Garzón: Mi conciencia está "muy tranquila" y lucharé por las víctimas hasta "el último aliento"
- El juez recibe un homenaje de grupos de Derechos Humanos en Argentina
- Asegura que volvería a investigar el franquismo porque "es ajustado a derecho"
- Cristina Fernández cree su inhabiltación "una afrenta a la justicia universal"
El juez Baltasar Garzón, inhabilitado en España por las escuchas de Gürtel, ha recibido este jueves un cálido homenaje de grupos de Derechos Humanos en Argentina y allí ha dicho tener la conciencia "muy tranquila" por la investigación de los crímenes del franquismo -asunto por el que ha sido absuelto de un delito de prevaricación- y que seguirá reclamando los derechos de las víctimas "mientras me quede un último aliento".
Pocos días después de su expulsión de la carrera judicial por su condena y de ser absuelto por el asunto del franquismo, el magistrado ha sido reivindicado por personalidades de la política, la cultura y los derechos humanos en Buenos Aires, la capital argentina, donde es conocido por abrir la senda para juzgar a represores de la dictadura por crímenes de lesa humanidad.
Arropado por las Abuelas y las Madres de Plaza de Mayo, Garzón ha ofrecido una conferencia sobre la memoria compartida entre ambos países, en la que ha prometido "no atacar" al Tribunal Supremo español y en la que ha hablado por primera vez tras ser expulsado de la carrera judicial.
"Mi conciencia está tranquila y va a seguir estándolo. Repetiría insistentemente mi intención de investigar los crímenes del franquismo porque lo que hice está ajustado a derecho", ha explicado, a la vez que ha dicho no saber si también está tranquila la conciencia "de aquellos que me juzgaron".
Garzón ha asegurado que cuestionar que los delitos cometidos por el franquismo sean crímenes contra la humanidad es "una de las ofensas más graves que se puede hacer contra las víctimas", cuyos derechos se ha comprometido a continuar reclamando.
"No sé cómo, pero lo voy a hacer mientras me quede un último aliento", ha apuntado antes de recibir otra cerrada ovación del público, entre el que se encontraba el actor Federico Luppi.
"Reticencias" para investigar el franquismo en España
El magistrado ha considerado que en España hay "enormes reticencias" para reconocer los crímenes del franquismo, entre ellos el robo de niños, y se ha quejado de que ese delito "no mereciera una sola línea" de los jueces del alto tribunal español.
"Siempre es difícil mirarse al espejo y asumir lo que ocurre en tu país. Pero que estos delitos no merezcan una sola mención es muy grave y supone representar a la línea de los gobiernos que piensan que el olvido es la única solución", ha señalado.
"Mientras haya fosas que abrir y víctimas a las que encontrar no se puede hablar de reconciliación en España", ha añadido.
Acompañado por Dolores Delgado Díaz, fiscal de la Audiencia Nacional española, Garzón ha comentado que en España "no se ha construido una memoria histórica" y ha celebrado la apertura en Argentina de causas por los crímenes durante la Guerra Civil (1936-1939) y la dictadura franquista.
"Volvemos a vivir la historia, pero al revés", ha enfatizado al aludir a los procesamientos de represores de la dictadura argentina (1976-1983) que ordenó en la década de los noventa invocando el principio de "jurisdicción universal".
"En su día Carlos Menem se negó a cooperar con la Justicia española. Espero que ahora no pase lo mismo en España", ha deseado.
El respaldo de Cristina Fernández
El respaldo a Garzón en Argentina ha llegado primero de la presidenta argentina, Cristina Fernández, quien ha reconocido su figura al inaugurar el nuevo período legislativo con un discurso en el que consideró su inhabilitación como una "afrenta contra la justicia universal".
Fernández, "en nombre de millones de argentinos", ha alabado el rol en "la defensa de los derechos humanos" del juez, que ha sido aplaudido en pie por los senadores y diputados presentes en la sede del Parlamento.
"En los países desarrollados se puede procesar a los tiranuelos de las republiquetas, como nos consideran. Y la verdad es que su juzgamiento por haber intentado desvelar la tragedia del franquismo es una afrenta para la justicia universal que muchos dicen defender cuando se trata de países que ellos consideran de segunda", ha apuntado la mandataria.
Coincidiendo con la visita de Baltasar Garzón, Adolfo Pérez Esquivel, Premio Nobel de la Paz 1980, ha difundido una carta en la que ha definido la decisión del Tribunal Supremo español como "un tsunami de impunidad para impedir el derecho del pueblo a la verdad y la justicia".
"No deben olvidar, señores jueces, que la justicia no tiene fronteras cuando se trata de crímenes de lesa humanidad, aún en España. Y recordar que no toda ley es justa. Las leyes injustas deben ser desobedecidas hasta su total nulidad", ha subrayado.