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'Dickens enamorado' recorre la vida privada del escritor a través de cartas inéditas en español

  • Comienza en 1830, año en que conoce a Maria y termina en 1870
  • Amelia Pérez de Villar firma esta biografía epistolar

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Cuando alcanzó la mayoría de edad, Charles Dickens consiguió un carnet de lector en la Biblioteca Nacional y un primer amor de largo recorrido. Poco después de cumplir los 18 años conoció a Maria Beadnell. Fue su primer amor: breve, intenso y extenso en el recuerdo.

Ambos seguirían escribiéndose cartas después de que sus caminos se separaran. Podemos seguir con detalle su relación y otros aspectos privados de la vida del más importante literato inglés del XIX, en Dickens enamorado (Fórcola Ediciones). En este libro, la filóloga Amelia Pérez de Villar ha construido un relato biográfico  apuntalado en esas y otras cartas inéditas hastaa ahora, en español.

No son tantas las cartas que Dickens escribió a Maria ni las que ella a su vez le dirigió, pero cuentan mucho del carácter del escritor y de sus sentimientos más íntimos, aquellos que ocultaba en público para que no dañaran su imagen de hombre íntegro según la moral victoriana.  En ella, sólo una relación -su matrimonio de 22 años con Catherine Hogarth, madre de sus diez hijos- podía figurar.

De la primera primavera al último verano

Con esas cartas dirigidas a Maria Beadnell - e incluso a ella ya como señora Winter y su marido- y otras misivas colaterales dirigidas a personajes secundarios de esta historia (amigos de Charles y/o Maria), Pérez de Villar ha elaborado una biografía en el que las cartas serían el esqueleto del relato. Comienza en la primavera de 1830 (o quizás 1829) cuando el alma de Dickens se incendia de pasión por Maria. Tiene 18 años. Un año más tarde se definiría en un poema como "un merluzo sin corazón", "no es que no tenga alguien se lo robó".

Mucho años más tarde -cuando tenía 43- escribió recordando aquella época, que esa historia le apartó de su cabeza cualquier otro pensamiento "durante cuatro años en un momento de la vida en el que cuatro es igual a cuatro por cuatro".

Y termina el libro en los últimos días del verano de 1870, los últimos días de la vida del escritor, junto a la actriz Ellen Ternan.  La conocióen 1857, cuando él tenía 45 años y ella 18. Estuvieron juntos casi 13 años. Sin embargo ocultaron con tanto celo la relación a sus propios hijos que hoy sólo la conocemos por casualidad (al parecer también por una carta encontrada años después de la muerte de Ternan).

El sol de mis días más inocentes

También es azarosa (como la propia vida amorosa de Dickens) la historia de las cartas intercambiadas entre el escritor y Maria Beadnell, que constituyen el esqueleto de esta biografía privada, y -que como cuenta Pérez de Villar en el prólogo -se publicaron por primera vez en Boston porque su edición en Inglaterra era "inviable". Por ello, Pérez de Villar define esta etapa como "una historia triste", en un último capitulo titulado "El amor invisible, El hijo inexistente"

De todas las cartas de Dickens a Beadnell aquí reproducidas quizás una de las más intensas y hermosas es la fechada en abril de 1855, que encontrareis a la izda en forma de audio. Está escrita muchos años después cuando los dos están ya casados y tienen sus propios hijos con otros (él con Catherine, ella con Mr Winter) y parece que se produce un amago de reencuentro entre los dos antiguos amantes.

En ella Dickens escribe: "es posible que haya visto en algún detalle de Dora (de David Copperfield) pequeñas pinceladas de lo que usted era. Estoy seguro de que sus gracias se habrán perpetuado en sus niñas y volverán loco a otro joven amante, aunque éste nunca sea tan devoto como lo fuimos Copperfield y yo".  Y le confiesa que ella fue "el sol" de "los días más inocentes, más ardientes y más desinteresados" de su vida.