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Cuando el desahucio amenaza en invierno

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Carmen y su familia en la puerta del chamizo donde viven desde hace unos meses
Carmen, de 65 años, vive con sus dos hijos y un amigo de la familia en un pequeño chamizo que se han construido con tablas y lonas en el barrio madrileño de Orcasitas desde que fueron desahuciados de su piso del IVIMA.

“¡Un mes más, un mes más!”, gritaba emocionada Patricia Tapia, una joven inmigrante con dos hijos de corta edad que vive en el barrio madrileño de San Blas, hace unos días desde la terraza, después de que la comisión judicial que iba desahuciarla de su piso se marchara, otorgándole una nueva fecha para ejecutar el lanzamiento -que es como se llama judicialmente a los desahucios-.

Patricia llevaba dos años sin pagar la hipoteca que firmó en 2006 con su expareja. “Trabajaba como auxiliar administrativa pero cuando me quedé embarazada no me renovaron el contrato y en 2010 me quedé sin trabajo. Ahora estoy cobrando la ayuda de 399 euros. Y aunque dejáramos de comer mis hijos y yo, no tendría para pagar la hipoteca”, explica a RTVE.es Patricia Tapia.

En frente del portal, recibía la noticia entre aplausos un centenar de personas, entre los que estaban vecinos del barrio, amigos y miembros de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH), de la Asamblea Popular del Distrito de San Blas y de Oficina Vivienda, que se habían concentrado para impedir que la joven y los niños tuvieran que pasar la noche a la intemperie.

Nos llevaremos nuestras cuentas si desahucian a esta pobre chica

Muchos vecinos habían advertido a la entidad de que se llevarían sus ahorros de allí si finalmente Patricia acababa en la calle. “Le he dicho al director del banco que si finalmente desahucian a esta pobre chica, muchos del barrio nos llevaremos nuestras cuentas de aquí”, aseguraba indignada una vecina.

Aunque un gran despliegue de policías antidisturbios y sus amenazas con denunciar a los que apoyaban a la joven por concentración ilegal no hacían presagiar nada bueno, finalmente se produjo el feliz desenlace. Ahora Patricia Tapia tendrá un pequeño margen de tiempo para intentar de nuevo negociar con la entidad una solución y para esquivar, al menos de momento, el frío invierno.

Y a pesar de que esta vez ha sido la movilización ciudadana la que ha impedido un desahucio, para evitar casos como el de Patricia, el Gobierno ya ha anunciado que estudia la posibilidad de la dación en pago -dejar saldada la deuda con la entrega de la vivienda- para las familias en riesgo de exclusión social.

Viviendo en la calle

No todos los que reciben una notificación de desahucio, tienen la misma suerte que Patricia Tapia. Estos días, con las bajas temperaturas que se sufren en Madrid, están siendo especialmente duros para Carmen, de 65 años, y su familia, que viven en un pequeño chamizo que han levantado con maderas y lonas en el barrio madrileño de Orcasitas.

“Hace muchísimo frío aquí. Solo podemos dormir algo con la ayuda de pastillas, pero por las noches no hay quien pare ahí dentro”, cuenta a RTVE.es Carmen. Como ingresos solo cuentan con su pensión de viudedad de casi 500 euros. Sus hijos, de 38 y 41 años, están en paro y no perciben ningún tipo de ayuda. Además, su hija fue atropellada hace unos meses y aún le quedan secuelas físicas que le impiden trabajar.

Sus problemas comenzaron hace un par de años. “Cuando enfermó mi marido de cáncer, estuvimos un tiempo sin pagar el piso del IVIMA en el que vivíamos. Nuestra deuda subió hasta los 2.000 euros. Al recibir la notificación de desahucio, reunimos el dinero como pudimos y pagamos, pero aún así nos echaron. Vino la policía y nos desalojaron por las malas, quedándose todas nuestras cosas dentro. Si me llegan a decir que no serviría de nada pagar, con ese dinero habría empezado de nuevo en otro sitio”, se queja Carmen.

Poco antes de que comenzara el invierno, volvieron a sufrir otro desalojo. Habían estado viviendo de alquiler en otro piso, pero al morir el dueño, acabaron de nuevo en la calle, en el pequeño chamizo que ahora ocupan y al que hace un mes se les sumó un amigo de la familia que tampoco tiene adónde ir.

Una moratoria invernal

Precisamente para evitar casos de familias que se queden en la calle cuando hace más frío tanto las diferentes plataformas ciudadanas, como algunos partidos políticos han pedido que se paralicen los desahucios en época invernal, como ya ocurre en otros países europeos.

Francia es uno de estos países donde están prohibidos los desalojos durante el invierno. Desde 1954, el país vecino no desahucia a los inquilinos morosos entre el 1 de noviembre y el 15 de marzo.

“España tiene una legislación muy mal en este aspecto. Habría que establecer medidas humanitarias como evitar los desahucios en invierno. Es de sentido común”, denuncia el portavoz de la PAH en Madrid, Vicente Pérez.

Por eso, desde la PAH están llevando a cabo varias líneas de trabajo entre las que está una iniciativa legislativa popularpara pedir una serie de cambios en la legislación vigente respecto a los desahucios.

También los diputados de IU Gaspar Llamazares y José Luis Centella han presentado sendas proposiciones no de ley en el Congreso de los Diputados al respecto. La primera pretende forzar que se paralicen los desahucios en los meses más gélidos del año, ya que “en España no existen todavía medidas protectoras de este tipo frente a la inclemencia del tiempo, pese a que son miles las familias que vienen sufriendo desahucios en invierno, bien por impago de las hipotecas o por impago de alquiler”.

La segunda iniciativa es más general e insta al Gobierno a establecer “medidas legislativas, fiscales y de promoción del alquiler, para garantizar el derecho constitucional a la vivienda de personas desempleadas y otras afectadas por la crisis”. De momento, ninguna de las dos propuestas se ha debatido aún.

La dación en pago

Desde que comenzara a funcionar a finales de 2010 la Plataforma de Afectados por la Hipoteca, se han logrado parar 149 desahucios en España, una cifra pequeña si se tiene en cuenta que solo en los nueve primeros meses del año 2011 se notificaron en todo el país casi 43.000 lanzamientos, según datos del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ).

Pedimos la dación en pago para evitar que a las familias les quede una deuda de por vida

Precisamente la dación en pago es una de las soluciones que plantean desde la PAH. “Entre nuestros objetivos está la dación en pago con efectos retroactivos para evitar que a las familias les quede una deuda de por vida y para que puedan tener una segunda oportunidad. Si las empresas pueden acogerse al concurso de acreedores, ¿por qué las familias no?”, señala a RTVE.es el portavoz de la Plataforma a nivel nacional, Adriá Alemany.

La dación en pago fue la primera solución que intentó Patricia Tapia. “Ya entregué hace un tiempo una carta pidiendo la dación en pago, pero no me contestaron nada antes de que la comisión judicial viniera”, asegura la joven.

La posibilidad de la dación en pago se estudiará junto con otras más, como avanzan a RTVE.es fuentes de la Asociación Española de Banca (AEB), en la comisión de trabajo que ha puesto en marcha el Ministerio de Economía con representantes de entidades bancarias para tratar de frenar las ejecuciones hipotecarias.

Otras opciones

Para la PAH, la solución no pasa únicamente por la dación en pago. También plantean la posibilidad de constituir un parque de vivienda en alquiler social que bien podrían gestionar las comunidades autónomas o los ayuntamientos. “Serían unos alquileres que no podrían superar el 30% de los ingresos, que es, según establece Naciones Unidas, el esfuerzo máximo que puede hacer una familia”, explica Adrià Alemany.

Precisamente esta opción es la que la PAH ha conseguido en alguna ocasión, como es el caso de Abdul Rahim Diallo, un trabajador de la construcción en paro que vive en Parla. Rahim acudió desesperado a la Plataforma de Afectados por la Hipoteca porque iba a tener que dejar su casa y vivir en la calle con su mujer y sus tres hijos si se ejecutaba su desahucio. Finalmente el Ayuntamiento de su municipio le dio la solución: alquilarle una vivienda municipal a un bajo precio.

Otra posibilidad que plantea la Plataforma es que también los propios bancos ofrezcan la opción de un alquiler social a las familias a las que van a desahuciar de sus casas.