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Cuatro batallas para la guerra del Supermartes

  • Con diez estados en liza, esta cita es menos importante que otros años
  • Ohio se convierte en el principal termómetro de la victoria o la derrota
  • Los estados del sur aportan la mayor parte de los delegados

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Es menos Supermartes que nunca -solo diez estados y 437 delegados en juego- pero la fecha clave de las primarias en Estados Unidos muestra en un solo día la variedad de realidades que conviven en el país: desde el sur conservador al nordeste liberal; del centro industrial al medio oeste rural y evangélico.

Esto hace que más allá del número total de delegados que saque cada candidato -Mitt Romney está muy bien situado para ganar debido a sus casi seguras victorias por goleada en Massachusetts, Vermont, Idaho y Virginia- es más importante dar la impresión de ser el que mejor refleja la variedad del panorama electoral estadounidense.

Por eso, Romney obtendría un gran aval si consigue hacerlo bien o incluso ganar en estados sureños como Tennesse y Rick Santorum, su gran rival, haría lo propio si consigue vencer en Vermont, en el nordeste.

Ohio, la gran batalla

Pero el triunfo o la derrota en el  SuperMartes se juega en este estado, el más conocido dentro de los  llamados 'swing states', los que determinan la victoria en las  presidenciales de noviembre.

Hasta hace unos días, Santorum estaba bien  situado para conseguir una victoria que apuntalaría su candidatura,  gracias a que el electorado, como en Michigan, son votantes de clase  media de un entorno industrial en crisis que no ve al multimillonario  Romney con buenos ojos.

Sin embargo, el favorito ha remontado en los  últimos días y, como en Michigan, cree estar en disposición de una  victoria por la mínima pero clave en sus aspiraciones.

Los estados del sur

Con todo, el estado en el que se juegan más delegados no tiene ni a Santorum ni a Romney como favorito, sino a Newt GingrichGeorgia.

El estado donde el expresidente de la Cámara de Representantes ha labrado su carrera política se antoja fundamental para permitir su supervivencia en la carrera republicana.

En él ha invertido la mayoría de sus recursos para conseguir una buena parte de los 76 delegados en juego.

Su electorado, del sur, conservador y partidario del Tea Party, es similar al de Carolina del Sur, donde ya venció por amplio margen. Ahora las encuestas predicen una victoria fácil sobre Romney, que está seguido muy de cerca por Santorum

En cambio, Tennessee, un estado clásico del sur con 58 delegados en juego es, en principio, un caramelo para Santorum, aunque Romney ha mejorado en las últimas encuestas y le pisa los talones. 

Una victoria, aunque sea por la mínima y gracias a la división del voto ultraconservador entre Santorum y Gingrich, sería un espaldarazo muy importante en el Super Martes.

Santorum y Gingrich no compiten en Virginia, con un importante voto conservador, por lo que Romney lo tiene todo a su favor para llevarse sus 49 delegados ya que cuenta con el congresista Ron Paul como único rival, al que le lleva más de 40 puntos de ventaja.

El último estado sureño es Oklahoma, territorio propicio para Santorum, una de las victorias casi seguras del exsenador.

Con todo, su porcentaje de apoyo ha bajado en las últimas semanas mientras subía el de Romney, lo que hace que sea difícil que consiga los 49 delegados en juego porque el sistema electoral establece que si no hay mayoría clara habrá un reparto proporcional.

Los estados del nordeste

Tras las victorias de Maine y New Hampshire, Romney tiene la posibilidad de asentar su dominio sobre el nordeste, moderado y fiscalmente -no socialmente- conservador.

Pocas dudas hay de su victoria en Massachusets, el estado donde fue gobernador y que cuenta con un electorado que le es propicio.

Las encuestas le colocan con en torno al 65% y la única duda es si Santorum o Paul, que le siguen a larga distancia, conseguirán el 15% mínimo para obtener alguno de los 41 delegados.

Más difícil de prever es lo que ocurra en Vermont. Estado del nordeste muy similar a New Hamsphire, la victoria de Romney es probable, aunque apenas hay encuestas realizadas.

Santorum puede tener su oportunidad al haber mayor población rural que en otros estados de la región pero quizá la sorpresa más probable sea Ron Paul, que consiguió muy buenos resultados tanto en Maine como en New Hamsphire.

El medio oeste

Tras la triple victoria de Santorum, los estados de esta región parecen propicios para el exsenador. El más importante de los que se disputan el Super Martes es Dakota del Norte, que sigue el sistema de elección de caucus y donde hasta ahora no se ha realizado ninguna encuesta.

Santorum tiene a su favor que es un estado rural y vecino de Minnesota, donde cosechó sus mejores resultados. Paul cuenta con el formato asambleario del caucus,  en el que le suele ir mejor de lo habitual y Romney ha invertido en este estado, que le puede dar una sorpresa positiva en el Super Martes como Tennessee.

En cuanto al otro estado de esa zona en disputa, Idaho, no tiene demasiada emoción. Siendo el segundo estado mormón tras Utah, la victoria de Romney se da por segura pese al formato de votación de caucus y a que todos los candidatos han hecho campaña en él.

Por último, los 24 delegados en juego en Alaska son un misterio dado que no ha habido encuestas hasta ahora y por el formato de elección siguiendo el método de los caucus.

Paul ha hecho campaña en los últimos días y recaudó más dinero en él que Romney el año pasado en un estado donde hay un importante voto de ultraliberales como él. Romney ganó aquí en 2008 y también hay un sector de votantes evangélicos que podrían inclinarse por Santorum.