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Las autoridades chinas, preocupadas por los "efectos negativos" de las telenovelas

  • El 80% de los jóvenes creen que son perjudiciales, según una encuesta
  • Algunas adolescentes han generado problemas alimenticios
  • Otros productos audiovisuales ya han sido limitados

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La adicción a las telenovelas entre los jóvenes y adolescentes chinos provoca “efectos muy negativos” según se desprende de una encuesta  del Centro de Investigación Social del Diario de la Juventud de China. Según revela la prensa oficial, la encuesta, en la que participaron más de 1200 jóvenes a través de la red, pone en claro que el 80% de los que contestaron  están de acuerdo en los efectos negativos y la confusión que genera un consumo excesivo de teleseries. Solo el 4% de los encuestados opinaron lo contrario.

El periódico spanish.china.org  reproduce algunas de las preguntas del  estudio en el que Song Jun, una estudiante de la provincia de Jiangsu, afirma que tiene muchas compañeras que se han hecho adictas a las telenovelas "y sueñan cada día que se casan con un hombre tan guapo como los actores, y se visten como las chicas de las telenovelas".

Song también explica que algunas de las alumnas de su clase “tienen desórdenes alimenticios porque quieren perder peso”.   Del sondeo, señala el periódico, se desprende que los participantes consideran que entre los peores efectos por la adicción a las teleseries está “el amor a temprana edad, el materialismo y las fantasías irreales, mientras que la pereza, la irresponsabilidad, el erotismo, la violencia y el uso de drogas también se suman a dichos efectos negativos”.

El estudio también demostró, afirman las autoridades, que el 73% de los que contestaron esperan series de televisión más positivas para los jóvenes, mientras que el 63,7% sugirieron que los departamentos de supervisión deberían  adoptar  normas más estrictas sobre las telenovelas.

Limitación a productos audiovisuales

Las autoridades chinas aprobaron el pasado otoño  limitar el número de series extranjeras de televisión durante las horas de máxima audiencia  y prohibir, directamente, aquellas que fueran consideradas vulgares o violentas. Todo apunta a que la medida buscaba  no emitir de manera intensiva productos procedentes de un solo país con lo que se ha limitado a un 25%  la programación que las televisiones chinas pueden dedicar a productos extranjeros.

La disposición afecta de manera muy especial  a las producciones de Estados Unidos y de Corea del Sur, muy populares, especialmente las últimas,  entre los telespectadores chinos. No se puede olvidar que el presidente chino, Hu Jintao, ha pedido, en repetidas ocasiones, luchar contra la creciente occidentalización de la cultura china y ha instado  a potenciar la cultura nacional

También este pasado enero y como consecuencia de la normativa del pasado otoño, China decidió  limitar el número de programas de entretenimiento como concursos para encontrar pareja o de baile. Programas, según la Administración Estatal de Radio, Cine y Televisión que “solo muestran el lado oscuro y sombrío de la sociedad”. En su cruzada contra la vulgaridad, el pasado septiembre, el gobierno ordenó  que se dejara de emitir el programa de televisión más popular de búsqueda  de talentos similar a Operación Triunfo o American Idol, llamado Super Girl y también se ordenó retirar de las emisiones de radio y televisión  anuncios relacionados con el sexo.