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El Constitucional francés invalida la ley que penaliza negar el genocidio armenio

  • Turquía recibe con "satisfacción" el dictamen del Constitucional francés
  • Sarkozy ha pedido un nuevo borrador
  • La ley provocó una crísis diplomática con Turquía

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El Tribunal Constitucional de Francia ha dictaminado este martes que considera inconstitucional la nueva ley que penaliza negar el genocio cometido por parte del Imperio Otomano a principios del siglo XX. Las autoridades turcas ya han manifestado que reciben “con satisfacción” la decisión del Tribunal.

Mediante un comunicado, el Consejo ha dictaminbado la ley, que impone una multa de 45.000 euros, un año de prisión a quienes niegen el genocidio, iba en contra de los principios de libertad de la expresión escrita en los documentos fundacionales de Francia, según Reuters.

De esta manera, la máxima autoridad judicial de Francia ha invalidado la Ley del Gobierno Sarkozý que le parlamento aprobó el pasado diciembre y que tenía que ser ratificada este febrero, antes del receso con motivo de las elecciones presidenciales. El presidente francés ya ha pedido que se prepare un nuevo texto sobre la ley, informa Afp.

Crisis con Turquía

La votación del texto provocó una crisis profunda con Turquía, que no reconoce el genocidio de más de un millón de armenios a manos del Imperio otomano durante la I Guerra Mundial. Ankara suspendió las relaciones políticas y militares con Francia en respuesta a la votación.

Tras la decisión del Tribunal Constitucional, el ministro de Exteriores tuco, Ahmet Davutoglu, ha manifestado que su gobierno estudiará la posibilidad de restaurar los contactos económicos, políticos y militares con Francia después de esta resolución, según informa Reuters.

La decisión de la máxima autoridad judicial de Francia invalida la ley, que debía de ser ratificada a finales de febrero, antes del receso parlamentario para las presidenciales de abril y mayo. Francia reconoce dos genocidios, el de los judíos durante la Segunda Guerra Mundial y el de los armenios, pero sólo castiga hasta ahora la negación del primero.

En 1915, durante la I Guerra Mundial, las autoridades otomanas ordenaron la detención y muerte, o la deportación, de los intelectuales armenios y de poblaciones enteras de esta minoría cristiana. Un número indeterminado de personas fueron ejecutadas o murieron en el desierto: 1.5 millones según los armenios; 300.000 según Turquía.