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Elecciones andaluzas 2012

Javier Arenas, el hombre fuerte de Rajoy en pos del sueño andaluz

  • Es la cuarta vez que concurre a la Presidencia de la Junta de Andalucía
  • Es uno de los dirigentes de referencia del PP, partido que conoce a fondo
  • Ha sido varias veces ministro, además de diputado y senador

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CLAUSURA DEL 17 CONGRESO NACIONAL DEL PP EN SEVILLA
El líder de los populares andaluces, Javier Arenas, con la mano sobre el corazón mientras recibe aplausos en la clausura del 17 Congreso que el Partido Popular.

Dos tercios de su vida -35 de sus 54 años- los ha dedicado a la política y gran parte de ellos los ha consagrado a perseguir su sueño: convertirse en presidente de Andalucía. Javier Arenas, el hombre fuerte de Mariano Rajoy, se presenta por cuarta vez a la Presidencia de la Junta de Andalucía y, según las últimas encuestas -que dan una mayoría holgada al PP-, a la cuarta será la vencida.

Arenas afronta su cuarta cita con las urnas andaluzas con el respaldo de las encuestas -pronostican una victoria del PP en las ocho provincias andaluzas con el 47% de los votos- y con el de su partido, que ha celebrado su 17 Congreso Nacional en Sevilla para arropar su candidatura. En este cónclave popular, el presidente del PP y del Gobierno le ha ratificado como número tres, al volver a ser designado vicesecretario de Política Autonómica y Local.

Rajoy ha querido mantener en su núcleo duro y muy cerca al que ha sido su sostén durante los últimos años y una auténtico referente en Génova: fue Arenas el que convenció al hoy presidente del Gobierno para que no tirara la toalla tras la derrota electoral de las elecciones generales de 2008 y el que le ayudó a que impusiera su liderazgo en el partido en el convulso Congreso de Valencia.

Con una dilatada trayectoria política como diputado nacional y autonómico, senador, ministro de varias áreas e incluso vicepresidente del Gobierno, Arenas conoce como pocos los entresijos del Partido Popular después de varias décadas de militancia en las que ha estado casi siempre en la cúpula directiva.

No obstante, sus aspiraciones están en su tierra, en Andalucía, de la que se confiesa "enamorado" y que ha recorrido pueblo a pueblo en los últimos ocho años como líder del PP-A. De hecho, nunca llegó a abandonarla y jamás trasladó su residencia a Madrid: vivía a caballo del AVE con Sevilla, donde viven su mujer, Macarena Olivencia, y sus tres hijos

Sevillano de Cádiz

Nacido en Sevilla un 28 de diciembre de 1957, a este licenciado en Derecho, abogado de profesión y técnico en excedencia de la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía, le gusta decir que es oriundo de Olvera, un municipio gaditano de la sierra donde vivía su familia, aunque su madre se trasladó en taxi a la capital hispalense para dar a luz..

A los 8 años se fue interno al Colegio Claret de Sevilla, por el que 15 años antes había pasado Felipe González, y en sus años universitarios inició su carrera política en el Partido Demócrata Cristiano (PDC) en 1977, que posteriormente se integró en la Unión de Centro Democrático (UCD), cuyas Juventudes presidió.

Después militó en el Partido Demócrata Popular (PDP) y en 1983 se convirtió en el concejal más joven del Ayuntamiento de Sevilla, además de teniente de alcalde y portavoz del grupo popular hasta 1987. Paralelamente, en el Partido Demócrata Popular, se convirtió en presidente de esta formación en Andalucía y en junio de 1986 fue elegido diputado al Parlamento andaluz por Coalición Popular -en la que estaban coaligados AP y el PDP junto a otras formaciones.

Primeras candidaturas a la Junta

En 1989, tras la refundación de Alianza Popular, Arenas se incorporó al nuevo PP en febrero y pasó a ocupar la Vicepresidencia regional en Andalucía. En octubre de ese año fue elegido diputado al Congreso por Sevilla y dejaba su escaño en el Parlamento andaluz.

Tras la elección de José María Aznar como heredero de Manuel Fraga en el X Congreso del PP en 1990, Arenas fue elegido en 1991 vicesecretario general de Organización Territorial. Luego fue vicesecretario general de Acción Electoral y el 25 de julio de 1993 fue elegido presidente del PP de Andalucía.

Tras ser reelegido diputado por Sevilla en las generales de 1993, en junio de 1994 se presenta por primera vez candidato a la Presidencia de la Junta de Andalucía. Fue su primer cara a cara con el socialista Manuel Chaves y perdió: el PSOE logró 45 escaños y el 38,71% de los votos; el PP de Arenas se quedó en 41 y en 34,36% de los votos, pero creció 12 puntos y obtuvo 626.000 papeletas más que en 1991.

Dos años después, en marzo de 1996, Arenas, senador desde dos años antes, volvió a repetir como candidato del PP en las elecciones andaluzas, pero tampoco pudo con Chaves: los socialistas se llevaron el 44% de los votos y 52 escaños y el PP perdió un escaño y se quedó en 40 con un 33,96% de votos.

Sus años de ministro

En mayo de 1996, tras la victoria electoral del PP en las generales que coincidieron con las andaluzas, José María Aznar le llamó para formar parte de su primer Gobierno y dejó su escaño en el Parlamento andaluz y en el Senado para convertirse en ministro de Trabajo y Asuntos Sociales. Curiosamente, el socialista al que relevó en este ministerio fue José Antonio Griñán, el hoy presidente de la Junta y rival de Arenas en estas elecciones del 25M.

Además, en sus dos primeros años como ministro, Arenas tuvo como asesora en su gabinete a la hoy secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, y de ahí data la amistad y la sintonía entre ambos, una relación que algunos ven enfriada, aunque la confianza de Rajoy en ellos es total, y siguen siendo sus muletas en el partido.

Como ministro de Trabajo, hasta enero de 1999, Arenas puede presumir de haber consensuado con patronal y sindicatos la reforma laboral de 1997, un talante dialogante del que le gusta hacer gala al político andaluz.

En 1999 dejaría el Gobierno para dedicarse de lleno al partido, al ser designado número dos, secretario general del PP, en el XIII Congreso. Arenas, que sustituía a Francisco Álvarez Cascos, sería el timonel del viaje al centro reformista del PP. Con esta responsabilidad política firmó el Pacto por las Libertades y contra el Terrorismo entre PP y PSOE.

Diputado en el Congreso por Sevilla entre 2000 y 2008, volvió a ser llamado por Aznar para que se incorporara a su segundo Gobierno, a mitad de legislatura. Así, en julio de 2002 fue nombrado ministro de Administraciones Públicas,  desde donde impulsó la Ley de Modernización del Gobierno Local, y en septiembre de 2003 se convirtió en vicepresidente segundo y ministro de la Presidencia hasta el final de la legislatura en 2004.

En este ministerio relevó a Rajoy, que pasó a sustituirle en la Secretaría General del PP al ser designado por Aznar como su sucesor y candidato a la Presidencia. Arenas se convirtió en uno de los tres vicesecretarios generales.

Vuelta al escenario andaluz

Aunque Arenas nunca llegó a abandonar Andalucía, en 2004 vuelve de lleno a la política de su tierra. Desde el 1 de abril de ese año es presidente del PP andaluz -cargo en el que sigue-, en sustitución de Teófila Martínez, y lo compagina con el de presidente ejecutivo de la Interparlamentaria del PP.

En 2008 protagoniza su tercer intento de derrotar a Manuel Chaves en las autonómicas del 9 de marzo, pero vuelve a perder la batalla. No obstante, logra el mejor resultado electoral de la historia de los populares andaluces: el PSOE logró 56 escaños y el 48,19% de los votos y el PP se quedó a menos de diez puntos, el 38,63% de los votos y 47 escaños, diez más que en 2000.

Desde su vuelta a Andalucía, Arenas, que ejerce como líder de la oposición y mantiene el escaño en el Senado, se ha recorrido de cabo a rabo las ocho provincias andaluzas. Antes de las autonómicas de 2008 decía ser consciente de que solo podía ganar las andaluzas con "micropolítica, pueblo a pueblo". Y eso se ha dedicado también durante los cuatro últimos años, además de a dirigir los derroteros del PP desde su puesto de vicesecretario general ahora renovado.

Probablemente esos centenares de kilómetros recorridos por los pueblos andaluces -aunque afirma no poder decir que conoce Andalucía como la palma de su mano y miente quien lo diga-, le han llevado a ser el líder político andaluz más conocido por los ciudadanos (el 93,5%, frente al 84,4% de Griñán).

También es el político de Andalucía mejor pagado, con 178.179 euros brutos al año -de los que más de la mitad, 95.674 euros, corresponden al sueldo que le paga el PP como vicesecretario y 35.000 a indemnización por senador y dietas del Parlamento andaluz-, según los datos de su declaración de la renta de 2010 que hizo pública a la vez que el resto de diputados autonómicos andaluces -Griñán cobró 85.131 euros-.

"Andalucía es mi tierra, es mi compromiso y es mi vida", confiesa este sevillano y sevillista cuyo reto es convertirse en el primer presidente andaluz no socialista después de 30 años de elecciones andaluzas. Será su cuarto intento, pero enfrente tendrá un rival distinto, Griñán.