Los "Amigos de Siria" ofrecen una fuerza de paz en Siria mientras los opositores le piden armas
- El presidente de Túnez propone crear una fuerza de intervención no militar
- Clinton dice que Asad pagará un "alto precio" si no permite la ayuda humanitaria
- Los rebeldes dicen que ya están recibiendo armas y piden un apoyo explícito
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La conferencia internacional de "Amigos de Siria" ha arrancado este viernes en Túnez con el llamamiento de las potencias árabes a la creación de una fuerza de paz mientras Occidente se ha limitado a pedir la entrada de ayuda humanitaria y el Consejo Nacional Sirio (CNS) ha demandado de que se le den armas a los rebeldes para acabar con el régimen de Bachar el Asad.
"Nos encontramos en un momento histórico, en un cruce de caminos para afrontar esta crisis humanitaria", ha declarad el presidente tunecino, Moncef Marzuki, en la inauguración de la cumbre, organizada por la Liga Árabe y a la que han acudido representantes de 70 países, aunque no aliados clave del régimen de Bachar el Asad como Rusia, China e Irán.
En este sentido, Marzuki ha pedido a Rusia que se encargue de acoger a Al Asad, al que ha solicitado que cediera su poder en el vicepresidente en lo que calificó como una solución "a la yemení", una propuesta ya planteada por la Liga Árabe y rechazada por Asad.
Los países árabes quieren una fuerza de paz
El presidente tunecino se ha mostrado contrario a una intervención militar, aunque sí ha apoyado la creación de una fuerza de pacificación de la Liga Árabe, dentro de una iniciativa que tituló "emir Abdelkader".
El portavoz de Marzuki, Adnan Moncef, ha explicado a Efe que la creación de esta fuerza de pacificación se enmarca dentro de un plan que las autoridades tunecinas han bautizado como Abdelkader, "un emir sirio que en el siglo XIX salvó del genocidio a los cristianos de Damasco".
Asimismo, ha advertido que "sería un peligro salirse del marco de la ONU y de la Liga Árabe", en relación a una eventual intervención militar.
Por su parte, el ministro de Exteriores de Catar, el jeque Hamad bin Jassim al-Thani, ha apoyado la presencia de una fuerza árabe y la apertura de corredores humanitarios. Catar se ha convertido, junto a Arabia Saudí, en el principal país partidario de la presencia de una fuerza extranjera en Siria.
Pero la división ha surgido en plena cumbre cuando el ministro de Exteriores saudí ha decidido abandonarla al considerar que se centra demasiado en la ayuda humanitaria, algo que ve insuficiente para tratar la crisis siria, según ha informado Al Arabiya.
Occidente se centra en la ayuda humanitaria
Y es que las potencias occidentales han evitado hablar de intervención militar y se han limitado a señalar la necesidad de la llegada urgente de ayuda humanitaria y de aumentar la presión internacional sobre Asad.
Un borrador de declaración al que ha tenido acceso Reuters pide también a Damasco que "cese inmediatamente toda violencia" y se compromete a enviar ayuda humanitaria en 48 horas si el gobierno de Damasco "detiene el asedio a las áreas civiles y permite el acceso".
La secretaria de Estado de EE.UU., Hillary Clinton, ha denunciado que si el presidente Asad no cede a la demanda internacional de permitir la entrada de ayuda humanitaria urgente "tendrá las manos incluso más manchadas de sangre" y que también la tendrán "los páises que continúan protegiendo y armando al régimen", en una clara referencia a Rusia e Irán.
"Les pedimos a esos países que les suministras de armas para matar civiles que paren inmediatamente", ha denunciado.
Luego se ha dirigido directamente al presidente Asad: "Pagarás un precio muy alto por ignorar el deseo de la comunidad internacional y violar los derechos humanos de tu pueblo".
El grupo también se comprometerá a endurecer las sanciones incluyendo prohibiciones de viaje, congelación de activos, suspensión de las compras de petróleo, cese de inversiones y de servicios financieros, reducción de lazos diplomáticos y embargo de armas.
Por eso, Clinton ha defendido que se establezcan nuevas sanciones economicas, prohibiciones de viaje a miembros del régimen y que se considere "cerrar embajadas y consulados".
"Para las naciones que ya hemos impuesto sanciones, debemos reforzarlas vigorosamente", ha concluido.
"Ante crímenes contra la humanidad, es el deber de la comunidad internacional reforzar la presión sobre el régimen sirio. Bachar el Asad ha tomado la terrible decisión de teñir de sangre las aspiraciones de su propio pueblo, por lo que tiene una enorme responsabilidad ante la historia", ha defendido el ministro de Exteriores francés Alain Juppé en la misma línea de Clinton.
El CNS pide armas
El encuentro también tiene como objetivo potenciar al Consejo Nacional Sirio, el principal órgano opositor con sede en Estambul, y que ha sido reconocido en esta cita como "interlocutor legítimo" por parte del ministro de Exteriores francés, Alain Juppé, y su homólogo británico, William Hague.
Sin embargo, los representantes occidentales se han cuidado mucho de hacer cualquier apelación a la intervención extranjera al estilo de lo ocurrido en Libia, pese a que los rebeldes del CNS han puesto en evidencia las limitaciones de la diplomacia y han pedido suministro de armas para el Ejército Libre Sirio.
Además, han adelantado a Reuters que ya están recibiendo armas. "Estamos trayendo armas defensivas y ofensivas.. .Vienen de todo el mundo, incluyendo los países occidentales, y no es difícil conseguir cualquier cosa a través de las fronteras", ha declarado una fuente rebelde a Reuters bajo condición de anonimato.
"No hay ninguna decisión de ningún país de armar a los rebeldes pero los países están permitiendo a los sirios comprar armas y enviarlas dentro del país", ha añadido.
Mientras tanto, el borrador reconoce al CNS como interlocutor legítimo, pero no como el único, en una muestra de que la división entre los rebeldes genera preocupación en las potencias extranjeras. Una nueva cumbre de "Amigos de Siria" se celebrará en Estambul dentro de dos semanas.