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México confirma la fuga de 30 presos de la cárcel donde murieron otros 44 en una pelea

  • Nueve guardias han confesado su complicidad en la fuga
  • La mayoría de los reclusos huidos pertenecen a la organización Los Zetas
  • Se someterán a investigación los máximos responsables del penal

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México busca a los 30 presos fugados de una cárcel del norte del país

Treinta presos se han fugado de la cárcel mexicana de Apodaca, en el norte del país, donde murieron otros 44 reclusos el domingo en una pelea que derivó en un motín, según ha informado este lunes el gobernador de Nuevo León, Rodrigo Medina. Nueve guardias del Penal han confesado su complicidad en la fuga y su permisividad en el asesinato de los más de 40 reos pertenecientes al cartel del Golfo. 

Los testimonios de los guardias apuntan a que después de la una de la mañana del pasado domingo comenzó la fuga de los 30 reos, a quienes los guardias les permitieron llegar a la torre seis de ese centro penitenciario, para bajar y escapar

Minutos después los guardias permitieron que un grupo indeterminado de presos pasara de una sección a otra para asesinar a los 44 presos del cartel del golfo con golpes certeros en la cabeza y con armas punzocortantes. El portavoz del Consejo de Seguridad del estado de Nuevo León, Jorge Domene, ha indicado que los guardias "dieron todas las facilidades para poder huir" a los Zetas y pasaron hasta dos horas sin informar de la "riña",  por lo que ninguna autoridad externa tuvo conocimiento de lo que ocurría.

"La señal de auxilio se dio alrededor de las tres de la mañana, es decir, dos horas después de que iniciara la fuga y la riña, y para cuando llegó al auxilio" ya se habían producido todas las muertes, ha señalado el portavoz. 

Investigación interna

Por otro lado, el gobernador de León ha señalado que han sido separados de sus cargos y están sometidos a investigación el director de la cárcel, Jerónimo Miguel Andrés Martínez; el subdirector, Juan Hernández, y el jefe de seguridad del penal, Óscar Devece Laureano.

También ha sido destituido e investigado el comisario general de Administración Penitenciaria de Nuevo León, Ernesto García Guerrero, y un total de 18 guardianes que en ese momento se encontraban en la cárcel.

En rueda de prensa, Medina ha lamentado "la pérdida de vidas humanas" ocurrida el domingo y ha anunciado la instalación de una mesa de apoyo para las familias.

Medina ha leído los nombres de los presos que murieron en la cárcel, excepto el dos víctimas que están en proceso de identificación, y ha adelantado que el suceso podría haber sido propiciado por un nuevo caso de corrupción e irregularidades por parte de algunos de los funcionarios de prisiones.

"Para nosotros es duro confirmar que la traición, la corrupción y la complicidad de algunos pueden entorpecer el trabajo de los buenos policías, militares y marinos que a diario arriesgan su vida por la seguridad de los neoleoneses", ha agregado.

Asimismo, ha confirmado las condiciones de hacinamiento de la cárcel de Apodaca y ha detallado que la mayoría de los fugados, 25, estaban presos "por delitos federales", entre ellos delincuencia organizada y narcotráfico, y cinco por delitos del fuero común.

Los reclusos huidos, de Los Zetas

Los fugados son integrantes de la organización criminal de Los Zetas, incluido el líder de ese grupo en Monterrey detenido en 2011, y la mayoría de las víctimas fatales pertenecían al Cartel del Golfo, ha precisado el gobernador al corregir una versión difundida el domingo.

Las autoridades habían señalado que la mayoría de los muertos en el motín eran miembros de Los Zetas, un grupo que nació como un brazo armado del cartel del Golfo, pero que en marzo de 2010 rompió con esa organización y desde entonces mantiene un cruenta lucha por el control de varias regiones del país.

Para detener a los fugados, Medina ha pedido la colaboración de la ciudadanía y ha ofrecido "hasta diez millones de pesos (787.400 dólares)" por información que dé con su paradero.

El portavoz de Seguridad del Gobierno de Nuevo León, Jorge Domene, dijo anoche que las 44 víctimas mortales fueron agredidas con "objetos punzocortantes y contundentes, entre estos, piedras y barrotes".

La matanza ocurrida el domingo en Apodaca es la más grave de las registradas en México en los últimos cinco años.