Egipto levanta el tercer coloso de Memnon
- Una figura de 250 toneladas se ha instalado en el templo de Amenofis III
- Un equipo internacional realizó los trabajos de rescate que comenzaron en 2002
Egipto ha presentado este sábado el tercer coloso de Memnon tras ser levantado y devuelto a su posición original junto a sus dos estatuas hermanas en el templo de Amenofis III, cerca de la histórica ciudad de Luxor.
El ministro egipcio de Antigüedades, Mohamed Ibrahim Ali, ha inaugurado el acto ante esta imponente figura de 250 toneladas, que tuvo que ser sacada del agua y del barro por un numeroso equipo internacional en unos trabajos de conservación que comenzaron en 2002.
La directora del proyecto para la conservación del templo, la armenia Hourig Sourouzian, mostró su satisfacción por rescatar ese tipo de monumentos y poder presentarlos "en su forma más digna" a los futuros visitantes del sitio arqueológico.
Un arqueólogo español encargado de su reconstrucción
Por su parte, el arqueólogo español Miguel Ángel López, al cargo de la reconstrucción del coloso, ha asegurado que cientos de obreros participaron en las labores y que para ello se ayudaron de cojines de aire comprimido y poleas para levantar la figura "al más puro estilo faraónico".
“Al más puro estilo faraónico“
Destruido por un terremoto en el año 1200 d.C, este coloso de Memnon fue enterrado posteriormente en el agua tras las intensas lluvias en la orilla oeste del río Nilo.
La figura se encuentra en el segundo pilono de los tres que integran el templo fúnebre y representa a Amenhotep III (Amenofis III, en griego) sentado en un trono y acompañado por la reina Tiye, ubicada al lado de la pierna derecha del faraón.
Construido durante la época de mayor esplendor de la civilización faraónica, el mayor templo de Egipto estaba compuesto por tres patios, un peristilo, una sala hipóstila y un santuario, con una longitud total de 700 metros.
Amenofis III fue hijo del rey Tutmés IV y perteneció a la XVIII dinastía, que gobernó Egipto de 1554 al 1304 antes de Cristo, ubicó su capital en Tebas y desde allí consolidó la supremacía egipcia en Babilonia y Asiria.