El 'Quipao' y la bronca interesada en China
- El Quipao es el vestido más tradicional de las mujeres del país
- Una treintena de delegadas de la Asamblea querían vestirlo en la sesión inaugural
- Miles de comentarios en Weibo, el Twitter chino, han evitado la iniciativa
Una treintena de delegadas en la Asamblea Legislativa que se celebra en Pekín desistieron este pasado lunes de lucir el Qipao (pronunciar chi-pao), el vestido chino más tradicional para la mujer de este país, después de que la Red registrara una ola de protestas.
Muchos internautas consideraron que las sesiones de la asamblea no son una pasarela de moda. El Qipao chino es un largo vestido de seda confeccionado la mayoría de las veces a medida, que llega hasta los tobillos y que estiliza la figura de quien lo porta. Una amplia abertura lateral permite ver la pierna de la mujer al andar, es lo que en España se conoce como “atrévete”.
La polémica se venía fraguando desde el domingo cuando la prensa local informó de que un grupo de representantes femeninas asistirían a la ceremonia inaugural de la sesión anual con Qipao y no con trajes más formales.
Sólo las minorías étnicas chinas asisten a las sesiones con su vestimenta tradicional. A partir de ahí los microblogs empezaron a recibir quejas de todo tipo. Especialmente aquellas que consideraban que la seriedad de la asamblea no podía mancillarse por la frivolidad de las delegadas al vestir los atuendos tradicionales.
Los mensajes en la red afirmaban que esa actitud convertía la asamblea en un desfile de modelos. Críticas similares se han producido en sesiones anteriores cuando algunos delegados han elegido vestimentas consideradas poco formales para la seriedad de esta reunión política que se celebra una vez al año y que marca la dinámica del gobierno.
Los mensajes de Weibo, el Twitter chino
Según revela la prensa oficial, algunos de los mensajes en Weibo, el Twitter chino, afirmaban que “es difícil decir si son elegidas para hacerse cargo de los asuntos políticos o para hacer desfiles de moda".
Este mensaje se reenvió hasta en 27.000 ocasiones y era uno más de los más de 6000 comentarios recibidos. Otros pedían explicaciones sobre quién y de qué forma se pagaron los vestidos tradicionales que, sin son de seda de calidad, suelen ser muy caros.
Otros aprovecharon la polémica para adjuntar fotos en sus mensajes en las que se podía ver a algunas de las citadas representantes luciendo joyas muy caras o complementos de lujo también muy costosos.
Desde la prensa oficial se ha aprovechado la ocasión para afirmar que en China hoy en día, los ciudadanos pueden observar al detalle el trabajo de sus delegados y escuchar sus discursos, “pero también pueden ver con facilidad y conocer en profundidad su estilo y gustos en el vestir gracias al desarrollo de los servicios de internet, incluidas las páginas de microblog, que no sólo les dan acceso de estos detalles, sino la oportunidad de comentarlos, y en casos como éste, criticarlos”.
En este sentido cabe destacar que en el discurso inaugural de la sesión del premier chino Wen Jabao se advirtió que China debe recortar las crecientes diferencia entre ricos y pobres y que el desarrollo debe ser ordenado y sostenible.
China dijo Wen “ha tenido un fuerte crecimiento desequilibrado que ha creado grandes desigualdades”. Estas a su vez han ocasionado tensiones sociales que han calado entre una población cada vez más reivindicativa
Carrera hacia el lujo
Lo sucedido con el caso de los Qipao son un ejemplo más de la crítica de una parte de la sociedad con la carrera hacia el lujo que vive China. Este 2012 el gigante asiático será el mayor consumidor de lujo del mundo superando a Japón, Estados Unidos y Europa.
Según publicó recientemente el periódico La Vanguardia, “actualmente más de 340 marcas exclusivas, el 85% del total están ya asentadas en China y en 2013 ya los estarán todas”.
En ciudades como Chengdu, al sudoeste del país y con algo más de 14 millones de habitantes, el gobierno local quiere atraer cada año 20 marcas de lujo famosas. De momento esta ciudad es dónde Carthier ha roto su record de ventas mientras que Louis Vuitton consiguió, según la revista Forbes, unas ventas en 2011superiores a los 105 millones de euros.
En este país donde gusta el lujo y enseñarlo, ciudades como Pekín demuestran que fabricas de automóviles de alta gama como Porsche tienen las cosas muy claras y cual será y es ya su mercado preferente.
Modelos de vehículos que en Europa cuestan meses y hasta años adquirirlos, en China llegan con celeridad y sin problemas e incluso son tuneados a gusto del comprador, algo que en Europa es impensable.