuego y la asfixia, de ellos 356 reos y una mujer que estaba de visita en el centro penal.

Cuatro de los presos fallecieron entre el miércoles y el viernes en el Hospital Escuela de Tegucigalpa.

La incertidumbre y la desinformación florece en el centro penitenciario de Comayagua. Muchos apuntan a que el fuego pudo ser intencionado. Familiares de presos apuntan a que muchos murieron asfixiados porque no abrieron las puertas.

Para agilizar la identificación de los cadáveres, equipos de forenses de Chile, México y El Salvador se sumaron a los hondureños a partir del jueves, mientras que el viernes llegó una misión de Guatemala y para hoy se espera otra desde Perú.

A pocos metros del Hospital Escuela se localizan las salas de Medicina Forense, donde permanecen centenares de familiares consternados.

Muchos de los reos de la Granja Penal, en cuya fachada se lee "Hágase la justicia aunque el mundo perezca", llevaban varios años presos sin haber sido sometidos a un juicio, según sus expedientes.